En el marco de la cobertura de La Izquierda Diario Uruguay en el acto del 1 de mayo entrevistamos a Pablo Abisab, Secretario de Asuntos Laborales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Privada (SINTEP) acerca del conflicto que se lleva adelante en la Universidad Católica del Uruguay
Martes 1ro de mayo de 2018
LID- Contanos cual es la situación en la Universidad Católica y como se origina el conflicto
PA- En primer lugar les cuento un poco lo que viene sucediendo en la Universidad Católica desde hace 10 o 12 meses.
Ahí se formó el núcleo de base del sindicato, luego de mucho tiempo de trabajo de un grupo de compañeros y compañeras. La UCUDAL tenía como una especie de tradición de venir negociando con alguna asociación de empleados que existía ahí, pero que no tiene representación en el PIT-CNT. La Universidad Católica ha tratado en un principio de no reconocer al SINTEP, que es el sindicato de rama, que integra la Convención de trabajadores.
A partir de ahí hemos estado en una lógica de parte de la UCUDAL de no enfrentar, no negociar con el sindicato.
Desde el mes de julio y agosto venimos realizando una serie de reclamos en la Dirección Nacional de Trabajo (DINATRA) que no son de índole salarial ni por las condiciones de trabajo, sino un reclamo que tiene que ver con que la UCUDAL cumpla con la normativa, con los derechos que tienen los trabajadores de la enseñanza privada.
Esto tiene que ver con algunas cuestiones, entre ellas el pago por antigüedad, que no se cumple, ya que la Universidad venía pagando el 1% y no el 2% como corresponde; otro incumplimiento que tenía la UCUDAL era la semana laboral, ellos tomaban una semana de 48 hs. y no 44 como corresponde, y tuvieron que comenzar a regularizar, de acatar la normativa.
Nosotros lo que exigimos es que se cumpla la normativa vigente, lo que dicen los convenios colectivos y consejos de salarios de la enseñanza privada.
Otro tema que también venimos reclamando es que se cumplan las categorías laborales de acuerdo a los consejos de salarios, tema en que también estaban en falta. Ellos tienen sus propias categorías, que son una forma de flexibilizar las tareas de los trabajadores, ya que exigen que se hagan tareas que no corresponden.
Estas negociaciones han sido bastante complejas, y lo que se empezó a dar fue que la Universidad comenzó a atacar al núcleo sindical. Esto se da a través de sanciones.
Las sanciones aparecen por ejemplo con un compañero, al que le exigen tareas que no están ni siquiera dentro de las categorías que tiene la UCUDAL. O sea no solo no cumplen con las categorías del sector, sino que observan a un compañero por exigirle hacer una tarea que está por fuera de la categoría que ellos mismos fijan. No es casualidad que este compañero sea un delegado del núcleo sindical.
Hay otro trabajador, también del núcleo, que viene denunciando desde hace más de un año a un superior de acoso moral, acoso laboral, denuncias que se han hecho en las áreas correspondientes como el Ministerio de Trabajo. Hay hasta una ampliación de la denuncia de maltrato de este superior, y lo que termina haciendo la Universidad Católica es hacer una investigación administrativa y resuelve una sanción de 5 días de suspensión para el compañero delegado que había hecho la denuncia, compañero sin antecedentes, que es un buen trabajador. Por el contrario, al agresor lo que le dicen en la resolución es que modere la voz cuando da las órdenes. Son sanciones arbitrarias, que no corresponden, que son un ataque al núcleo y a la organización sindical en si.
Nosotros estamos viendo que en la UCUDAL, y también en otras instituciones, hay una escalada de agresiones a trabajadores sindicalizados.
Nosotros hemos demostrado que somos un sindicato que razona, siempre defendiendo los derechos de los trabajadores por supuesto, pero que cuando hemos tenido situaciones en instituciones con graves problemas financieros, hemos buscado la manera de que los compañeros no pierdan la fuente laboral, siempre le hemos puesto cabeza para buscar soluciones y alternativas, sin renunciar por supuesto a los derechos laborales de compañeras y compañeros.
Pero donde no vamos a ceder un milímetro es en este tipo de situaciones de acoso, de maltrato, de persecuciones antisindicales. Esto tiene que quedarle claro a las empresas e instituciones que vienen con esta línea.