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Red Internacional
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Debate. ¿Renegociar o romper con el FMI?, debate con revista de la Universidad Nac. de Gral. Sarmiento

En este artículo, nos proponemos llevar adelante un debate con el publicado en Noticias UNGS, Macri, deuda y después, elaborado por el Profesor e Investigador de la UNGS, Alan Cibils(1) .

Gabriel Altamirano

Gabriel Altamirano Estudiante de Historia en UNGS

Miércoles 19 de junio de 2019

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Partiremos de un punto en común de análisis planteado en el articulo, Macri, deuda y después, por el Profesor Cibils, es decir el nivel de endeudamiento del país. El autor hace un recorrido dando las razones por la cual la argentina llego a este nivel de endeudamiento, hasta culminar su desarrollo, en lo que consideramos el debate más importante en el articulo. ¿Qué salidas tiene la Argentina ante este nivel de endeudamiento feroz?

Con el modelo griego y el portugués, el ajuste lo pagamos nosotros

El autor habla de dos salidas: “Esta es la pesada herencia (el autor se refiere al endeudamiento) que dejará la alianza Cambiemos al próximo gobierno, sea del partido político que sea. Ante esta acuciante situación tenemos dos ejemplos posibles a seguir: Grecia o Portugal”

Mas adelante afirma “Si en las elecciones de 2019 gana el neoliberalismo (Macri, Urtubey, etc.), lo que nos espera es la salida griega. Grecia estuvo 8 años bajo acuerdos con el FMI. Como resultado, no redujo su deuda y perdió 25% de su PIB, alcanzando niveles de pobreza, indigencia y desempleo similares a los de Argentina en 2001. O sea, si gana el neoliberalismo seguirán los acuerdos con el FMI y el ajuste, vendrá la flexibilización laboral y la privatización de la Anses, se profundizará el deterioro económico y el empeoramiento de las condiciones de vida de la sociedad.”

Ahora bien, claramente la salida Griega ya lleva 9 años de sacrificios para su pueblo. Los más de 300.000 millones de euros desembolsados por los acreedores internacionales no fueron gratuitos, a cambio durante los 9 años que duraron los “rescates” la economía griega estuvo monitoreada, con misiones permanentes del FMI instaladas en Atenas.

Los condicionamientos de la Troika para reducir los números del déficit fiscal fueron salvajes e incluyeron los siguientes recortes:
• Reforma laboral: eliminación de los de los convenios colectivos de trabajo, reducción del salario mínimo por debajo de los 600 dólares (según confirmaba el Ministerio de Trabajo en 2012).
• Reforma sanitaria que incluyó recorte del gasto en salud y despido de enfermeros y médicos.
• Reforma jubilatoria: reducción del peso de las pensiones en el gasto, reducción del número de pensiones por discapacidad, planes de subir la edad jubilatoria (de 60 a 65 años) combinado con jubilaciones adelantadas en la planta estatal.
• Reducción de la planta estatal: de 2010 a 2014 se despidieron 350.000 estatales, pasando de 930.000 empleados a principios de 2010 a 570.000 en 2015.
• Bajo el gobierno de Syriza, se llegó a ofrecer al FMI medidas que incluyeron restringir el derecho de huelga, a cambio de nuevos préstamos.
• Reforma educativa, que incluye eliminación de materias en los planes de estudios, reducción del personal docente y disminución del financiamiento.

Las recetas del FMI llevan al infierno. Frente a la tragedia de Grecia, se muestra a Portugal como un caso distinto, un ejemplo exitoso de ruptura con el FMI ¿Pero es realmente así?

El autor nos respondería categóricamente que si, como destaca para concluir su artículo “La mejor alternativa –la necesaria– sería seguir el ejemplo de Portugal, lo que requeriría que pierda el neoliberalismo este año. Portugal renegoció el acuerdo con el FMI imponiendo como prioridades el crecimiento económico (y no el ajuste y las demandas del sector financiero) y el mercado interno. Esta es la única salida que puede comenzar a revertir el desastre macrista.”

Sin embargo, y pese a lo que expone el Profesor Cibils, los puntos de partida de Portugal y Grecia fueron muy distintos: el país heleno estaba mucho más grave en términos de deuda, déficit fiscal y rojo externo.

Sin embargo pese a que Portugal se transformó en un caso que reivindican kirchneristas y hasta Roberto Lavagna para decir que "otro camino es posible", desde el punto de vista de los trabajadores, el caso de Portugal no significa ningún éxito que haya que festejar.

Durante los años de mayor austeridad se aplicó el siguiente combo en Portugal:

• Recortaron los salarios 14 % durante varios años por la suspensión del pago de aguinaldos.
• Los docentes llevan una década de salarios congelados. El mes pasado Costa amenazó con dimitir si el Parlamento avanzaba en descongelar la antigüedad de los docentes, lo que habilitaba la suba salarial.
• Se realizó una reforma laboral para abaratar “costos”.
• Se congeló el salario mínimo.
• Se recortaron 25 % los sueldos de los empleados públicos. A la vez, la jornada laboral se elevó a 40 horas.
• Se realizó una reforma previsional que elevó la edad jubilatoria.
• El Impuesto al Valor Agregado (IVA) subió de 21 % a 23 %. En el caso de algunos servicios públicos, la suba fue desde el 7 % al 23 %.
• Privatizaciones.

Portugal sigue endeudado hasta las manos: su deuda equivale a alrededor del 130 % del PIB. Este indicador muestra un riesgo latente alto de crisis de deuda.

Portugal no rompe con las generales de la ley en el capitalismo: los empresarios son los principales ganadores de los últimos años. De hecho, aumentaron su participación en la torta de lo que produce el país cada año.

¿Qué es el “milagro” portugués?

Es cierto que en los dos últimos años Portugal consiguió tasas de crecimiento moderadamente más elevadas que la Unión Europea: 2,8 % en 2018 versus 1,7 % de la UE. En contraste, la inversión (una suerte de medida del estado de salud de la economía) es particularmente baja en Portugal en comparación con la UE.

Un dato importante es que Portugal se benefició del empuje de la economía europea. Pero el signo común en el viejo continente desde la crisis de 2008 es el crecimiento excesivamente bajo, fenómeno del que no escapan los portugueses: crecieron menos de 2 % promedio entre 2014 y 2018.

La recuperación del empleo actualmente, se da en base a bajos salarios, precarización y flexibilización laboral, situación que afecta principalmente a la juventud: en 2008, el 10 % de las y los jóvenes de 16 a 24 años tenían un empleo a tiempo parcial, de corta duración; en 2015 llegó al 22 %. Ahora ya llega al 67,5 %. Dos tercios de los nuevos empleos generados son precarios, de tiempo parcial o mediante contrato de obra, sin estabilidad laboral. Un modelo de "modernización" como sueña Macri.

Donde verdaderamente Portugal vive un boom económico es en el sector turismo y en el inmobiliario. También existe una recuperación importante en las automotrices y en textiles. Este fenómeno no es ajeno a que muchos capitales extranjeros llegaron para aprovechar las ventajas impositivas y los bajos salarios en relación a las potencias de la Unión Europea.

¿Los trabajadores están peor o mejor que antes del comienzo de la crisis? Cuando se moderó la austeridad se le devolvió a la clase trabajadora mucho menos de lo que se le robo en los peores días del ajuste. El descontento de la clase trabajadora continúa hasta hoy y se expresa en qué 2019 promete ser récord en cantidad de huelgas. Y, para nosotros, este es el dato más alentador.

¿Renegociar la deuda o imponer una salida de los trabajadores contra el plan del FMI?

Refinanciar la deuda o renegociar no es garantía para evitar el choque que profundizará la situación de hambre y pobreza de las mayorías. La presencia del gendarme FMI implica nuevos recortes sobre la educación, la salud, la obra pública, las jubilaciones con el único fin de seguir pagando a los usureros. Sin romper con el fondo y sin dejar de pagar la deuda no hay chances de evitar un nuevo naufragio.

La deuda al tipo de cambio actual representa que cada habitante de Argentina pague $ 40.000 anuales, o que a los jubilados que perciban la mínima les quiten unos cuatro meses de ingresos, como ejemplificó Pablo Anino en Ideas de Izquierda.

El pago de la deuda representa lo que sale construir más de 42 mil escuelas o equivale a 415 mil viviendas del plan Procrear.

Nuestras vidas valen más que las ganancias de los grandes empresarios, banqueros y los especuladores que lucran con la deuda. El Frente de Izquierda es la única fuerza política que propone un programa de emergencia para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores.

Hay que romper con el FMI, y no pagar la deuda, terminar con las políticas de ajuste, el monopolio estatal del comercio exterior, la nacionalización de la banca y la expropiación de los grandes terratenientes, entre otras.

Una salida anticapitalista a la crisis.

Notas:

1-Alan Cibils,Es doctor en Economía (PhD) por la American University de Washington, DC (EE.UU.). Magíster en Economía, Magíster en Sociología y Bachellor of Arts en Sociología. Investigador-docente y Coordinador de Investigación del Área de Economía Política del Instituto de Industria de la Universidad Nacional de General Sarmiento.