Ante la recesión en algunos sectores, las empresas despiden y suspenden, al tiempo que aumentan las explotación de los que conservan el trabajo. Una propuesta para solucionar de fondo la cuestión.
Miércoles 15 de marzo de 2017 21:46
Con despidos y suspensiones, las patronales usan a los trabajadores como variable de ajuste ante la caída de las ventas. Las ganancias acumuladas estos años son siderales y permitirían sostener todos los puestos de trabajo. Pero quieren disciplinar a los obreros y aumentar los ritmos de producción. Si se produce menos, se deberían repartir las horas de trabajo entre todos los obreros, reduciendo la jornada sin tocar los salarios. Pero las empresas destruyen empleos y lanzan miles de obreros a la calle: en el capitalismo sus ganancias son opuestos a nuestra supervivencia.
La tecnología, ¿al servicio del pueblo o de los capitalistas?
General Motors acaba de suspender 350 compañeros. Hace poco tiempo, tecnificó sectores de producción, que agudizaron el “sobrante” de personal. Lo mismo ocurrió en VW Córdoba, con el turboplan, que eliminó 250 puestos de trabajo en una mezcla de tecnificación y mayor explotación. La tecnología, fue suplantando en parte al hombre. Cientos de robots sueldan, pintan, arman. Toda esa tecnología en vez de liberarnos del cansancio del trabajo, hace todo lo contrario. Cada vez trabajamos más. Y muy a menudo, ni siquiera es tecnología. Es la cruda amenaza de “mové las manos” que hay cientos de suspendidos, que cobran poco más de la mitad del sueldo mensual. Donde antes había dos obreros, ahora solo hay uno, que además limpia, llena gráficos estadísticos, controla la calidad. Polifuncionalidad, flexibilización, competitividad. Palabras empresarias, reclamadas por el empresario presidente Macri, que intenta avanzar sobre convenios y ritmos de trabajo, como lo lleva adelante en Vaca Muerta.
Y ante esto, ¿qué dicen los dirigentes sindicales? ¿Qué dice el Smata? Ya firmó un convenio flexible y a la baja, en Renault y también en Iveco. Ahora van por los compañeros de VW Córdoba, reduciendo a un sector de trabajadores a una jornada de 6 horas pero con rebaja salarial. Además se preparan para terminar con lo que para ellos son “tiempos muertos” y para nosotros descansos. Porque mientras ellos se las “ingenian” para tener más ganancias, Se agravan nuestros problemas de salud, se rompen nuestras columnas, los tendones y aparecen las hernias y las tendinitis. Los ritmos de producción aumentaron brutalmente. En Fiat, con 1000 trabajadores menos, se hacen 330 autos por turno. Son 15 coches más que hace 2 años. Iveco saca la misma producción, con casi 2 horas menos de trabajo en el turno y 150 trabajadores que ya no están.
Repartir las horas y el trabajo entre todos, sin tocar el salario
¿Ganancias? Son fabulosas desde hace muchos años. Ahora las empresas se amparan en la baja de ventas – que se empiezan a recuperar – pero en realidad la vienen ganando mucha guita. Y si no es así, ¡que abran los libros de contabilidad! Así quedará en evidencia que la crisis que descargan sobre nosotros, para las empresas significa ganancias millonarias. Donde sacaron un obrero, que lo devuelvan, donde tercerizaron, que los reincorporen a los convenios, sin despedir un solo trabajador.
Donde trabajábamos 12 horas de lunes a lunes, trabajemos menos horas, pero todos, sin suspensión. Reduzcamos los ritmos y trabajemos todos, 6 horas, de lunes a viernes, sin rebaja salarial, y con la canasta familiar como piso. Esta es la solución integral para terminar con el desempleo, las suspensiones y la superexplotación que levantamos desde el PTS-Frente de Izquierda. Para eso hay que afectar las ganancias de los capitalistas, claro. Por eso tenemos que recuperar los cuerpos de delegados, las asambleas, peleando por el control de los ritmos de producción. Es la única salida para que la crisis no la paguen nuestros cuerpos y nuestros seres queridos. Que se ajusten los patrones.