En las últimas semanas el Pueblo de La Candelaria en Coyoacán ha tenido algunas remodelaciones y cambios en la infraestructura, sin embargo estos no benefician a la comunidad. Entonces, ¿quiénes se benefician?
Elizabeth Sauno @ElizabethSauno
Miércoles 30 de agosto de 2023
Al sur de la Ciudad de México, entre las avenidas Pácifíco y Aztecas se encuentra uno de los siete Pueblos Originarios de Coyoacán: el Pueblo de la Candelaria.
Asediado por las grandes inmobiliarias como el resto de los pueblos originarios de la ciudad, hoy La Candelaria ha tenido en las últimas semanas cambios en la infraestructura y algunas remodelaciones, pero estas se encuentran muy lejos de generar cambios que aporten a la mejora de la calidad de vida, dichas remodelaciones están diseñadas para beneficiar a los grandes y medianos proyectos inmobiliarios que se están desarrollando en la zona.
El último cambio en la infraestructura fue la reubicación de soportes para las portadas (arreglos florales que se colocan sobre la Cerrada Emiliano Zapata desde Avenida Pacífico hasta el atrio de la iglesia) con el pretexto de que “por seguridad” tienen que ser cambiados de lugar para evitar incidentes. Sin embargo, vecinos de la zona comentaron para La Izquierda Diario México que esto no es así:
“...la administración panista de Coyoacán vino a imponer la reubicación de los soportes de las portadas, diciendo que los postes de luz están muy endebles y que no aguantarían el peso, pero no vinieron hacer estudios de riesgo… lo que sí, es que esta reubicación es para liberar el paso para la entrada del estacionamiento del proyecto inmobiliario que se está construyendo en Pacífico… dicen que les interesa la seguridad de la comunidad, pero a nosotros en el Callejón Natenco se nos han venido abajo los cables de luz e internet cuando viene el aire muy fuerte y ni qué decir de los baches y socavones que tenemos en la cerrada".
Asimismo, los pobladores denunciaron que estos soportes están siendo colocados en puntos que son empleados para facilitar la movilidad de infancias y personas de la tercera edad o tienen dificultades para poder trasladarse, poniendo en peligro a la gente, ya que además la Cerrada Emiliano Zapata es una calle angosta.
Esta situación se enmarca por un lado en las las trabas que se les imponen a los pueblos originarios para reconocerse como tal en el marco de la nueva Ley de Reordenamiento Territorial y con esto, facilitarle al gobierno de la Ciudad de México el avalar a las grandes y medianas inmobiliarias para poder intervenir en los territorios de las comunidades originarias; y por el otro lado, la entrada de estos proyectos permite la gentrificación y la elitización de espacios.
La situación de desplazamiento, impacto ambiental y desabasto de agua es síntoma de un problema mayor, en dónde el gobierno de la CDMX, al igual que anteriores beneficia al sector empresarial imponiendo el modelo de "ciudad mercancía", favoreciendo al sector empresarial e inmobiliario.
Frente a esto, es urgente articular un movimiento en las calle, independiente al gobierno, a la derecha y los empresarios para defender la autodeterminación de los pueblos, su derecho a habitar sus territorios y conquistar que sean las comunidades junto a los y las trabajadores quienes decidan qué obras, cuándo y dónde se construyen sobre la base de un plan de obras y construcción de vivienda que junto a la expropiación de los inmuebles abandonados producto de la especulación inmobiliaria, responda a las necesidades de las grandes mayorías y no los empresarios.
Porque nuestras vidas valen más que sus ganancias.
¡No a la ciudad mercancía!
¡El agua es de los pueblos y para los pueblos!
¡Fuera megaproyectos inmobiliarios!