×
×
Red Internacional
lid bot

DEBATE EN LA IZQUIERDA VENEZOLANA. Respuesta a la UIT(PSL): una política que desarma a los trabajadores frente al imperialismo y el golpismo

La situación venezolana es objeto de discusiones en la izquierda. La UIT-CI, corriente internacional a la que pertenece el PSL, publicó un artículo polemizando con las críticas de la LTS a sus posiciones. Aquí la respuesta de la LTS.

Sábado 23 de marzo de 2019 13:55

Luego de escribir nuestra polémica “Con la política del PSL no se combate el imperialismo y la derecha”, uno de los dirigentes de la UIT, organización internacional a la que pertenece el PSL, responde a nuestra crítica intentando demostrar que su política en Venezuela sí es consecuente con una lucha por la independencia de clase. De paso, aprovecha para lanzarnos acusaciones sobre una presunta “capitulación al chavismo”. El intento es muy inconsistente.

A su respuesta Miguel Sorans le pone por título la pregunta “¿Repudiar a Maduro favorece al imperialismo?”, queriendo hacer aparecerla como una afirmación nuestra, y que la crítica es porque ellos “repudien a Maduro”. Empezaron mal desde el título con un artilugio que no funciona. Desde la LTS denunciamos hasta el hartazgo la política y al régimen de Maduro, repudiando su política represiva y antiobrera. Nuestra página está llena de tales denuncias y repudios. Somos parte activa de las luchas contra el gobierno y sus políticas.

No, nuestra crítica es que, durante toda esta ofensiva golpista e intervención imperialista descarada su consigna central, alrededor de la cual se subordinaban todas las demás, fue la de “Fuera Maduro”.

Se trata de una política llevada a cabo en Venezuela que hizo agua cuando a mediados de enero la situación da un giro con la obscena intervención imperialista en el país y toda la avanzada golpista con el títere de Washington, Juan Guaidó, autoproclamándose “presidente encargado” de Venezuela.

Donde más al desnudo se puso esta política fue en su intervención concreta en la Intersectorial de Trabajadores de Venezuela (ITV) desde mediados de enero en adelante, cuando la avanzada golpista estaba en curso y el más descarado intervencionismo se ponía en práctica. En su refutación política extrañamente no hacen la más mínima mención a esta parte de su actuación que se le critica. Lugar donde realmente llevaron hasta el final sus posiciones programáticas en Venezuela. Es muy probable que no lo mencione porque se trata de una política indefendible en una práctica concreta.

Pero Aclaremos de paso algo, Sorans dice que su consigna central ha sido “¡Fuera Maduro, por un gobierno de los trabajadores!”, lo que no es veraz, puesto que su consigna ha sido “Abajo Maduro con la movilización popular” o “con la movilización autónoma del pueblo trabajador”, pero “por un gobierno de los trabajadores” no acompaña el “Fuera Maduro” en la consigna central ni en las secundarias que divulgan en sus materiales. Más allá de que en el cuerpo de los textos lo hayan planteado tal como también lo hemos hecho nosotros, por supuesto.

Un relato reconstruido sobre una historia real de capitulación al chavismo

En su respuesta la UIT acusa a la LTS por una supuesta política sostenida de “sumarse a los sectores que le da un apoyo vergonzante a Maduro”. No se trata más que de una calumnia. En primer lugar, hay que decir categóricamente que somos una organización que tiene el orgullo en los más de 20 años del chavismo de nunca haber apoyado a este movimiento político, ni antes de que fueran gobierno ni en todo el tiempo que han estado en el poder. Aunque por supuesto estuvimos en primera fila del combate a las embestidas e la reacción y el imperialismo, como el golpe de abril y el paro patronal y sabotaje petrolero.

Es por esto que la acusación que nos hacen no solo que no puede ser sostenida por la UIT-CI, ni por la dirección histórica del PSL, sino que de paso aprovechan para reescribir la historia sobre sus posiciones en determinados momentos históricos. Ellos dicen “La realidad es que el chavismo ha venido gobernando durante ya casi 20 años asociado a las multinacionales del petróleo, pagando deuda externa, atacando el nivel de vida de los trabajadores y reprimiendo sus protestas”. ¿Por qué entonces desde el surgimiento del chavismo hasta mediados del 2007 llamaban a apoyar a Chávez?

El núcleo histórico del PSL viene de militar largos años subordinado al chavismo, negándose entonces a cuestiones elementales como levantar una candidatura propia de los trabajadores y la izquierda, llamando por el contrario a “reventemos las urnas con votos por la reelección del presidente Chávez”, tal como lo hicieron en el 2006, mediante alianzas electorales con el partido de Lina Ron que levantaba el “Con Chávez todo, sin Chávez nada”. ¿Cuál era el criterio para esto?, la simple subordinación al chavismo. Más aún durante toda una etapa desarrollaron hacia el chavismo una política que adquirió cierta proximidad con la experiencia política del “entrismo” en el movimiento nacionalista burgués peronista en Argentina en la década de los años ’50 como lo demostramos acá.

Han pasado de estar subordinados al chavismo a un antichavismo absoluto (en una especie de campismo) en el que pasaron en los hechos a no reconocerle ni siquiera los elementos de nacionalismo burgués que tuvo, o sus rasgos de bonapartismo sui generis en buena parte con Chávez. En este punto cabe el interrogante de que si los 20 años de chavismo no han sido sino de un gobierno “atacando el nivel de vida de los trabajadores y reprimiendo sus protestas”, ¿cómo es que tras casi una década en que la UIT-CI se subordinó al chavismo, aún no se conoce algún balance crítico que hayan hecho de esa política?

En su texto escriben “La política de Maduro y el chavismo le hacen el juego al imperialismo”, como si fuera algo nuevo. Una cuestión que venimos diciendo, no solo ahora, sino durante los propios gobiernos de Chávez, que con sus políticas le facilitaban el camino a la reacción.

En diversos artículos, desde la LTS, desarrollamos cómo Maduro y el chavismo allanaron el camino al imperialismo y a la derecha para la ofensiva golpista, al descargar brutalmente la bancarrota del capitalismo rentístico y dependiente sobre los hombros del pueblo y tomar un curso cada vez más autoritario y represivo ante su pérdida de base social. A cuenta de qué viene entonces la afirmación contra nuestra corriente de “sumarse a los sectores que le da un apoyo vergonzante a Maduro”. Ni con Chávez en sus mejores años menos que menos con Maduro, la LTS ha tenido una política de “apoyo”.

Te puede interesar: Cómo Maduro y el chavismo allanaron el camino al imperialismo y a la derecha para la ofensiva golpista

Una lógica capituladora sobre cómo actuar durante los golpes de Estado, que desarma a los trabajadores

En su respuesta a nuestra crítica, desarrollan una lógica que solo lleva a la capitulación política. De contenido, prácticamente sostienen que solo se puede tener política contra el golpe cuando éste se está ejecutando en concreto, no durante su ofensiva y preparativos para el mismo. No preparando a los trabajadores y al pueblo pobre previamente a las tentativas golpistas. Veamos.

Hacia el 23E se estaba dando inicio a una ofensiva golpista pensada desde Washington, y era un secreto a voces que lo más seguro que Juan Guaidó se iría a proclamar “presidente encargado” en la manifestación de ese día. Ya habían anunciado su Ley de amnistía, ya habían hecho su llamado a los militares. Cuando Guaidó se proclama, no habían pasado literalmente ni 10 minutos cuando ya el gobierno de Donald Trump estaba reconociendo a Guaidó como “presidente”, luego vinieron declaraciones en el mismo sentido de los distintos países latinoamericanos gobernados por la derecha continental.

Ese mismo día de la autoproclamación del 23E, el PSL distribuye un volante que tenía por título “Derrotemos a Maduro con la movilización popular” (que es una versión resumida de un artículo del 19 de enero). El día en que Guaidó se autoproclamaba presidente de facto del país, y reconocido como tal por la principal potencia imperialista (golpe de Estado). Y todos sabemos que si el golpe de Estado no se concretó ese día fue porque las Fuerzas Armadas, pilar fundamental del régimen reaccionario de Maduro, no se quebraron o sectores importantes de la misma no se dieron vuelta.

Pero en tal texto de ese día no había ninguna denuncia al intento de golpe en curso. En dicho volante sobre “La AN y sus partidos” solamente decían que “solo buscan reacomodarse y recuperar el apoyo popular perdido, con el objetivo de presionar al gobierno, que actualmente atraviesa una severa crisis interna, para iniciar una transición ordenada y negociada con el gobierno de Maduro, la cual contaría con el apoyo de Estados Unidos y los gobiernos patronales integrantes del Grupo de Lima”. En otras palabras, cuando avanzaba el golpismo de la mano del intervencionismo imperialista, el PSL lo que le criticaba a los partidos de la oposición no era el injerencismo golpista sino que supuestamente buscaban “presionar” o “negociar” una transición con Maduro.

En su texto escriben “Desde el primer momento el PSL viene denunciando la injerencia imperialista e intento golpista y ha denunciado a Guaidó.” Como vemos, ni el mismo día, tal como se puede leer en su material impreso del propio día 23 hacían la mínima alusión al golpe. Pero en su artículo de réplica dicen refiriéndose a la LTS que “Y rematan con otra falsificación, acusando al PSL de no hacer una ‘denuncia furibunda a la avanzada golpista’.”

Otra cosa es lo que hacía su corriente internacional, en una declaración que publicaba el mismo día 23E hablando de “intentona golpista”. Por eso es que escribimos en nuestro artículo crítico que “La declaración del Frente de Izquierda (FIT) de Argentina para convocar a la marcha a la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires el pasado 27 de febrero, tenía correctamente articulada la política antiimperialista con independencia del gobierno de Maduro. La corriente hermana del PSL en Argentina, Izquierda Socialista, por tanto, firma una declaración que tiene una lógica distinta de la que impulsan en Venezuela, lo que expresa una gran contradicción entre lo que firman en Argentina con la política y la práctica en Venezuela.”

Por eso sostenemos que sí, en esas circunstancias objetivamente “la vuelta de la derecha neoliberal y proimperialista al poder en este contexto, no parece mayor problema para el PSL”, tal como lo vimos el propio día del 23E.

En su respuesta escriben “El PSL y la UIT-CI repudian el actual intento de golpe. Pero aún no se ha dado una situación comparable al golpe pro yanqui y el boicot petrolero de 2002-03 contra Chávez”. Pero veamos, ¿qué es “una situación comparable al golpe pro yanqui”?, ¿cuando se “ejecuta” y Chávez cae el 11 de abril? Creemos que no, sino en todos los días y semanas previas durante las cuales estaba la intentona golpista.

Esta ofensiva golpista organizada desde Washington fue más alevosa aún que la llevada a cabo en el 2002. En aquellos días intentaron ocultar que estaban detrás del mismo y se “cuidaron” de hacer afirmaciones de intervenciones militares directas, en esta nueva ofensiva golpista ni siquiera se cuidaron de eso diciéndolo abiertamente para la ejecución de un golpe de Estado y sosteniendo que la “opción militar” estaba sobre la mesa, pasando a reconocer al instante al “nuevo gobierno” de facto de Guaidó el 23E.

El país está siendo sometido por la principal potencia imperialista a una agresión económica, diplomática y amenazas militares para forzar el derrocamiento del gobierno, como la confiscación de sus bienes en territorio estadounidense, retención de recursos y un virtual embargo petrolero, reconoce un gobierno paralelo y llama abiertamente a los militares a dar un golpe, sometiendo a las FFAA del país a una constante presión y chantaje entre derrocar al gobierno y aceptar una amnistía o enfrentar una agresión militar, intentan violentar la soberanía territorial el 23-F como otra vía para conseguir desencadenar un golpe o una intervención militar externa. Pero la UIT-CI sugiere que “aún no se ha dado una situación” (como en 2002-2003) que amerite estar “en la primera fila de la movilización obrera y popular para derrotarlos”. ¿Cuándo sería entonces? ¿Qué hubiese pasado si el 23-E o el 23-F logran quebrar las FFAA y ejecutar el golpe? ¿El momento es cuando el derrocamiento por parte del imperialismo sea casi un hecho? Eso es sencillamente dejar a los trabajadores y el movimiento de masas sin política real para desarticular la ofensiva golpista.

La política concreta en su intervención en la Intersectorial de Trabajadores

Hasta el momento hemos discutido lo que han puesto en el papel o en su red digital, veamos ahora una actuación concreta de esta política llevada adelante. Hemos dicho que la Intersectorial de Trabajadores de Venezuela (ITV) fue un espacio de intervención concreto donde se puso a prueba de qué manera se batalla o no por una política de independencia de clase. Aquí los compañeros no pasaron la prueba. Y, dicho sea de paso, en su respuesta a nuestra crítica esto lo eluden. Por eso volvemos a insistir.

En la polémica escribimos que “Es precisamente lo que, lamentablemente, no han venido haciendo los compañeros del PSL [la batalla por una política de independencia de clase]. Aunque hemos coincidido, junto con otras corrientes, en denunciar al imperialismo y en que la ITV no aparezca como un espacio de respaldo a la ofensiva de la derecha, la política de “Abajo Maduro” en medio de la arremetida imperialista, los ha llevado en los hechos a coincidir dramáticamente con la mayoría de los dirigentes sindicales de la derecha que también dicen “Abajo Maduro” … para que suba Guaidó.”

En la Intersectorial, los dirigentes sindicales mayoritarios buscaron siempre establecer un supuesto consenso para los acuerdos. Por supuesto, allí no entraba ninguna crítica a Guaidó y su Plan País, ninguna denuncia a la agresión imperialista de Trump. El consenso que se imponía era el solo estar contra Maduro, no cabía otro. Un consenso tal que desde la LTS no compartimos.

Cuando se realizaba una reunión donde se discutiría lo que se iba a hacer en cuanto ITV para el 23-E, desde la LTS sostuvimos que había que realizar una marcha o concentración independiente a las que organizaba la AN con Guaidó a la cabeza y las que organizaba el gobierno de Maduro, levantando banderas de independencia de clase, que no importaba que fuéramos pocos comparadas con las grandes movilizaciones de la oposición, pero que sería una manera de decirle a los trabajadores que había una alternativa diferente tanto a Guaidó como de Maduro.

Obviamente las direcciones sindicales mayoritarias de la ITV se opusieron. Infelizmente bregamos solos por tal política junto a los representantes de Marea Socialista, a pesar de estar presentes los representantes del PSL. Dicho más claro: en tal reunión de la ITV el PSL no luchó porque el 23-E los trabajadores tuvieran una concentración propia, diferenciada de la del golpismo de Guaidó y de la de Maduro; su propuesta, en dicha reunión, fue que como ITV se fuera a la marcha de la oposición derechista “pero con banderas propias”. ¿Es así como se combate al golpismo y se lucha por una política de independencia de clase?

Pero aún después del 23-E, cuando ya se da un salto cualitativo en el intervencionismo golpista, con la apuesta directa a concretar el gobierno paralelo reconocido por EE.UU. y el quiebre de las FFAA para que derroquen a Maduro, en reuniones subsiguientes es el PSL quien propone levantar la consigna de huelga general dentro de la Intersectorial con la consigna de Abajo Maduro, como política a ser resuelta en un el plenario sindical a realizarse el 26F. Automáticamente es tomada por los dirigentes sindicales vinculados a los partidos de la derecha pues la vieron funcional a sus objetivos, pues la misma no llevaba ninguna consigna contra Guaidó, menos contra el imperialismo. Todo esto en medio de la ofensiva golpista que avanzaba en su intentona hacia el 23F con la operación “ayuda humanitaria” con la previa de la movilización reaccionaria del 12 de febrero y alusiones abiertas de Guaidó por una intervención militar extranjera.

No se trataba de una huelga general que enfrentara a la intervención imperialista y al golpismo de Guaidó con los métodos de la clase obrera, sin dar ningún apoyo político a Maduro, por un programa de emergencia obrero y popular para enfrentar el sufrimiento inaudito del movimiento de masas, fortaleciendo de esa manera las propias capacidades de los trabajadores para enfrenar con más fuerza y en mejor posición a Maduro. Esa no es la “huelga general” que propuso y propone el PSL (y que las direcciones mayoritarias de las ITV ligadas a la derecha le tomaron con gusto), sino una huelga que al tiempo que no se pronuncia contra la agresión imperialista y el golpismo, solo lleva como estandarte el “Fuera Maduro”, justo en medio de la ofensiva de Trump/Guaidó por concretar su propio “Fuera Maduro”. Porque esa era el “consenso” al que se adapta el PSL.

¿Qué “huelga general” progresiva puede ser esa en medio de tal situación? Por eso es que en el plenario de la ITV del 26F, en lugar de batallar duramente contra la política de los sindicalistas de la derecha, que incluso hablaban de huelga general con todos los sectores sociales del país, y de jerarquizar la lucha contra la injerencia imperialista tras de la cual se estaba llevando a los trabajadores, el PSL terminó coincidiendo con la idea de “huelga general” que, supuestamente, nos contempla a todos, pues el “consenso” es que “todos estamos por sacar a Maduro”.

Los compañeros nos endilgan que afirmar esto es una calumnia porque nunca lo han puesto en el papel. Pero la política no es solo lo que se pone en una página digital o en un papel impreso, sino también la línea que se plantea una y otra vez en las intervenciones en los espacios donde se participa, así como la política concreta que se lleva adelante.

Si no hubiese sido esa su ubicación, los compañeros del PSL (que incluso eran parte en la mesa directiva de la plenaria sindical) se hubiesen transformado en un obstáculo firme a la orientación de “paros y huelgas” para sacar a Maduro y en apoyo a Trump/Guaidó que enarbolaban la mayoría de los dirigentes sindicales. Pero no fueron un obstáculo para tal “consenso”, sino que ayudaron a construirlo.

Muy distinta fue nuestra intervención desde la LTS, que recibió el rechazo y actitudes agresivas de gran parte de los sindicalistas pro Guaidó por denunciar la agresión imperialista y el golpismo de Guaidó, al tiempo que señalar claramente diferenciado nuestro enfrentamiento el gobierno hambreador y represivo de Maduro, tal como pudo apreciarse en un video que recorrió las redes sociales.

Te puede interesar:Plenario de la Intersectorial: quieren llevar a los trabajadores tras la agenda de Trump y Guaidó

Y es tal el propio enredo que se arma el PSL con esta política de coincidir –con una consigna en apariencia “radical”– con los sindicalistas pro Guaidó tras el “paro y huelga” por el “Fuera Maduro”, que los ha llevado a no poder pronunciarse contra el llamado a “paro” que hizo Guaidó en la administración pública, como parte precisamente de esa orientación definida en el plenario del 26F de la ITV. La reunión con Guaidó en la que participaron varios de los principales referentes de la Intersectorial, y el llamado de este a un “paro” contra Maduro, es parte de poner las luchas de los trabajadores al servicio de su ofensiva golpista con apoyo de los EE.UU., es poner los paros y huelgas como un complemento más de esa ofensiva. Sin embargo, es perfectamente coherente con la orientación que se daba el plenario de la ITV. ¿Por qué aún los compañeros del PSL no salen a repudiar ese llamado?

Sobre las “enseñanzas” de Lenin

Pero la polémica no termina allí. En su artículo, la UIT/PSL pretende impartirnos “enseñanzas” recurriendo a Lenin, durante el período de la revolución rusa de 1917. A pesar de las evidentes y grandes diferencias de la situación concreta (en Rusia había una revolución en curso en ese año), aclarar este aspecto de la polémica puede ayudar a comprender las lógicas políticas que nada tiene que ver con la que sostiene el PSL.

En su artículo de respuesta a nuestra crítica escriben: “Pero también Lenin y Trotsky levantaban abajo Kerensky, la misma consigna que levantaban los golpistas de Kornilov y de la derecha contrarrevolucionaria rusa”. Y más adelante escriben “Cuando se concretó finalmente el intento de golpe en setiembre de 1917, tanto Lenin como Trotsky impulsaron la movilización para detenerlo y derrotarlo, pero incluso en esos días solo suspendieron la consigna de abajo Kerensky y todo el poder a los soviets, y la retomaron de inmediato al fracasar Kornilov.”

El de Alexander Kerensky era un gobierno que tras las llamadas Jornadas de Julio había desatado una gran represión al movimiento obrero, una fuerte persecución contra los bolcheviques, encarcelando a muchos de sus dirigentes (como Trotsky), otros obligados a pasar a la clandestinidad (como Lenin), incautado sus imprentas y censurado muchos de los diarios bolcheviques, al tiempo que seguía empeñado en mandar al frente de guerra a unos soldados que no querían ya seguir muriendo por miles, un gobierno evidentemente hostil a la masas, aún así, cuando se presenta la tentativa restauracionista del general zarista Kornilov para derrocar a Kerensky, la política de los bolcheviques “se hallaba determinada por el agrupamiento real de las fuerzas y no por simpatías o antipatías”.

Aun cuando en el caso ruso se vivía una revolución y el movimiento de masas tenía en pie poderosas organizaciones de poder obrero y campesino (los soviets) con importantes destacamentos armados, y los bolcheviques avanzaban en conquistar predominancia en la mayoría de los soviets, aún en esas circunstancias, infinitamente más favorables para el movimiento de masas y la izquierda revolucionaria que las que hoy existen en Venezuela con relación al poder y capacidades de la derecha proimperialista, la política de los bolcheviques fue preparar a las masas para enfrentar la avanzada golpista que preparaba Kornilov para liquidar la revolución.

No es el objetivo aquí inundar de citas de Lenin o Trotsky, para lo cual recomendamos la lectura de los capítulos 32 y 36 de La historia de la revolución rusa de Trotsky. Pero tomemos algunas referencias: la ofensiva golpista de Kornilov comienza a finales de agosto. Trotsky escribe “En las horas que tenían libres de servicio, los marinos iban a la cárcel a ver a sus camaradas detenidos, a Trotsky, Raskolnikov y otros. ‘¿Es que no ha llegado el momento de detener al Gobierno?’, preguntaban los visitantes. ‘No, no ha llegado aún –se les contestaba-; apoyen el fusil sobre el hombro de Kerensky y disparen contra Kornilov. Después les ajustaremos las cuentas a Kerensky’”.

Lenin que era objeto de una campaña encarnizada por parte de los socialrevolucionarios y mencheviques escribía: “Sería un error profundísimo pensar que el proletariado revolucionario para vengarse, por decirlo así, de los socialrevolucionarios y los mencheviques por haber contribuido a la represión a los bolcheviques, a los fusilamientos en el frente y al desarme de los obreros, fueran capaces de negarse a prestar su ‘apoyo’ frente a la contrarrevolución.”

En otro pasaje Trotsky relata “Kerenski y Kornílov representaban dos variantes de un mismo peligro; pero esas variantes, la una mediata, inminente la otra, se vieron contrapuestas hostilmente a finales de agosto. Había que dominar, ante todo, el peligro agudo, inminente, para liquidar después el mediato. Los bolcheviques no sólo entraron a formar parte del Comité de defensa -aunque la situación que ocuparan en el mismo fuese la de una pequeña minoría-, sino que declararon que en la lucha contra Kornílov estaban dispuestos a concertar una alianza "militar y técnica" incluso con el Directorio. (…)”. Y Lenín escribía “Combatiremos, combatimos contra Kornílov, pero no apoyamos a Kerenski, sino que denunciamos su debilidad. Hay una diferencia... Es menester luchar implacablemente contra las frases... relativas al apoyo al gobierno provisional, etc., precisamente porque se trata de simples frases.”

Toda esta política es llevada adelante durante los preparativos de la intentona golpista y durante la ejecución del golpe, pues había que preparar a los batallones del proletariado para cuando se diera la ejecución del golpe, que evidentemente fue derrotado. Y una vez derrotado, las masas se llenan de energías al aplastar la contrarrevolución y se lanzan decididamente: quienes “a fines de agosto se convirtieron en la defensa más segura del Palacio de Invierno contra los kornilovinianos; a fines de octubre dispararán contra el Palacio de Invierno con los cañones del Aurora”.

La referencia de Trotsky

Solamente nos vamos a detener brevemente aquí sobre cómo toman la cita de Trotsky a la que hacemos referencia en nuestro texto de polémica ("junto con el Brasil ’fascista’ frente a la ’democrática’ Gran Bretaña"), porque en realidad ya es desaprender las políticas del viejo revolucionario ruso. Escriben “No existe todavía una invasión militar, ni tampoco un golpe de la derecha. Hay intentos, pero no es la situación actual.”

“No existe todavía una invasión militar”. Es decir, para los dirigentes de la UIT hay que tener a las tropas militares imperialistas entrando por tierra, mar y aire al país, o ya invadiendo el propio territorio para tener esa posición como la que recomendara Trotsky. Realmente no dejan de sorprender. Con esta visión no les pasa ni por la mente que hay que preparar a las masas, no sólo políticamente, sino también militarmente, para hacerle frente a la agresión imperialista. Quién considere que esto se puede hacer en horas, no tiene más nada por delante sino la derrota asegurada.

Se hace necesario desarrollar una política activa desde que las amenazas se ciernen sobre el país, y no solo cuando éstas se ejecutan. Se trata de la misma lógica a la hora de enfrentar una ofensiva golpista. Pero como ya vimos, se trata de posiciones en función de sus adaptaciones políticas. Una cosa era cuando eran apoyadores del chavismo y otra es hoy cuando sostienen una política esencialmente antigubernamental. Durante el paro petrolero de finales del 2002-03 no se ejecutó un golpe, había una ofensiva golpista; hoy para seguir su lógica no se ejecutó un golpe, sino que hay intentona golpista. Pero tienen políticas distintas.

Como vemos, con la política del PSL, concretamente, no se enfrenta seriamente al imperialismo y a la derecha. Su política concreta y toda una serie de argumentaciones y justificaciones que han venido desarrollando está para confirmarlo, tal como lo hemos explicado.

Recientemente los compañeros del PSL (20 de marzo) han publicado un nuevo artículo cuyo título lo encabezan con “Ni injerencia imperialista ni golpe. Que a Maduro lo saque la movilización popular”, en el cual hay una reubicación parcial de la política que han venido llevando a cabo, puesto que parten de reconocer que el eje ordenador de la situación nacional actual es la ofensiva imperialista golpista. Siendo así, nos parece un ajuste importante porque permite precisar con más claridad cuáles son las tareas planteadas por la situación, en función de lo cual tiene más pertinencia el llamado que reiteramos a los compañeros a rectificar su política de no poner en el centro la derrota de la agresión imperialista con los métodos de la clase obrera, que es la orientación que puede permitir al movimiento de masas fortalecerse ante todos sus enemigos. Es un llamado a batallar juntos contra todo este golpismo de la avanzada imperialista y la derecha criolla, tal cual la declaración principista que firmaron en Argentina, donde se articula la política antiimperialista con total independencia del gobierno de Maduro.