Los trabajadores despedidos de la planta del grupo Tenaris-Techint propiedad del multimillonario Paolo Rocca fueron reincorporados a la fábrica. El sindicato UOM y la empresa llegaron a un acuerdo de nuevas suspensiones hasta el 8 de febrero.
Jueves 23 de enero de 2020 19:44
Los despedidos serían reincorporados bajo suspensiones, así como el resto de los operarios de la planta, ya que en estas semanas se realizan las paradas de reparación de las líneas de producción.
El conflicto comenzó a mediados de diciembre por las negociaciones por una nueva acta de suspensiones para este año. La propuesta de la empresa comprendía la suspensión de los operarios con el 75 % del salario (55 % al bolsillo) y el despido de 300 trabajadores de planta y 100 trabajadores de contratistas tercerizadas.
Como venimos detallando en La Izquierda Diario, en la planta trabajan más de 4 mil operarios de los cuales mil de ellos lo hacen por empresas contratistas tercerizadas (la mayoría bajo convenio de la UOCRA y UOM) y unos 500 bajo contrato de Siderca de plazo fijo, con renovaciones mensuales con duración hasta de 5 años para la "posterior" efectivización.
El plan de la empresa comenzó el lunes 6 de enero con 191 trabajadores despedidos, en su mayoría jóvenes contratados. La UOM siguió llamando a la paz social por dos días hasta lograr la conciliación obligatoria. En los galpones, durante esas 48 h, los trabajadores se negaban a cubrir los puestos de sus compañeros generando paradas en las máquinas pese a que el sindicato no daba respuestas y a los aprietes de las jefaturas de los sectores. Una pequeña demostración de que sobraban fuerzas para llevar adelante medidas de protesta.
Al dictarse la conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, la empresa se negó a acatarla no dejando ingresar a los trabajadores. Al llegar los trabajadores despedidos a la portería, junto a varios compañeros que acompañamos junto a representantes de la UOM y de la Secretaría de Trabajo de Campana, no pudieron ingresar a la planta, violando de esta manera el dictado del Ministerio.
La decisión de la empresa provocó el enojo no solo de los trabajadores de toda la planta sino de las familias de Campana y Zárate que, en las redes, en la calle y en las reuniones sociales y familiares repudiaron el accionar de Rocca. La solidaridad de la comunidad estaba a disposición como siempre.
Pese a la actitud de la empresa, la conducción de la UOM siguió llamando a tener “paciencia”. A esa altura ni siquiera la Comisión Interna podía ingresar a la planta por determinación de Siderca. Es más, dos integrantes de la misma siguen sin ser reconocidos buscando de esta manera achicar la representación de los trabajadores que votaron democráticamente a sus compañeros.
El 17 de enero la Comisión Directiva llamó a un congreso de delegados dentro de la planta. Varios delegados mocionaron realizarlo en la portería para que pudiesen participar los dos integrantes que la empresa se niega a reconocer. La conducción de la lista Violeta de Abel Furlán y de la mayoría de la Comisión Interna se negó a esta propuesta. En ese “congreso” se comunicó la prórroga del acta hasta el 8 de febrero decidida solamente por la directiva del sindicato. De esta manera se da continuidad a la política que viene tomando la UOM hace 5 años de garantizar suspensiones como forma de contratación y flexibilización en los hechos sin que la empresa deba demostrar crisis alguna.
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Nosotros venimos planteando que con los intereses de los empresarios no hay posibilidad de acuerdo sin que mostremos la fuerza que tenemos los trabajadores. Rocca nos usó a los trabajadores como carne de cañón para negociar con el Gobierno. Como si nosotros no tuviésemos necesidades. Venimos de años de perder frente a la inflación. Recién este mes se pagó la última cuota y blanqueado el magro aumento del 36% que negociaron en paritarias el año pasado. Rocca viene de gastar 2300 millones de dólares en nuevas empresas el último año y en invertir millones, delante de nuestros ojos, en la planta de Campana. Todo para aumentar sus ganancias. Él pertenece al 1% más rico de la población mundial que posee más del doble de la riqueza que tienen 6.900 millones de personas. Pero esa riqueza la producimos los trabajadores.
Si bien la empresa retrocede de los despidos, las razones pueden ser quizás por un acuerdo de nuevos negocios con el Gobierno nacional o por la necesidad de tener una nueva acta de suspensiones para dejar sin tareas al resto de los operarios. O tal vez sean ambas. Lo cierto es que los tiempos en esta negociación los marcó la empresa.
Mientras tanto, la UOM negoció y sigue negociando por arriba en vez de apelar a la unidad de todos los trabajadores de la planta entre efectivos, contratados y tercerizadas a favor de los intereses de los trabajadores. Frente a la prepotencia de los empresarios es necesario organizarnos en asambleas y plenarios de delegados con mandato de base, apelando a la solidaridad de la comunidad. De esta manera estaría al alcance de la mano pelear incluso para que no haya suspensiones, ya que Rocca no tiene crisis alguna. Que sean reconocidos todos los integrantes de la Comisión Interna, la efectivización de todos los contratados y lograr un básico igual a la canasta familiar con un salario atado a la inflación con una cláusula gatillo. Los que somos parte del Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC) en el Frente de Izquierda, peleamos por esta perspectiva organizándonos desde las bases.