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Red Internacional
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MÁS DE 700 HERIDOS POR LA REPRESIÓN. “Me han roto los dedos de la mano expresamente. Me han tocado las tetas y reían”

La policía nacional ha entrado al Instituto Pau Claris para impedir el derecho al voto, reprimiendo con violencia a niños y personas mayores. Marta Torrecillas, que intentaba defenderlos pacíficamente, ha sido golpeada y humillada en mitad de las escaleras del centro.

Domingo 1ro de octubre de 2017

Marta Torrecillas, una joven barcelonesa de 33 años, se encontraba en el colegio electoral del Instituto Pau Claris ayudando con las mesas electorales cuando agentes de la Policía Nacional irrumpieron para desalojar el centro. Marta, al igual que tantos otros, ejerció una resistencia pacífica para garantizar el derecho al voto cuando los agentes comenzaron a reprimirles violentamente.

Lo que sigue a continuación es una denuncia de los hechos que la propia Marta envía a una amiga y que se ha extendido por las redes sociales.
(audio)

“Laura, Laura, escúchame bien esto y explícaselo a todo el mundo. Yo estaba defendiendo a la gente mayor, con los brazos abiertos, no estaba haciendo nada más que defender a la gente mayor porque han pegado a niños, han pegado a gente mayor. Y me han agarrado, me han tirado escaleras abajo y me han tirado cosas, me han roto los dedos de la mano expresamente, uno a uno, en medio de las escaleras, con la ropa levantada, me han tocado las tetas y reían, y me han pegado. Y esto mientras lo grababa todo el mundo. Explícalo, explícalo bien Laura, que se entere todo el mundo. Y me han roto los dedos de la mano expresamente uno a uno. Quiero decir que esto es mucha maldad, mucha maldad. Mucha.” Explica Marta en catalán sensiblemente conmocionada.

Tras ser atendida por personal médico, Marta ha regresado a su colegio electoral del que no ha querido irse sin haber votado.

El caso de Marta se suma al de los otros más de 700 heridos por cargas policiales, según datos del Govern catalán, cuando estaban tratando de garantizar el derecho al voto. Más allá de las cifras, las imágenes de la represión en Cataluña están dando la vuelta al mundo provocando una indignación generalizada.