Cientos de miles de haitianos serán expulsados de República Dominicana, por las políticas xenófobas y reaccionarias del gobierno de Danilo Medina. Hacen enormes filas en oficinas migratorias para intentar legalizar su situación.
Sábado 20 de junio de 2015
Foto: Ultimominuto.do
Todo apunta a una verdadera catástrofe humanitaria, desde mayo de 2014, cuando fue aprobada la reaccionaria ley 169-14, donde el gobierno de Danilo Medina “da garantías para legalizar a los migrantes en Dominicana”.
Con el espaldarazo de Joe Biden, Vicepresidente de los Estados Unidos, la ley incitaba a “legalizar” a quienes habían nacido en el suelo de República Dominicana.
De más de 260 mil trabajadores y personas haitianas, sólo 10 mil lograron legalizar su situación. Ahora el gobierno dio un plazo al jueves 18 de junio, para el cierre del infame ”Plan de Regularización de Extranjeros de la República Dominicana”. Desde entonces el Ejército patrulla las calles para expulsar a quienes no tengan papeles.
Joe Biden dio su espaldarazo en 2014 a la ley y declaró: “quiero felicitar a Danilo Medina por la manera decisiva y rápida y por la prontitud con la que consiguió que se aprobara en el Congreso dominicano la Ley de Naturalización. Me parece algo realmente importante”.
La expulsión de hatianos de Dominicana se debe a la implementación de las políticas imperialistas para el Caribe.
República Dominicana firmó el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos en 2007, que ha causado que un tercio de su población viva en pobreza extrema y éste exige la aplicación de una violenta política migratoria contra los haitianos en suelo dominicano.
En datos de la BBC, el 7% de la fuerza laboral en el país es de origen haitiano. Más de 570 mil trabajan en la agricultura, 18% de los trabajadores de la rama son haitianos. De los 248 mil trabajadores de la construcción, el 29% es haitiano.
Según The Nation “La República Dominicana se prepara para deportar a miles de personas haitianas nacidas en la República Dominicana. Los principales afectados son los descendientes de haitianos que vinieron a trabajar en las plantaciones de azúcar en el siglo 20 pero nunca legalizaron su estatus de residencia. Son casi todos pobres, vendedores ambulantes, campesinos, empleados domésticos, trabajadores, padres y madres.”
La medida ha despertado protestas en Nueva York, donde los movimientos BlackLivesMatter DominicanRepublic, Dominicanos Por Haití, We Are All Dominicans, Yo Tambien Soy Haití Ayiti’ y Radical Latina se movilizaron contra la Ley de Naturalización. En Puerto Rico organizaciones feministas y de Derechos Humanos también protestaron.
El espectro de la masacre de 1937
Las medidas migratorias de Danilo Medina recuerdan la masacre de 1937 ordenada por el dictador Rafael Leonidas Trujillo, en el que fueron asesinadas unas 15 mil personas. Historiadores como Roberto Cassá detallan que la política de Trujillo pretendía “impulsar una línea de blanquear el territorio de dominicana.
El epílogo del gobierno de Trujillo fue la masacre de nacionales haitianos a fines de 1937, con un saldo de entre 12 y 15 asesinatos y la expulsión de una cantidad terrible. El racismo, que pretendía “blanquear” República Dominicana era el reflejo ideológico de una clase dominante adoptada como discurso oficial.”
Esta masacre también tuvo un importante contenido de clase pues fue perpetuada para contrarrestar una importante oleada de huelgas y disturbios. La masacre duró tres días, durante los cuales fueron asesinados unos 20 000 haitianos, hombres, mujeres y niños.
La matanza ha sido narrada por diversos novelistas. En especial recordamos a la novela Camarada compadre sol de Jacques Stephen Alexis en el que se describe la vida de los trabajadores haitianos en República Dominicana. “No era prudente errar por los cañaverales porque terminarían siendo capturados. Más valía arriesgarse para tratar de llegar a la ciudad y esconderse. De allí podrían organizar mejor la huida hacia la frontera. Si no, terminarían siendo asesinados ya que el dictador había ordenado la masacre general de los haitianos, en todo el país.”