Jueves 15 de marzo de 2018 14:59
Luego de que el Reino Unido anunciara que expulsará a 23 diplomáticos rusos, el mayor número en los últimos 30 años, por el envenenamiento de un exespía y su hija, este jueves se conoció una declaración conjunta de la primera ministra británica, Theresa May, los presidentes de EE.UU., Donald Trump, y de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, condenan el ataque con agente nervioso contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija.
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La declaración asegura que "El empleo de un agente neurotóxico de calidad militar, de un tipo desarrollado por Rusia, es el primer empleo ofensivo" de un agente de esa modalidad "en Europa después de la Segunda Guerra Mundial".
La misma continúa diciendo que "Expresamos nuestra consternación por el ataque contra Sergei y Yulia Skripal en Salisbury, Reino Unido, el 4 de marzo de 2018" e indica que el uso de ese agente nervioso supone un "asalto" a la soberanía del Reino Unido, en "clara violación" de la Convención sobre Armas Químicas y una violación del derecho internacional.
La tensión entre el Reino Unido y Rusia ha ido en aumento desde que May le dio un ultimátum al Kremlin para que explique el envenenamiento del doble espía. El plazo expiraba a la medianoche del martes y luego de que Rusia aclarara que no tenía nada que explicar, Londres dio un salto en el enfrentamiento anunciando la expulsión de los diplomáticos, entre otras medidas.
Estados Unidos suma sanciones por ciberataque contra Rusia
La declaración conjunta de Trump, Macron, Merkel y May busca aumentar la presión contra el gobierno ruso. Los líderes piden a Rusia que asuma sus "responsabilidades como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU para defender la paz y la seguridad internacionales".
El presidente estadounidense, Donald Trump, fue más allá y dijo este jueves que "parece" que el mandatario ruso, Vladímir Putin, está detrás del envenenamiento al exespía ruso Sergei Skripal.
"Ciertamente parece que los rusos están detrás de ello. Es algo que nunca jamás debería ocurrir, y que nos estamos tomando muy en serio, como creo que lo hacen muchos otros", declaró a la prensa al comienzo de su reunión con el primer ministro irlandés, Leo Varadkar.
El presidente Trump realizó esas afirmaciones al mismo tiempo que su Gobierno impuso más sanciones a Rusia por su intento de injerencia en las elecciones presidenciales de 2016. Las sanciones del Departamento del Tesoro incluyen a más de una veintena de personas y entidades rusas que trataron de interferir en las elecciones a través de ataques cibernéticos, y además acusó al Kremlin de haber lanzado un ciberataque contra la red eléctrica de Estados Unidos.
Rusia responde con tomar una pronta respuesta por la expulsión de diplomáticos
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró este jueves que habrá una pronta respuesta a la expulsión de 23 diplomáticos rusos del Reino Unido. Explicó que antes de hacer públicas las medidas de represalia Moscú informará de ellas a Londres y afirmó que "Entenderéis que, como personas corteses que somos, primero informaremos de la respuesta a nuestros colegas británicos".
La portavoz de esa cartera diplomática, María Zajárova, llamó a Londres a "presentar todos los materiales existentes relativos al incidente que, según ellos, está vinculado al uso de armas químicas en territorio de Gran Bretaña". En una rueda de prensa afirmó que "Hemos remitido al Foreign Office a través de la Embajada rusa en Gran Bretaña varias notas diplomáticas con el fin de iniciar un diálogo activo con Londres, pero solo recibimos como respuesta notas formales sin sentido.
Zajárova consideró las medidas y declaraciones británicas como un "espectáculo político-informativo" y atribuyó las acusaciones contra Rusia a "una colosal campaña" para solucionar los problemas internos del gobierno británico.
Las tensiones no parece que vayan a disminuir en los próximos días. La primera ministra británica, Theresa May, ha aprovechado esta situación para tomar aire ya que se encontraba debilitada por el Brexit, en plenas negociaciones y sin muchos avances con la Unión Europea. Aunque se plantea el interrogante si podrá conseguir una solidaridad real y no retórica de un bloque europeo que Gran Bretaña debería abandonar en el 2019.