La patronal pretendía avanzar con medidas que buscaban flexibilizar las condiciones de trabajo y se encontró con la respuesta organizada de los trabajadores
Viernes 10 de junio de 2022 23:22
La patronal de Arcor, una de las principales empresas alimenticias del mundo que aumento en un 250% sus ganancias en el último año y recientemente abrió una mega planta en Angola, lanzó un ataque contra las condiciones laborales de los trabajadores de la planta de Bagley que le pertenece al grupo.
El objetivo de la empresa es cambiar el convenio de trabajo, obligando a un sector de obreros a trabajar sábados y domingos con turnos de 12 horas. Las horas trabajadas tendrían francos compensatorios durante la semana, pero con esta medida se busca flexibilizar las condiciones de trabajo y eliminar las horas extras, a la vez que somete a un porción de trabajadores a dejar los fines de semana en la fábrica sin poder disfrutar del tiempo libre con sus familias.
Respuesta obrera del conjunto de la planta
La empresa quiso avanzar buscando convencer individualmente de los beneficios de esta medida pero los trabajadores respondieron organizándose en asambleas, con campañas de concientizacion por parte de los delegados y el miércoles pasado se realizó un paro contundente en la fábrica con adhesión total. La medida incluyó bloqueo de portones en el que no salió ningún camión.
Ante esta respuesta, la patronal buscó intimidar a los trabajadores con viejas recetas: montando un operativo policial y amenazando con causas penales a los trabajadores. Las grandes patronales y sus aliados en el gobierno de Schiaretti y la justicia no conocen otra respuesta a las medidas de lucha de los trabajadores. Buscan criminalizar el legítimo derecho a medidas sindicales.
La medida contó con la participación activa de toda la fábrica pero no así del sindicato. La conducción se hizo presente en las distintas medidas que llevaron adelante los trabajadores, aportando sus abogados, pero por ahora por detrás de la magnitud del ataque. Son necesarias medidas de lucha que unifiquen al conjunto de los trabajadores de la alimentación de la provincia ya que también hay ataques en la fábrica de Nestlé de Villa Nueva. Se necesita unir el conjunto de los reclamos y un paro regional siguiendo el ejemplo de Bagley.
Acampe y unidad ocupados y desocupados
Hace dos semanas, en la planta de Bagley-Arcor se desarrolló un importante acampe impulsado por organizaciones sociales como el FOL, la Asamblea por Trabajo y Vivienda y Pueblo Fuerte. El acampe, que también incluyó bloqueo de portones, contó con el apoyo abierto de los trabajadores de la fábrica y tuvo el objetivo de denunciar a los formadores de precios en los alimentos como el grupo Arcor que tiene ganancias exorbitantes mientras el 40% del pueblo trabajador está en la pobreza y cuesta cada día más poner el pan arriba de la mesa.
Junto con esto, el acampe también planteó la necesidad de reducir la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana sin afectar el salario, algo que podría generar un millón de puestos de trabajo a la vez que evitaría que los trabajadores que están actualmente ocupados no tengan que dejar su vida en la fábrica sin poder disfrutar del tiempo libre y sometidos a ritmos de producción cada vez más intensos que generan múltiples enfermedades laborales.
Esta sería una salida de fondo al problema del desempleo y a la precarización laboral de quienes hoy están ocupados. Con este ataque al convenio el grupo Arcor demuestra que su plan es el opuesto: hacer ganancias a costa del hambre popular y aumentar la explotación de sus trabajadores, tal como lo expresó Pagani y el resto de los grandes empresarios que el martes pasado se reunieron en la AEA.