La periodista independiente Alina Duarte ha recibido amenazas directas. Repudiamos las amenazas y expresamos nuestra más fraternal solidaridad.
Domingo 1ro de diciembre de 2019
Alina Duarte es periodista independiente. Ha colaborado con Telesur y ha trabajado en Estados Unidos durante la era Donald Trump. Recientemente cubrió las gigantescas protestas de Chile contra el gobierno de Sebastián Piñera. Es internacionalista, ha mostrados su acercamiento y simpatía sin tapujos a todos los movimiento sociales de izquierda.
Ella denunció en sus redes sociales que ha recibido diversas amenazas. Repudiamos desde Izquierda Diario, una red de diarios que se publica en 8 idiomas y en más de 15 países, expresamos nuestra más sincera solidaridad con Alina y repudiamos las amenazas en su contra. Reproducimos aquí su carta de denuncia
“Lamentablemente vez no vengo a compartir noticias sobre lo que ocurre en el mundo sino sobre lo que ocurre en mi entorno inmediato. En un acto de deliberada cobardía, mi familia ha recibido dos llamadas telefónicas en el lapso de esta semana para “avisarnos” que “quieren ver rodar lágrimas de sangre de los Duarte”. Con nombres y conocimiento detallado de mi familia advirtieron que nos quieren “levantar” como coloquialmente se le llama en México a secuestrar y asesinar a alguien.
Es bien sabido que mi familia ha sido acompañante de las luchas sociales durante muchos años, que ha acompañado las batallas de los oprimidos y ha denunciado a opresores, no es un secreto. Pero también es bien sabido que no somos una familia de privilegios económicos ni políticos y que durante varias generaciones mis abuelos, mis tíos, mi padre se ha dedicado al comercio, a vender mercancías de lámina y acero en los mercados. Si lo que buscan es extorsionarnos, las grandes sumas de dinero no es algo que nos caracterice.
La mayor riqueza de mi familia no es la que consiguió para alimentarnos y llevarnos a la escuela a nietos y bisnietos. La mayor riqueza de mi familia fue educarnos con principios de honestidad, educarnos para hacer de la justicia un horizonte común y darnos valentía suficiente para sobrevivir en un mundo sumamente cruel, desigual y violento, incluso nos dio fuerza de sobra para poder enfrentarlo día y noche. Esto que suena tan sencillo y que debería ser normal, estamos seguras y seguros, genera más de un enemigo.
“Los Duarte”, como se refieren a nosotrxs en estas llamadas, tenemos la conciencia tranquila, caminamos con la frente en alto orgullosos de quiénes somos y de qué hacemos. Si hemos tenido errores esperamos haber estado a la altura y haber sabido enmendarlos. Que no quepa duda alguna de que ser Duarte es motivo de orgullo, no de vergüenza.
Si estas llamadas fueron una broma, son unas de muy mal gusto. Si pretenden ser una amenaza, estamos tomando las medidas correspondientes y ya se han abierto investigaciones al respecto.
De estar ligado esto a mi trabajo, estoy consciente de que el fascismo no es una broma, que más de uno me quisiera bajo tierra, callada, lejos de cualquier posibilidad de seguir denunciando las atrocidades que se cometen en distintas geografías de este mundo. Pero también estoy consciente de que el día que quieran atentar contra mí, lejos van a estar de estarme “avisando”.
Que quede claro que los Duarte no hemos hecho daño a nadie a menos que querer construir un mundo digno, libre de injusticias y opresiones sean un arma contra alguien, entonces sí, somos culpables.
Con amor y de pie, Alina Duarte. ✊?♥️”
