Este año 2023 se realiza el 40 congreso general ordinario (CGO) del Stunam, los próximos días 8, 9 y 10 de septiembre. Para las y los agremiados del STUNAM, este que es el máximo órgano de decisión, debate y organización para el próximo periodo, se ha vuelto cada vez más en un espacio rutinario y casi ajeno.
Viernes 8 de septiembre de 2023
A pesar del empeño de la dirección sindical por afirmar que, en el sindicato, en la vida cotidiana lo que se ejerce son procesos democráticos y más allá de los formalismos, en lo real, crece el corporativismo y los mecanismos clientelares que mediatizan el voto y las decisiones soberanas de la mayoría de la base trabajadora. Aunado a lo anterior, la reflexión sobre el contexto en el cual se da el CGO, se promueve muy poco y no guía la decisión de los resolutivos más importantes.
Sin embargo, nuestros centros de trabajo en la UNAM, no son islas que se salvan de los elementos que atraviesan la realidad del mundo del trabajo y de las políticas laborales de gobiernos y autoridades patronales, donde el signo general es el de aumentar la precarización de nuestras condiciones laborales y el recorte de nuestros derechos como trabajadores y trabajadoras.
Las condiciones a la educación que arrojo la pandemia y la situación presupuestal de la UNAM, son un “caballo de batalla” de las autoridades para argumentar como tenemos que ser las y los trabajadores quienes carguemos con la austeridad y los recortes, mientras la llamada casta dorada mantiene sus privilegios y altos salarios.
La reforma laboral aprobada durante este sexenio no ha garantizado tampoco que tanto la democracia sindical como la vida de la clase trabajadora no siga cruzada por los ritmos extenuantes del trabajo, el estrés laboral y los riesgos de despidos y perdida de centros de trabajo y organización sindical democrática.
Sin ir más lejos, son múltiples los casos de dependencias donde se adeudan pagos por tiempo extraordinario, clausula 15 y otros trabajos. En el caso de las y los académicos, además de la situación de impago que detono luchas como la del movimiento “UNAM no paga”, observamos también el espaldarazo oficial al fraudulento proceso mediante el cual se legitimó el pro patronal Apaunam como representación gremial del personal académico.
Esto pone el dedo en la llaga de otro elemento que en el contexto actual nos llama a pronunciarnos como trabajadores, como lo es la designación del nuevo rector(a) de la UNAM. Dicho proceso además de vertical y antidemocrático, nos mantiene al margen de una decisión que también nos afecta directamente, ya que por la vía de la minúscula representación que tenemos como trabajadores y trabajadoras en el consejo universitario, mucho menos somos tomados en cuenta en la designación del gobierno universitario.
Dicho esto, como organización sindical, lo que tenemos que visualizar con claridad, es que la siguiente administración, buscara seguir minando nuestras condiciones laborales y reducir nuestra fuerza sindical para poder avanzar en los planes de precarización.
Algunas claves del próximo CGO del STUNAM
Ante los ataques de las autoridades y las perspectivas de mayores ajustes y recortes, la fortaleza de la organización sindical es una clave muy importante hacia delante, esa fortaleza debe radicar en la participación consciente y amplia, activa y decisiva de la base trabajadora.
Sin embargo, en el STUNAM se fueron imponiendo durante muchos años, diversos mecanismos que atentan contra la decisión mayoritaria de las bases de cada dependencia y su decisión soberana. A su vez, diversos mecanismos de burocratización se fueron estableciendo. Es por ello que ante la mesa de reforma estatutaria se debe impedir que se perpetúen figuras como las del delegado sindical plenipotenciario o la reelección indefinida en los cargos de dirección sindical.
Al día de hoy se manejan aspectos que se presentan como progresivos, como lo es la paridad de género, pero eso no representa que todos los derechos de las mujeres trabajadoras del stunam avancen por si mismos y más aun si de conjunto, situaciones mas generales como las mencionadas atentan contra el conjunto de la base trabajadora.
Entre otros aspectos que marcan las condiciones del trabajador(a) universitario, esta la escasa recuperación salarial en muchos años, mientras las autoridades aumentan el acoso laboral y los mecanismos que aumentan la presión sobre los ritmos de trabajo. En ese sentido, la negativa a visualizar la huelga como herramienta de lucha, por parte de la dirección sindical, haciendo verdaderas campañas de agitación contra su aprobación, ponen a la defensiva aspectos tan esenciales como la lucha por salarios dignos, es por ello que ante el próximo emplazamiento lo que se defina en este CGO, tanto en porcentajes como en disposición para una verdadera movilización combativa, es una tarea fundamental.
De conjunto también, se ha vuelto casi una frase repetitiva, pero sin un contenido claro, el mencionar que se defiende el contrato colectivo de trabajo (CCT). En este 40 CGO, desde luego que la defensa del CCT tiene que ser refrendada. Sin embargo, en los hechos, ante las desapariciones de materia de trabajo, la perdida de muchos puestos y la falta de pagos, así como las crecientes represarías a las y los trabajadores, la respuesta que se viene gestando es a mayores luchas en las dependencias, incluyendo movilizaciones y paros.
Este camino de movilización combativa tiene que ser asumido por el conjunto de la organización sindical en este CGO, ya que la unidad y el cierre de filas ante los ataques de las autoridades, es lo que nos garantiza mayores posibilidades del triunfo de nuestras demandas.
Desde sus orígenes y en otros tiempos, la solidaridad con otras luchas de trabajadores en otros sindicatos universitarios y de otros sectores, así como ante causas democráticas y contra la represión suscitaba la movilización y medidas de lucha de nuestro sindicato.
Se podría decir que había una noción muy clara de que la unidad no se detenía en las puertas de la universidad, sino que ahí comenzaba a forjarse. Al día de hoy, no sólo esa coordinación es muchas veces solo de palabra, sino que se viene sosteniendo una política de negociación y confianza con las autoridades y gobiernos en curso, que además de someternos a renunciar a la movilización combativa, atenta contra la independencia política del sindicato.
Más allá del apoyo partidista que cada quien defina en su derecho, no basta con saludar la independencia política y de clase del Stunam de manera formal, este tiene que ejercerse claramente cambiando el rumbo de nuestra política como sindicato hacia las luchas de los trabajadores, buscando ahí las verdaderas alianzas necesarias para las perspectivas que nos presentan.