El 26 de julio se cumplieron 67 años del asalto al cuartel Moncada, en donde un grupo de 140 combatientes, dirigidos por Fidel Castro, llevaron adelante el primer ataque insurreccional contra la dictadura de Fulgencio Batista. Este hecho marcaría un episodio importante en la historia de la revolución cubana, el cual influenció a amplios sectores de masas de la isla que comenzaban a radicalizar sus métodos de lucha, repudiando las medidas dictatoriales que mantenían en la miseria al pueblo cubano. El surgimiento del M26J era expresión de esto y fue ganando popularidad en las masas. ¿Qué papel jugaron los guerrilleros en el curso de la revolución cubana y qué lecciones nos dejan para enfrentar los desafíos del presente?, son algunas de las preguntas que intentamos resolver en el presente artículo.
Las masas no van a la revolución con un plan preconcebido de la sociedad nueva, sino con un sentimiento claro de la imposibilidad de seguir soportando la sociedad vieja.
Historia de la revolución rusa, León Trotsky
El 1ro de enero se cumplieron 61 años de la revolución cubana, la primera revolución socialista en Latinoamérica. El papel jugado por las masas obreras y campesinas fue determinante para la entrada triunfante del ejército rebelde liderado por Fidel Castro en la ciudad de Santiago de Cuba y la derrota del dictador Fulgencio Batista, quien tuvo que huir a EEUU. Las características de esta revolución vinieron a sacudir la concepción etapista del estalinismo en Rusia, quienes planteaban que a los países atrasados o semicoloniales debían primero atravesar todas las “etapas el desarrollo histórico”, es decir, avanzar con conquistas dentro de la democracia burguesa y una vez cumplidas, pelear por la revolución socialista.
La revolución cubana demostró cómo los obreros y campesinos cubanos para poder conquistar sus demandas más esenciales dentro de la democracia burguesa, tuvieron que avanzar hacia la revolución socialista, y para esto debían romper con el imperialismo, expropiar a los grandes capitalistas, latifundistas y sus monopolios.
La profunda miseria por la que atravesaba el pueblo cubano en la dictadura de Batista, luego de décadas de saqueo imperialista, sólo pudo resolverse cuando obreros y campesinos expropiación la propiedad privada de la burguesía, sus medios de producción junto a los recursos naturales, le pusieron fin al monopolio del comercio exterior, nacionalizaron los bancos, llevaron adelante una radical reforma agraria que arrebató la tierra a los grandes latifundistas y se la entregó a los campesinos. Con esto como base, se pudieron implementarse un conjunto de medidas de tipo social, como la entrega de leche para todo niño o niña menor de 5 años, los servicios básicos como la luz, el agua, el gas, como también el transporte. La educación, la salud y la vivienda, eran completamente gratuitas. Estos logros de la revolución produjeron toda una revolución interna. Le pusieron fin al analfabetismo, aumentó la esperanza de vida, el arte y la cultura tuvieron un nuevo renacer en la música, el cine, la danza, entre muchos aspectos que revolucionaron la vida cotidiana de los cubanos. Todo esto en medio de un brutal bloqueo económico del imperialismo Yankee. Pese a esto, sería interesante preguntarnos, ¿cómo un país con los mismos recursos económicos que Haití (el más pobre del continente), puede otorgar derechos como la educación gratuita en todos sus niveles?, derechos que ni siquiera en países como Chile, existen.
¿Cuales fueron los antecedentes de la revolución cubana?
Desde comienzo del siglo XX existió la injerencia de EEUU en cuba, esta se ratificó en la votación del Congreso de EEUU a través de la enmienda Platt firmada en 1901, en donde dejaban establecido dentro de la Constitución de Cuba, el derecho a intervenir en la isla cuando lo encuentren necesario.
La gran crisis económica de 1929 golpeó fuertemente la vida de los cubanos, tal como una correa de transmisión, la economía cubana se vio muy afectada, sobretodo con la caída de la exportación de azúcar. Frente a esto, las medidas que se tomaban era profundamente antiobreras. Gobernaba cuba durante esos años el dictador Gerardo Machado, que la respuesta que tuvo para enfrentar la crisis fue descargarla sobre los obreros y campesinos cubanos.
Es así como en 1933, Cuba tuvo el despertar de la primera revolución obrera dentro del continente. La huelga espontánea de los trabajadores del ómnibus en la Habana comenzó el 4 de julio y fue extendiéndose a los obreros de las azucareras, las tabaquerías, las fábricas, talleres, el comercio, ferroviarios y hoteleros. La Federación Obrera de la Habana y el Congreso Nacional de Obreros Cubanos, hacen el llamado a la huelga general hasta la caída del dictador Gerardo Machado, quien velaba por los interés imperialistas de EEUU en la isla. A los 7 días el Gobierno instala la ley marcial.
En esta huelga jugaron un importante papel los trotskistas que tenían cierta influencia en los organismos obreros. Esta gran lucha se desarrolló en todo Cuba, pero tuvo una mayor repercusión en las principales ciudades del país como Santiago de Cuba y la Habana. Para septiembre incluso se lleva adelante el primer ensayo de un soviet obrero-campesino, una experiencia innovadora de democracia directa para latinoamérica, la cual se implementó en la localidad de Mabay. Esta experiencia si bien no se transformó en un tendencia general en el movimiento de masas, si se desarrolló en algunas regiones del país. Con la fuerza desplegada por el movimiento obrero y campesino, el ejército fue vencido y el dictador Gerardo Machado se vio obligado a renunciar.
El imperialismo se apoyó en la formación de un gobierno nacionalista y frente populista de San Martín y Guiteras, este último era jefe del ejército de Fulgencio Batista. Un año más tarde, Batista estaría a la cabeza de un golpe de estado en 1934 y un segundo golpe de Estado, antiobrero y de mucha inclinación a seguir manteniendo vigentes los acuerdos con el imperialismo. Este segundo golpe de Estado militar cerró el congreso y busco ponerle fin a las huelgas obreras, prohibiendolas.
Fidel y el asalto al cuartel Moncada
Golpeado el movimiento obrero, se formaba una nueva oposición de composición mucho más pequeñoburguesa. Eran policlasistas y estaba conformada por intelectuales, políticos liberales, e influenciaron a sectores de campesinos, obreros rurales y urbanos.
Fidel Castro, integrante del partido ortodoxo, era un joven abogado quien planteaba la necesidad de luchar contra la corrupción en los marcos de la democracia parlamentaria, teniendo un programa reformista en donde buscaba la independencia económica para Cuba, su libertad política, y más justicia social. El breve espacio de democracia parlamentaria estuvo marcado por un fuerte rechazo a la corrupción del Gobierno de Prío Socarrás. Este malestar atraía a jóvenes y diversos sectores de la población a la vida política, quienes apoyaban al partido ortodoxo. Incluso, para el año 1952 se abría la posibilidad para el partido ortodoxo de ganar las elecciones, ´pero Batista da el golpe, quitándole la legalidad al Partido Auténtico y al Partido Ortodoxo, quienes pasaron a la clandestinidad. Fidel Castro planteaba de que al estar rota la democracia, la lucha armada cobraba completa legitimidad.
Fue así como el 26 de julio de 1953, en Santiago de Cuba, se llevó adelante el asalto al cuartel Moncada por parte de 140 combatientes que tenían como objetivo volver a legitimar la Constitución de 1940 a través de la insurrección popular contra la dictadura. Los combatientes se propusieron la ocupación del cuartel Moncada y la pequeña ciudad vecina de Bayam. No buscaban luchar contra el ejército, sino que conquistar sus recintos militares, desarmando al ejército y armando al pueblo para que levantase una lucha contra los tiranos. La operación fue derrotada, pero paso a la historia como el primer ataque armado contra Batista.
Murieron más de la mitad de los insurreccionales durante el combate y posterior a el, algunos también fueron asesinados. Fidel, su hermano Raúl, y otros combatientes fueron juzgados por la dictadura, en donde la defensa de Fidel quedará inmortalizada a través de la frase, “la historia me absolverá”. Posteriormente el movimiento 26 de julio fundado en marzo de 1956 en México, tomará la defensa de Fidel como parte medular de su programa político. Tras 2 años en prisión Batista les otorga la amnistía y los combatientes cubanos se preparan para volver a la isla, dado que luego del ataque fallido al cuartel Moncada, ganaron mucha popularidad. El odio a la dictadura transformó esta derrota en un triunfo político.
El nacimiento del M26J y la revolución de 1959
El M26J era una organización reformista, pero con métodos radicales. Su programa fue construido en base al alegato de Fidel, el manifiesto de la Sierra Maestra de 1957 y el pacto de Caracas de 1958, firmado con otras organizaciones. Planteaban el fin de la dictadura, establecer un gobierno provisional que llamara a elecciones, el restablecer la Constitución de 1940 que la dictadura echó abajo, la entrega de la tierra a colonos, arrendatarios y precaristas ocupantes de pequeñas parcelas; nacionalización de un sector de la industria eléctrica y las comunicaciones; más recursos estatales para la educación y salud pública. Un programa que apostaba a realizar cambios sólo dentro de los márgenes de la democracia burguesa, es decir, un programa reformista. Para conseguirlo planteaba la alianza con todas las clases subalternas, sólo así sería posible derribar a la dictadura. El carácter policlasista del programa del M26J tenía mucha amplitud y llegaba a diversos sectores, pero contaba con una fuerte organización centralizada, con direcciones municipales y una conducción nacional. Por otra parte, el Che quien tenía una concepción guerrillera sobre la revolución, desestimó las condiciones objetivas planteando que solo la existencia del foco guerrillero creaba las condiciones revolucionarias. Fidel Castro mostraba más clara su posición afirmando que, “La democracia es mi ideal, pero mucha gente llama democracia a cosas que no son democracia (...) Yo no soy comunista, no estoy de acuerdo con el comunismo (...) la democracia y el comunismo no son lo mismo para mí”(Citado por Silvio Frondizi, La revolución cubana. Su significación histórica, Ciencias Políticas, Montevideo, 1961, p. 74).
En el retorno de los combatientes expulsados de la isla en 1956 se sumará Ernesto Guevara, médico de expedición. La llegada a Cuba fue reprimida, los guerrilleros que sobreviven huyen a la Sierra Maestra y ganan el apoyo de los campesinos en sus cercanías. En 1958 la batalla comenzó a favorecer a los guerrilleros con luchas decisivas libradas en diciembre.
El 1ro de enero de 1959 fue el triunfo de la revolución cubana y la derrota del dictador Batista. El llamado a la huelga general fue clave, para Fidel Castro: “Fue la huelga general la que destruyó la última maniobra de los enemigos del pueblo; fue la huelga general la que nos entregó las fortalezas de la capital de la república; y fue la huelga general la que dio todo el poder a la revolución.”
Uno de los debates dentro de la izquierda son el tipo de revoluciones que se dan luego de la segunda guerra mundial, en donde se comenzaron a dar procesos de expropiación del capitalismo en donde no existía una centralidad obrera, pero sí movimientos con base campesina con direcciones pequeñoburguesas. Sus direcciones tuvieron que verse obligadas a romper con los límites de sus programas y avanzar en perspectivas programáticas de carácter socialista como sucedió en China, Cuba y Vietnam.
Estos procesos al ser llevados adelante por movimientos como las guerrillas, con concepciones internas como el partido-ejército y poseer una conformación predominantemente campesina ,darán como resultado el surgimiento de Estados obreros burocratizados.
El funcionamiento del M26J como partido-ejército, fue transversalmente opuesto a la democracia interna de un partido revolucionario. La perspectiva de esta democracia interna de partido, es clave para entender el factor de la lucha política contra las direcciones traidoras y conciliadoras. Esto permite incluso pensar otra forma de crear organismos de obreros y campesinos, bajo democracia directa.
A diferencia de la revolución rusa que tuvo organismos de democracia directa como los Soviets, en cuba el proceso fue distinto. No existía una democracia sobre la planificación de la economía cubana, problematizado por revolucionarios como Ernesto Guevara, quien planteaba que “Lo cierto es que hoy no existe una plena identificación al trabajo y creo que parte de las críticas que se nos hacen son razonables, aunque el contenido ideológico de esa crítica no lo es. Es decir, se nos critica el que los trabajadores no participan en la confección de los planes, en la administración de las unidades estatales, etc., lo que es cierto, pero de allí concluyen que esto se debe a que no están interesados materialmente en ellas, están al margen de la producción.” Esto demuestra que el problema de la estrategia no puede ser abordado luego de la revolución, sino que tiene que ser parte del triunfo del proceso revolucionario.
El carácter socialista de la revolución cubana y las lecciones del proceso
El operativo militar en donde confabularon el Gobierno de los EEUU donde presidía John F. Kennedy , agentes de la CIA pertenecientes al Batallón 2056, y un ejército de exiliados cubanos, tenía por objetivo levantar un Gobierno provisional liderado por José Miró que pidiera la ayuda militar de EEUU. La respuesta del pueblo obrero y campesino en Cuba fue la nacionalización de las empresas norteamericanas, como el petróleo, los centros azucareros, compañías de comunicación y electricidad. Fue luego de este ataque que Cuba define el carácter socialista de la revolución.
La revolución cubana mostró la validez de la teoría permanentista de la revolución de León Trotsky dado que el proceso mismo evidenció cómo, “La revolución democrática se transforma directamente en socialista, convirtiéndose con ello en permanente. [...] En esto consiste el carácter permanente de la revolución socialista como tal, independientemente del hecho de que se trate de un país atrasado, que haya realizado ayer todavía su transformación democrática, o de un viejo país capitalista que haya pasado por una larga época de democracia y parlamentarismo.”
La revolución cubana nos deja una fuente de lecciones y aprendizajes estratégicos invaluables que todo revolucionario que piense en “hacer la revolución” y no una “caricatura de revolución” debe tener presente. Nos ayuda a entender incluso el actual proceso de restauración capitalista a donde llevo la estrategia de los Castro. Hoy la revolución cubana sigue siendo una fuente de inspiración para millones de jóvenes y obreros que entienden que para acabar definitivamente con la explotacion y opresion, hay que derribar al imperialismo y para eso hay que romper toda la confianza en las perspectivas democratizantes que abundan en la izquierda.
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