Mientras el gobierno mira con impotencia cómo la derecha aprueba artículo tras artículo, Republicanos mete presión a Chile Vamos para ir de frente contra derechos conquistados.
Lunes 25 de septiembre de 2023
Semana de definiciones tendrá esta en el Consejo Constitucional. La aplanadora de los consejeros republicanos se ha hecho sentir y los pocos consejeros de Chile Vamos que se han desmarcado, en dos o tres votaciones, han sufrido todo tipo de reprimendas internas.
El mismo Kast ha salido a presionar para aprobar los puntos, él se la ha jugado por mostrar “gobierno” a través de sus soldados. La derecha tradicional de la UDI y RN terminan votando por debilidad y no ser catalogados como “derechita” por los más duros como Marinovic y otros.
Desde la otra vereda el gobierno y el oficialismo se remite a hacer alocuciones antes de las votaciones apelando a “que quede en acta” que se dijeron cosas, en el ex congreso nacional nadie convence a nadie, los mismos consejeros lo admiten. En los pasillos conversan, toman cafecito, se dan la razón y luego entran a la sesión cuadrados y votan lo que previamente negociaron con sus bancadas. Como si fuera una parodia del congreso nacional, no sería necesario ni hacer las sesiones para saber que votará cada quien.
Mientras Hevia da cuñas señalando que el nuevo proyecto no tiene nada de refundacional, hay que admitir que el proyecto no lo es pero no por su moderación, sino porque el punto de partida de la derecha es la constitución refundacional que impuso la dictadura durante la dictadura, es decir, buscan profundizar el modelo instaurado por la dictadura, no necesitan refundar nada, pero si apuestan a hacer retroceder derechos conquistados o restringir brechas democráticas que se fueron abriendo desde el 90 en adelante.
Retrocesos en derechos
Desde el 15 de septiembre la derecha (Republicanos y Chile Vamos) ha pasado máquina en constitucionalizar negocios en educación y salud, además de posibilitar la privatización de playas, rios, plazas. Abrió la puerta para retrotraer el minimo derecho al aborto con las causales actuales, restringe derechos laborales como el derecho a la huelga y pone una serie de restricciones “morales” a iniciativas de organizaciones sociales y otros.
La votación de los capítulos uno y dosdejó un sabor amargo en el oficialismo que solo cuenta con 17 votos que no alcanzan para impedir la aplanadora.
Los últimos días de la semana se votó sistema político y el panorama no fue diferente. La dos principales polémicas es la disminución de los escaños parlamentarios, lo que hace algunas semanas advertimos cómo el intento de volver a un binominal pero con otro nombre.
Hevia señalaba en una entrevista a Canal 13 que más del 53% de las votaciones son con unanimidad, pero situación similar ocurrió en el proceso constitucional anterior. solo para ilustrar de los 117 artículos aprobados inicialmente, en el 80% de las votaciones votó a lo menos un convencional de la derecha a favor. En el 35% la mitad de los convencionales de derecha dieron su voto a favor. Esto es importante porque la mayoría de estas votaciones son sobre artículos similares a los que se están votando ahora.
La mayoría de las votaciones en contra de la derecha vinieron en los capítulos de derechos sociales, donde al contrario de lo que ocurrió en ese entonces, hoy se encuentran votando a favor de la privatización y la constitucionalización de que sea imposible o muy difícil volver a acceder a derechos sociales a través de la legislación regular.
¿ Cómo enfrentar a la derecha?
La derecha avanza, la elite política discute que hacer de cara a diciembre. Mientras el gobierno sigue con una pata adentro y otra fuera del proceso, diversas organizaciones sociales discuten qué posición tomar frente al proceso y a los resultados que se están dando.
Pero mientras la derecha logra imponer su agenda, los grandes sindicatos como la CUT se contentaron con impulsar una Iniciativa Popular de Norma que, sin importar la cantidad de patrocinios que obtuvo, fue desechada de entrada por la mayoría del Consejo. La misma Karen Ayala (PC) decía en unos mensajes difundidos por RRSS que “Han sido días terribles, hay que difundir, la gente tiene que saber lo que está pasando”, pareciera que para su partido eso de “rodear la convención” ya fue, de presionar para los cambios, es cosa del pasado, no han movido ni un dedo para movilizar a nadie, así como la CUT que pareciera estar en hibernación mientras la derecha cercena con total impunidad el derecho a huelga o pretenden violar la poca autonomia sindical que otorga el codigo laboral y el plan laboral de la dictadura.
La clase trabajadora y los sectores populares sabemos que en el Consejo Constitucional se está fraguando un nuevo pacto en contra de nuestros intereses. Se está apostando a ir incluso más lejos de lo que Jaime Guzman aspiró en 1980.
Enfrentar este proceso debería ser una prioridad y que cada votación se transforme en un escándalo por parte de las organizaciones sindicales, sociales y políticas que han denunciado el proceso.
Las actuales direcciones sindicales y estudiantiles no hacen más que fomentar la pasividad, aun cuando el camino para enfrentar a la derecha es el opuesto, los centros de estudio y trabajado deben transformarse en centros de deliberación política, hay que explicar pacientemente cómo estos retrocesos perjudicarán a las grandes mayorías y que es necesario enfrentarlas a través de la movilización.
La derecha retrocede cuando la clase trabajadora y los sectores populares se movilizan, no hay otro camino y es el que debemos preparar de cara a los próximos meses.