PALESTINA LIBRE. Respuesta al Directorio FEUCR de Liberación: No es conflicto, es genocidio

El Directorio de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR) hizo público un pronunciamiento en el cual hacían un llamado a la paz ante “el conflicto entre Israel y Palestina”, además de hacer “un llamado a apegarse a los valores y principios del Derecho Internacional” y apelando a que la “comunidad internacional debe exigir el cese inmediato de los ataques”. Esta posición ambigua, tiene similitudes con la posición firmada por 28 diputadas y diputados antiderechos de la Asamblea Legislativa, algunos de los cuales son del PLN. Queda clara a qué orientación política responde el actual Directorio federativo.

Por otra parte, la postura del partido federativo Alternativa es insuficiente. Alternativa aboga a que sean organismos internacionales tales como la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Corte Penal Internacional los medios por los cuales exista una solución. Esta posición tiene similitudes con la de la Juventud del Frente Amplio, quienes depositan sus esperanzas en que sea a través de la presión a la comunidad internacional la manera en la que logre detener la violencia sionista hacia el pueblo palestino, además de apelar a que “el gobierno de Estado Unidos tenga la sensatez para dejar de apoyar al gobierno de Netanyahu”.

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Ambas posiciones son insuficientes. Con respecto a la posición del Directorio Federativo, dirigido por parte de la juventud del PLN, es claro que no se trata de un conflicto, como lo catalogan en su pronunciamiento, sino que se trata de un genocidio por parte del Estado ilegítimo y colonizador de Israel hacia el pueblo palestino. Llamar a la paz, como si el estado ficticio israelí, y Palestina, tuvieran igualdad de condiciones, es abstracto, y es un crimen, cuando en lo concreto lo que sucede es un genocidio hacia el pueblo palestino, con la presencia de muertes y personas heridas, y con una ocupación violenta del territorio palestino, territorio en el cual se lleva más de 70 años desarrollándose una limpieza étnica, a vista y paciencia de la “comunidad internacional”. Además, es sabida la enorme superioridad militar israelí, que cuenta con el cuarto ejército del mundo y armamento nuclear financiado por el imperialismo norteamericano.

Tanto el Directorio como Alternativa, caen en el error de apelar y depositar su confianza en los organismos internacionales, misma que, por un lado, cataloga al ficticio estado israelí como una potencia militar, pero por otro, la financia. La comunidad internacional es una abstracción, y apelar a la sensatez del gobierno del país imperialista, es una ingenuidad. Poner a las instituciones burguesas internacionales como sujetos que garanticen una solución política a la situación del pueblo palestino, no es correcto, pues deja de lado que sea la clase trabajadora y su juventud quienes jueguen el papel de sujeto social revolucionario.

La historia ha demostrado que el imperialismo no resuelve ni mejora las guerras, ni las crisis que recaen en los hombros de la clase trabajadora. Además, parecen ignorar la histórica huelga general que se llevó a cabo el pasado 18 de mayo, huelga que fue un logro llevado adelante por la juventud trabajadora y desocupada palestina, que quiere poner un alto a las agresiones sionistas, y a las consecuencias del apartheid, tales como el desempleo, pobreza, trabajos precarios, represión y ausencia de vacunas contra el Covid-19.

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La huelga general contó con la participación de millones de palestinos, y de un apoyo internacionalista por parte de agrupaciones de izquierda y clase trabajadora de distintos países, entre ellos, Costa Rica, con un plantón en el cual nos sumamos desde Organizate. Es claro que el agente político debe ser la clase trabajadora, la cual debe nutrirse de una total solidaridad internacionalista y una estrategia que supere la posición pacifista, conciliadora y reformista, las cuales no brindan una solución al pueblo palestino.

La juventud palestina marca una tercera posición, lejos de esas políticas conciliadoras. La huelga, junto con las muestras de solidaridad internacional, son un enorme paso y una demostración de que la confianza se deposita en nuestras fuerzas y métodos de lucha, y son un ejemplo de organización de la juventud y la clase trabajadora en todo el mundo, contra las condiciones de miseria del capitalismo.