El 26 de noviembre comenzaron los despidos injustificados en la UMCE, que dejaron a 11 familias sin trabajo y sin un sustento económico en medio de una pandemia. Diversas acciones de solidaridad hemos realizado desde la comunidad universitaria, y las y los trabajadores siguen exigiendo su reincorporación. Pero ¿qué demuestran estos despidos? y ¿cómo los enfrentamos?
Jueves 24 de diciembre de 2020
A finales de noviembre y en medio de una pandemia que ha dejado a más de dos millones de trabajadores despedidos o suspendidos, y que ha empeorado las condiciones de la mayoría del pueblo trabajador, las autoridades del Pedagógico, con el rector Jaime Espinosa a la cabeza, injustificadamente despidieron a 11 auxiliares de la UMCE, dejando a estos 11 trabajadores junto a sus familias sin un sustento económico.
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Desde que fueron despedidos, las y los trabajadores se organizaron para pelear por su reincorporación, denunciando la irregularidad de los despidos y la supuesta "justificación" de “mal desempeño”, siendo que desde hace dos años que no hay informes de “desempeño” por parte de la universidad, y este último año estuvieron suspendidos de sus funciones laborales producto de la pandemia. Por lo mismo, las y los trabajadores este miércoles llamaron a una concentración y presentaron un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Santiago.
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A las autoridades y al rector de la UMCE, que gana más de 6 millones de pesos al mes, no les tiembla la mano para despedir a trabajadores, cuando sabemos que son precisamente ellos, y no los rectores ni las autoridades, quienes mantienen y hacen funcionar la universidad todos los días para que las y los estudiantes podamos estudiar. ¿Por qué no se bajan sus sueldos millonarios en vez de despedir a las y los trabajadores? No lo hacen porque quieren que la crisis financiera de las universidades la carguen las y los trabajadores más precarizados sobre sus hombros, y que a ellos no les afecte ni un poco.
Ante esta situación diversas acciones de solidaridad venimos realizando como estudiantes del Peda, a las cuales también se han sumado profesores. Han salido pronunciamientos, cartas en apoyo, se han realizado concentraciones, rifas y acopios de mercadería para apoyarlos, lo que es una muestra de la solidaridad y de la unidad que necesitamos para enfrentar los despidos, a las autoridades y al rector Jaime Espinosa, que a pesar de estar sumamente cuestionado se da el derecho de decidir y despedir a trabajadores.
Estos despidos no solo son una realidad del Peda, sino que también en otras universidades los han habido, como en la Universidad de Chile que a finales de noviembre despidieron a más de 20 funcionarios, lo que es una muestra de que los despidos son parte de la crisis y la precarización en la que mantienen a la educación y donde ante cualquier problema se desquitan con los eslabones más bajos.
La pelea de las y los trabajadores del Pedagógico por la reincorporación, y que ya lograron la reintegración de cuatro funcionarios, es un ejemplo para los millones de trabajadores que han sido despedidos o suspendidos durante este año, donde hemos visto cómo este gobierno se ha encargado de descargar la crisis sobre los hombros del pueblo trabajador, mientras que los empresarios siguen llenándose sus bolsillos con millones y millones todos los meses, pero a nuestros padres, abuelos y hermanos los echan a la calle sin ninguna justificación más que la de asegurar sus propias ganancias.
¿No + despidos! Unidad de trabajadores y jóvenes para conquistar nuestras demandas
Las acciones de apoyo y solidaridad que ya se vienen dando son un ejemplo a seguir y un impulso para forjar una unidad aún mayor entre las y los trabajadores y los jóvenes estudiantes y precarizados para enfrentar los despidos. Pero no solo para enfrentar estos, sino que también para dar una pelea en contra de las precariedades de la educación de mercado y conquistar demandas que desde hace año venimos expresando en las calles las y los estudiantes.
La pelea contra los despidos y por la reincorporación, también tiene que ser una pelea por acabar con la educación de mercado, por conquistar una educación que sea pública, gratuita, donde no haya agobio laboral hacia los funcionarios que son quienes mantienen andando la universidad, donde todas y todos los trabajadores sean de planta y por una democratización donde las decisiones no sean tomadas sólo por el rector y las autoridades, sino que pasen por el conjunto de la comunidad educativa.
Pero estas peleas no las ganaremos solos y separados, los enemigos son los mismos, el rector Espinosa y este régimen heredado de la dictadura que ha transformado la educación en un negocio y precarizado nuestras vidas, por eso desde Vencer creemos que es necesaria la máxima unidad de la fuerza que poseemos jóvenes y trabajadores para conquistar nuestras demandas, para lograr la reincorporación de todas y todos los despedidos del Peda, y también para ponerle fin al negocio de la educación.