Este viernes, con su lucha y organización, los trabajadores estatales impusieron el ingreso de muchos de sus compañeros despedidos, en el marco de una dura pelea que continúa.
Sábado 2 de abril de 2016
La mañana amaneció nublada sobre la Ciudad de Buenos Aires. Pero la temperatura, a pesar de los pronósticos del tiempo, era alta.
Este viernes 1° de abril había pasado a ser conocido como el “día D” para miles de trabajadores contratados del Estado nacional. Se trataba de la fecha en que debían hacerse efectivos miles de despidos de trabajadores que se encuentran en condiciones precarias desde la anterior gestión nacional. Algo que el nuevo Poder Ejecutivo utiliza a su favor para avanzar en el ajuste fiscal.
Las dos jornadas anteriores habían estado marcadas por el crecimiento de la resistencia de los trabajadores estatales. El miércoles, mientras la conducción nacional de ATE realizaba un plenario nacional de delegados en un costoso salón de Costa Salguero, se empezaban a conocer los despidos y muchos trabajadores y delegados se quedaban a pelear en sus lugares de trabajo, garantizando que los despidos no pasaran.
El jueves, como informó La Izquierda Diario, más de 5.000 trabajadores y trabajadoras marcharon en el centro de la Ciudad de Buenos Aires hasta el Ministerio de la Modernización, ya bautizado “del ajuste” por los estatales en lucha.
El jueves mismo por la noche, se iniciaba una vigilia en la puerta de muchos lugares de trabajo, con el objetivo de garantizar que el viernes entrarán todos. “Hoy entramos todos” se convirtió en la leyenda en banderas, pancartas y volantes.
Fotografía: DyN
Despidos en puerta
Efectivamente, cuando debía iniciarse la jornada laboral, los trabajadores se encontraron con que muchos compañeros no podían ingresar. Volvían a aumentar los despidos en casi todas las dependencias de la administración pública nacional.
La firme respuesta de los trabajadores abrió negociaciones en varias dependencias. Pero este viernes tomaron notoriedad dos ministerios, por su nivel de masividad en la lucha y por la decisión en las medidas tomadas. No por casualidad fueron los ministerios donde los medios de comunicación se concentraron para cubrir lo que ocurría, como los roces con la Policía o, como había ocurrido el jueves, por impedir la conferencia de prensa del tarifazo del transporte.
Los trabajadores de los Ministerios de Trabajo y de Hacienda y Finanzas fueron la avanzada de la resistencia a esta nueva oleada de despidos, mostrando una importante disposición para pelear.
Fotografía: DyN
Crónicas de una jornada caliente
En el Ministerio de Hacienda y Finanzas, la seguridad no sólo impedía el ingreso de los trabajadores que figuraban como despedidos, sino también de todos sus compañeros. Una medida brutal que intentaba quebrar los lazos de solidaridad y apoyo que se estaban haciendo evidentes desde hacía días.
Fue la firmeza de los trabajadores y trabajadoras la que garantizó, después de empujones y forcejeos, que todos los trabajadores pudieran ingresar al hall del edificio y continuar la protesta ahí. Mientras las autoridades hacían que más efectivos policiales se acercaran al lugar para amedrentar y eventualmente reprimir, los trabajadores seguían protestando y exigiendo una reunión con los funcionarios. Ante la firme decisión de los trabajadores, estos se vieron obligados a aceptar la reunión, que duraría hasta altas horas de la tarde.
En el Ministerio de Trabajo la situación fue similar desde temprano. Pero la masividad de la protesta y el apoyo de los compañeros a los despedidos logró garantizar que muchos pudieran ingresar.
Sin embargo, cuando una importante delegación de compañeros del edificio de Alsina se quiso sumar al reclamo, se encontraron con el portón cerrado. Aquí también fue la firmeza y la decisión de los trabajadores la que obligó a la Policía a abrir el portón y dejar entrar a todos los trabajadores.
Eduardo Movia, delegado de ATE en el Ministerio de Trabajo e integrante de la Agrupación Marrón Clasista, le dijo a La Izquierda Diario que “la masividad de las acciones de ayer y de hoy lograron hacer que entráramos al Ministerio todos los trabajadores, incluyendo los compañeros despedidos. Después de eso hicimos asambleas de 800 y 1.000 compañeros. Esta fuerza y masividad ya se había reflejado en la marcha el día anterior”.
Movia agregó además que esto no es un hecho fortuito, sino el producto de haber estado durante 3 meses enfrentando los despidos con una junta interna que abrió sus puertas para organizar el activismo.
“Hicimos asambleas generales semanales, en cada una de las secretarías y pisos del Ministerio. Claramente cuando la organización sindical se amplía a organizar a los trabajadores y al activismo, se puede dar un cauce para fortalecer la pelea” señala.
En el Ministerio de Trabajo, los funcionarios prometieron una reunión para discutir los despidos el próximo lunes por la mañana. Los trabajadores decidieron convocarse nuevamente ese día para garantizar el ingreso de sus compañeros despedidos.
Uno de los trabajadores de ese Ministerio le dijo a La Izquierda Diario que “todo el mundo se fue pensando que la ganamos. Hay mucha fuerza para el lunes”. Movia agregó que “tenemos que seguir organizando para incorporar al conjunto de los despedidos”. La pelea no terminó.
Una negociación que no lo fue
En el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas (ex Economía) desde la mañana hubo una convocatoria masiva de trabajadores despedidos y compañeros que tienen continuidad laboral pero decidieron bancar a los que luchan por su puesto de trabajo.
El operativo policial montado por los funcionarios no logró quebrantar la voluntad de entrar de todos los compañeros que, luego de forcejear con la policía, lograron una negociación con el “interlocutor” y con los gremios. Éste tuvo que acceder a que ingresaran todos los despedidos.
Con los despedidos adentro hubo reuniones en muchas oficinas que empezaron a votar el quite de colaboración en solidaridad con los despedidos. A las 14 horas, los trabajadores se volvieron a concentrar para recorrer el edificio sumando cada vez más apoyo en todos los pisos. Luego se realizaría un acto en la puerta que, en los cantos, expresó la combatividad de luchadores de este Ministerio.
Horas más tarde se dio la reunión con el “interlocutor”, que arrojó una propuesta de reincorporaciones que la asamblea posterior consideró totalmente insuficiente.
“Todos Adentro” es la consigna de los trabajadores. Precisamente por eso votaron concentrarse, desde el lunes temprano, para realizar nuevas medidas de lucha hasta que vuelvan todos los despedidos a trabajar.
Pablo Anino, delegado de ATE e integrante de la Marrón Clasista, afirmó que “hay una gran predisposición de lucha de muchas compañeras y compañeras de distintas áreas como Progresar, Dirección Nacional de Empresas con Participación del Estado, Programación Macro y otras donde hubo despidos. Esta es la base para el lunes volver con todo para que ingresen los despedidos. La prepotencia de los funcionarios macristas y del operativo policial nos obliga a escalar en las acciones de lucha que tomemos el día lunes. No descartamos nada, desde bloqueos a los accesos, toma de despachos, permanencias en la puerta del despacho del Ministro Prat Gay, como así también cortes de calle en lugares neurálgicos del centro de la Ciudad”.
El delegado además denunció que “hoy (por ayer) vivimos una verdadera privación ilegítima de la libertad con el cierre de todos los accesos por parte del operativo policial, impidiendo el ingreso pero también el egreso de los trabajadores que protestaban dentro del edificio. La voluntad de lucha que mostramos logró quebrantar esa política represiva”.
Por último, agregó que “vamos a empezar a impulsar un fondo de lucha para que ningún compañero sea quebrado por hambre. Vamos por la reincorporación de todos”.
La jornada de este viernes puso de manifiesto que voluntad de pelear es lo que sobre entre los trabajadores estatales. Es necesario e imperioso que las conducciones de las CGT abandonen la brutal tregua que sostienen con el gobierno y apoyen esta dura pelea.

Redacción
Redacción central La Izquierda Diario