El partido del Frente Amplio, señala querer combatir los cargos que se destinan dentro de la cocina parlamentaria, abriendo la posibilidad de presentar un candidato ciudadano como propuesta ¿Qué encierra este debate?
Viernes 17 de agosto de 2018
Una serie de debates han comenzado a abrirse por medio del Frente Amplio (FA), y específicamente desde Revolución Democrática (RD), tomando como centro su discurso de “participación ciudadana”. Es en este contexto, que según lo señalado por el medio la Tercera, desde el partido, se busca para esta próxima semana, sostener una serie de reuniones con organizaciones sociales, junto con una campaña comunicacional que permita problematizar sobre la forma de las elecciones dentro del directorio de Televisión Nacional de Chile (TVN), que impera actualmente.
Dicha iniciativa se daría en el marco de las negociaciones entre la Democracia Cristiana (DC) y el Partido por la Democracia (PPD), donde han propuesto al ejecutivo que en reemplazo de los directores Francisco Frei (DC), y Antonio Leal (PPD), se sitúen en los puestos al DC Ricardo Cifuentes, y a la ex Ministra de Educación, Adriana Delpiano (PPD).
De acuerdo a una minuta elaborada por el equipo del senador juan Ignacio Latorre, y a la que tuvo acceso el medio La Tercera “es necesario generar un sistema de nombramiento del directorio con criterios democráticos, buscando representar la diversidad social del país y no un cuoteo entre partidos”.
Es así como al parecer, RD estaría buscando levantar un candidato ciudadano para el directorio de TVN, aunque lo que aún no se tiene resuelto es si será militante del partido, o no.
“Hemos sido críticos del binominalismo que se ha utilizado en los nombramientos por parte del Ejecutivo, siendo básicamente el resultado de un cuoteo político y de una ‘cocina’ a puertas cerradas”, afirma Latorre, quien también agrega “para el caso de TVN y tal como lo señala nuestro programa como Frente Amplio, apostaremos a que el directorio a cargo de TVN sea elegido con criterios democráticos, buscando pluralismo y representando la diversidad social del país y no un cuoteo político entre partidos”.
Por último la minuta señala que desde RD proponen “convertir a TVN en una empresa que sostenga una red de medios públicos de radiodifusión y telecomunicaciones, con financiamiento público directo, de carácter nacional y descentralizado, con sedes regionales y locales. De esta manera, se busca sacarla de la lógica de mercado en la que se maneja, al igual que cualquier canal privado, en base a la búsqueda del rating para atraer a avisadores”.
¿Qué clase de participación, para qué proyecto político y comunicacional?
Es casi evidente que la televisión chilena en su conjunto es ajena a los intereses y necesidades reales de la población, funcionando más como un alienante para el televidente, que como un medio para acceder a la cultura o una herramienta con la cual desarrollar la mente e ideas para transformar esta sociedad. La parrilla programática ultra elemental y muchas veces decadente en opciones y alternativas, es la clara expresión de la reproducción permanente de la ideología empresarial, con la que opera en diversas franjas como un somnífero, cuya función es apaciguar la más pequeña pisca de crítica hacia la realidad que se vive cada día.
En ese sentido es clave poder recuperar la televisión, para los intereses directos del pueblo trabajador, donde por medio del trabajo desde comunidades y localidades, puedan desarrollar sus propios proyectos televisivos de manera independiente de los empresarios y su millonaria maquinaria publicitaria.
Si bien RD da en el clavo sobre la problemática del cuoteo político y los intereses de una pequeña casta al interior del principal medio de comunicación estatal, esto no se resuelve si se presenta un nuevo director elegido por la ciudadanía, sino más bien cuál es el tipo de participación que se tiene en relación no solo al proyecto del canal, no solo como una cuestión de las ideas, sino en un avance concreto en las condiciones en las que se encuentran sus integrantes al momento de poder decidir. ¿O acaso se puede pensar en un proyecto totalmente democrático, siendo que la participación de los trabajadores es ultramente restringida, y aún más con despidos masivos que han venido aconteciendo? ¿No es acaso aún más progresivo pensar en la recuperación del canal bajo control de sus propios trabajadores, quienes a la par con las comunidades y diversos sectores sociales puedan desarrollar un proyecto comunicacional independiente de los intereses de capitalistas?
La única forma concreta de acabar con la televisión de mercado es atacar las ganancias de los capitalistas, y para atacar las ganancias de los capitalistas y sus intereses, hay que mostrar una alternativa completamente diferente de gestión, donde los trabajadores, en conjunto con artistas y diversas comunidades, pueden ocupar un rol central. Esto puede abrir la posibilidad de un proyecto refundacional para la televisión chilena, desde su estructura orgánica a su manifestación ideológica y programática.