La multinacional Telefónica Movistar continúa con despidos como práctica de represión sindical. Esta vez en las contratas de Madrid y Palma de la empresa Lyteica.
Lunes 1ro de abril de 2019
Hace unas semanas nos comentaban las compañeras de la CGT de Lyteica Madrid de cómo habían sufrido los despidos represivos del cuarto y quinto candidato de su lista electoral, ¡pues bien! No quedaron contentos y han aplicado la misma medida represiva contra el miembro de la Marea Azul y precandidato sindical en Lyteica Las Palmas
Desde el sindicato ESK -Ezker Sindikalaren Konvergentzia- (Coordinadora Unitaria de lzquierda Sindical) veníamos alertando prácticamente desde que acabó la gran huelga de 2015, sobre la necesidad de continuar la tensión y presión en las calles para mantener a raya a Telefónica y sus contratas ante ese afán y voracidad sin límites para esclavizarnos.
Estos últimos despidos vienen disfrazados bajo excusas tan simples como que, profesionales con una gran experiencia en el sector, “de repente” se vuelven técnicos de bajo nivel y empiezan a hacer lo que las contratas llaman "trabajar mal" o que simplemente tienen clientes insatisfechos dentro de sus actuaciones.
Hablando de esta supuesta insatisfacción, nos parece fundamental hablar de este nuevo juguete que la gran multinacional Telefónica ha otorgado a sus contratas. Dicha herramienta de mal control empresarial se fundamenta en datos que Telefónica proporciona y que hay que creerse sí o sí. Puede suceder que a un técnico le digan que en sus encuestas hay 2 clientes insatisfechos pero no le dicen ni le dan dato alguno de qué cliente es, con lo cual, obliga a creerse lo que te cuenta Telefónica. Mal comienzo tener que creerse lo que cuenta la gran empresa.
Analizando esto a fondo, ¿por qué depende de un técnico la satisfacción de un cliente si una de las preguntas es "valore a MOVISTAR”? ¿Por qué depende de un técnico la satisfacción de un cliente si la red de Telefónica está muy vieja y lleva mas de 30 años sin mantenimiento? ¿Nadie se ha parado a pensar que un cliente puede estar contentísimo con el trabajo del técnico, pero no con Movistar?
Pues esta es la realidad a día de hoy, de cómo las contratas utilizan esta herramienta para despedir. Y si son delegados sindicales, pues mejor que mejor, porque así meten miedo a la gente y consiguen su objetivo: tener trabajadores esclavos y domesticados en vez de tener trabajadores combativos.
Nuevamente volvemos a hacer un llamamiento para volver a las calles y recuperar esa tensión que nos permita plantar cara a las empresas y volver a situar el conflicto en el punto que la actual situación del sector requiere
¿Cuál es ese punto? El de la unidad y la lucha, pero lucha real y no de postureo, no ponerse detrás de una pancarta sino volver a recuperar las calles con el mismo nivel de tensión que en 2015 ¡Es el único camino!
Últimamente en ESK hemos tenido que escuchar por parte de algún sindicato que rechazamos el diálogo con la empresa y que únicamente nos dedicamos a confrontar ¡Pues sí! en los tiempos que corren nuestra posición de fuerza es confrontar, puesto que las empresas y sindicatos que se dedican en exclusividad a dialogar lo único que consiguen es adormecer y acomodar a las plantillas y creerse el falso argumento de que no estamos en épocas de lucha. Esto es como la prueba del algodón, ¿quién mantiene a raya a las empresas?, aquellas que luchan
Independientemente de que esos despidos acaben en nulos con la reincorporación de los compañeros despedidos, animamos a las plantillas de Lyteica, tanto de Madrid como de las Palmas, a movilizarse por la defensa de sus puestos de trabajo y a usar la movilización como única herramienta válida para confrontar con la patronal. Hoy proponemos movilizarnos en dos comunidades, pero nos dirigimos al grueso del sector para hacer asambleas con un punto central de debate que sea el de volver a las calles
¡UNIDAD SÍ! PERO PARA LUCHAR
NOS VEMOS EN LAS CALLES