El pasado jueves 23 de julio, más de medio centenar de jóvenes se congregaron para discutir sobre las perspectivas y vigencia de diversas estrategias que buscan construir una sociedad sin opresión ni explotación entre los seres humanos.

Yara Villaseñor Socióloga y latinoamericanista - Integrante del MTS - @konvulsa
Martes 28 de julio de 2015
Esta sesión, dedicada a debatir con la estrategia autonomista y el anarquismo, es el inicio de un ciclo de formación sobre marxismo revolucionario.
El objetivo fue problematizar cuál es la mejor estrategia para impulsar un diálogo masivo que permita que la juventud revolucionaria empalme, en los próximos fenómenos de la lucha de clases, con amplias franjas del movimiento obrero y los sectores populares. Con quienes ante tanto descontento se movilizan por la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, contra los megaproyectos -como los pobladores de Xochicuautla que defienden el bosque otomí-, contra la exclusión de la universidad –como los jóvenes rechazados de la UNAM-, contra la reforma educativa, como los maestros.
La primera parte de la sesión hizo un recuento de los principales planteamientos autonomistas. Se retomó su balance sobre la revolución rusa, sus diferencias con el modelo leninista de partido de combate y su propuesta de construir espacios de antipoder y contra-poder por fuera del orbe capitalista en clave autonómica.
En particular se enfatizó la debilidad estratégica que implica que el autonomismo, producto de la influencia del ataque ideológico que supuso el neoliberalismo, niegue también el rol central de la clase trabajadora en el sistema productivo y en la lucha por su transformación.
En la segunda parte, se planteó el esquema general del pensamiento anarquista, delineando los debates que desde la primera internacional dividieron estas dos estrategias. Entre las polémicas centrales se abordó la lucha por desarrollar políticamente al proletariado en experiencias que le permitan enfrentarse directamente con el poder burgués. Como ejemplos se tomaron el parlamentarismo revolucionario y el sindicalismo, y la negativa anarquista de hacer experiencias con la legalidad burguesa.
En los debates acerca del Estado, se planteó cómo el anarquismo y el autonomismo dejan terreno libre para que la burguesía controle política e ideológicamente al movimiento obrero al renunciar a disputar espacios que permitan hacer propaganda revolucionaria. Tampoco desarrollan el antagonismo social buscando minar las bases materiales del régimen burgués. No obstante, se planteó el papel progresivo que para estas corrientes ha jugado la problematización de cómo la dominación se extiende en otros aspectos de la vida y la necesidad de combatir en todo terreno la ideología burguesa, elemento donde los marxistas revolucionarios tenemos acuerdo.
Estas corrientes sostienen profundas diferencias con el balance que hace el marxismo revolucionario sobre la experiencia del primer estado obrero de la historia. En el debate, se analizó la derrota de la revolución en Occidente que marcó el destino del futuro de la Rusia revolucionaria, ahorcada por los ataques imperialistas y contrarrevolucionarios. Se destacó la brutal campaña estalinista y los métodos sangrientos de desaparición, asesinato y reclusión en campos de concentración de miles de revolucionarios que tuvo que operar para frenar la expansión del ánimo revolucionario al resto de Europa.
El debate abierto expresó distintas posiciones y sensibilidades alrededor de la experiencia zapatista y los territorios autónomos que enfrentan el hostigamiento militar y paramilitar del Estado. Culminó con una retrospectiva a la Revolución ucraniana de 1918 y las debilidades de la dirección machnovita, así como la derrota de la Revolución española y el papel de las direcciones anarquistas, estalinistas y comunistas en la impresionante gesta del proletariado español.
La próxima sesión del debate será este jueves 30 de julio a las 17hrs en el local del MTS –Chapultepec 151, interior 16, México DF- y abordará las polémicas con el estalinismo y la guerrilla.