El director Everardo González presentó su más reciente trabajo que se estrena también en El Paso, Texas, Estados Unidos, reuniendo testimonios.
Martes 3 de abril de 2018
“Nunca ha existido sanción con los que han cometido crímenes de lesa humanidad” aseguró Everardo González al presentar su documental La libertad del diablo (México, 2017) que se estrena en cuatro ciudades mexicanas y en El Paso, Texas.
Al respecto la crítica cinematográfica Fernanda Solórzano señaló: “es un documental que se basa en entrevistas de personas que han estado involucradas con hechos de violencia, estamos acostumbrados a escuchar relatos de las víctimas de desapariciones, pero aquí podemos escuchar también los testimonios de los perpetradores de estos crímenes”.
Por su parte el periodista especializado en temas de narcotráfico Jorge Carrasco afirmó “la película nos pone de frente a una realidad que la sociedad no quiere reconocer, que miramos de lado, nos coloca con un diálogo con la barbarie”.
La libertad del diablo nos adentra en la historia de violencia y asesinatos que se ha vivido en México desde que se inició la llamada guerra contra el narco, relatos estremecedores de personas que buscan justicia o a sus seres queridos, pero también impactantes testimonios de jóvenes sicarios, así como confesiones de militares y policías.
Quienes hablan a la cámara mantienen oculta su identidad cubriendo sus rostros con máscaras médicas color piel, hablan directo a la cámara, al espectador lo único que podemos atisbar son sus ojos y sus labios, y con eso es suficiente para saber que son sinceros.
Everardo González dijo que no forzó las entrevistas, tampoco ahondó mucho en las historias. Sabía que el tema obligaba hacer una cinta corta, y tener nombres específicos sería tener que explicar al público quiénes son.
Si bien La libertad del diablo muestra testimonios de víctimas y victimarios parece ser un acto de catarsis, al oír que un sicario está dispuesto a pedir disculpas sinceras y que una madre está dispuesta a perdonar a los asesinos de su hijo, y otros que dicen ni perdón ni olvido.