En el medio de una creciente crisis habitacional que afecta a millones de familias, la funcionaria dejó su cargo. El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, sería su reemplazante.
Miércoles 11 de noviembre de 2020 16:10
Esta tarde María Eugenia Bielsa presentó públicamente su renuncia al Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, luego de fuertes cuestionamientos por la ausencia de medidas para dar una respuesta a la crisis de vivienda. Se trata de la primera funcionaria del Gobierno actual en dejar un cargo, el anunció oficial será este jueves.
Su reemplazante es el intendente de Avellaneda y vicepresidente del Instituto Patria, Jorge Ferraresi. Un hombre cerca la vicepresidenta, Cristina Fernández.
Al calor de la crisis económica y el impacto de la pandemia que empeoró la realidad social con aumentos en la pobreza y el desempleo, las tomas de tierras visibilizaron una problemática que afecta a millones en todo el país. Según el último censo del RENBAP el déficit habitaciones afecta a 3,5 millones de familias.
El problema de acceso a la vivienda no es nuevo, pero la crisis empeora de manera acelerada la situación de mujeres, niños y jóvenes que al tener trabajaos precarios son los primeros en perder sus ingresos.
La ex ministra de Hábitat jugo un papel casi nulo frente a las tomas. Con el desalojo de Guernica, repudiado por amplios sectores debido a la brutalidad del operativo sobre las familias que no tienen un techo, se expuso la pasividad de su gestión en temas de crucial emergencia.
La sub- ejecución presupuestaria confirmó algo que estaba a la vista, no habían políticas para resolver el problema de vivienda. Sale Bielsa, elegida por Alberto Fernández para jugar un rol en su Gabinete, y entra Ferraresi. Mientras las tomas de familias que luchan por un pedazo de tierra donde vivir, se extienden en todo el territorio nacional: Jujuy, Río Negro, Cipolletti, Magaldi (Santa Fé), El Hotelito en barrio 31 en CABA, son sólo algunos ejemplos.
En tiempos de ajuste y FMI, el Gobierno destinaría apenas u$s 150 millones para la construcción de viviendas, la mitad de los intereses de deuda que pasó Guzmán la semana pasada. Mientras esas parecen ser las prioridades del Gobierno actual, la vivienda es un derecho, la lucha de estas familias para que se cumpla es clave y necesita de toda la solidaridad para que triunfen.
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