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Red Internacional
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Catalunya. Reunión Moncloa Generalitat: encuentros de verano estériles

Este miércoles por la tarde se reúnen representantes del Gobierno de Sánchez y miembros del Govern de la Generalitat. Un encuentro que las mismas fuentes reconocen como estéril y poco productivo.

Ivan Vela @Ivan_Borvba

Miércoles 1ro de agosto de 2018

Foto: EFE

Sánchez llegó a la Moncloa y puso en marcha la maquinaria de “los gestos”. La entrada del barco Open Arms en Barcelona mientras mantiene y defiende las deportaciones en caliente y compra el discurso racista de Casado. Las promesas de lucha contra la corrupción mientras calla en el “caso Corinna”. Su voluntad de acabar contra la precariedad mientras apenas maquilla la Reforma Laboral, de la cual es padre. Y por supuesto también tiene su dosis de gestos inocuos para la gran brecha en el Régimen del 78, Catalunya.

Con el objetivo de calmar las aguas entre la Moncloa y la Generalitat tras la mano dura del Partido Popular, con la venia de la Corona, la Judicatura y las fuerzas policiales, el primer gesto fue asegurar la reanudación de los encuentros unilaterales entre las dos administraciones, algo que estaba en suspenso en los últimos 7 años.

Pues esa reunión se produce hoy 1 de agosto por la tarde en Barcelona, una reunión que según fuentes gubernamentales, será “poco productiva”. ¿El motivo? que los gestos son gestos y la realidad es algo bien distinto.

La realidad política define posiciones muy alejadas que definen un escenario donde hay poco margen de maniobra para que esas posiciones varíen, al menos sin coste para sus actores.

Desde Madrid han llegado con la intención, tal y como ha declarado la vicepresidenta del Gobierno de “volver a la normalidad, una situación que nunca deberíamos haber abandonado”. Desde Moncloa aseguran que lo importante es no romper la voluntad de diálogo de esta comisión encabezada por Meritxell Batet, ministra de Política Territorial.

A través de una mejora de la financiación, desde Moncloa esperan que la Generalitat se vuelva a sentar en la mesa multilateral que mantiene el Estado con el resto de Comunidades Autónomas algo que por ahora no parece estar en los planes del Govern.

Y es que este aspecto es algo que no convencen a la Generalitat, al menos al 50% de ella. Por una parte el sector del PdCat no quiere avanzar en ningún aspecto que no pase antes por la libertad de los presos y la concreción de una consulta o referéndum para el pueblo catalán. En estos términos se ha expresado Elsa Artadi, consejera de Presidencia y mujer de confianza de Carles Puigdemont.

Este sector considera que no hay que avanzar en pactos mientras los líderes políticos y sociales del procés sigan en la cárcel.

Por otro lado encontramos el 50% de ERC, que considera que es necesario ir avanzando en medidas que acerquen posiciones a Moncloa, que destensen (aún más) la situación. Este sector, representado por el vicepresidente Pere Aragonès, apuesta pues por postergar incluso en la negociación, la cuestión de los presos políticos y mucho más la pelea por la independencia.

Con este panorama es lógico que el encuentro no haya levantado ningún tipo de expectación, algo que a ambos actores no les viene precisamente mal. El PSOE es consciente que no puede (ni quiere) hacer ninguna concesión de calado para Catalunya. Ni hablar de presos políticos o referéndums.

Por su parte desde la Generalitat incluso el sector más duro, sabe que más allá del discurso frente a los medios, con una calle apagada de forma consciente por ellos mismos, no hay relación de fuerzas para una negociación positiva. Y en última instancia, porque ambos actores saben que la cuestión democrática de Catalunya jamás se podrá solucionar bajo las reglas y los márgenes del Régimen del 78, que niega sistemáticamente el derecho a la autodeterminación de los pueblos.

Para ellos, que el verano traiga aún más calma que la que impusieron en las calles, es un regalo. Encuentros de verano que a duras penas sirven ni para la foto.