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Red Internacional
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Historia en imágenes. Revoluciones que hicieron historia

Compartimos una serie de registros, pictóricos y fotográficos de algunas revoluciones que hicieron historia.

Viernes 21 de julio de 2023 00:10

El pasado y el presente no están separados de forma mecánica. Las revoluciones tienen ese gran poder de develar lo que permanece oculto, las contradicciones económicas y sociales que se acumulan y desarrollan hasta que un giro de la historia, la irrupción violenta de las masas en el gobierno de sus propios destinos las revela en toda su magnitud. La imágenes y muchas veces la fotografía, aún con toda la subjetividad de la cámara, nos convierte en testigos de esos momentos. Compartimos una serie de registros, pictóricos y fotográficos de algunas revoluciones que como adelantamos, hicieron historia.

Revolución Haitiana

“¡Juremos vivir libres e independientes y preferir la muerte antes que permitir que nos vuelvan a encadenar!” (Declaración de la independencia de Haití, enero de 1804) La Revolución haitiana fue la primera rebelión contra la esclavitud que logró triunfar en Amércia, en la entonces colonia francesa de Saint-Domingue (hoy Haití). La revolución duró más de 12 años, comenzó el 21 de agosto de 1791 y concluyó el 1 de enero de 1804, proclamando su independencia de la antigua colonia francesa, reafirmando la abolición de la esclavitud y la igualdad y libertad de su población. Su impacto fue internacional. Muchas de las revueltas de esclavos posteriores en América, los procesos de ruptura colonial del siglo XIX y los movimientos de derechos civiles del siglo XX se inspiraron en la Revolución Haitiana.

Esclavos negros asesinando a los colonos blancos de Saint-Domingue (actual Haití) durante la Revolución Haitiana de 1791.
Batalla en Santo Domingo, cuadro de January Suchodolski sobre un choque entre tropas polacas al servicio de Francia y rebeldes haitianos.

Revolución francesa

La Revolución Francesa abarcó un período extenso, de distintas etapas, que cambiaron la historia moderna de Francia y de Europa. Como la describió el historiador francés Albert Soboul, fue el suceso más clamoroso, por su violencia, de las luchas de clase que llevaron a la burguesía al poder, aglutinando al mundo plebeyo, poniendo fin al Antiguo Régimen. A partir de la toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789, símbolo de la persecusión y represión monárquica, unos años más tarde el asalto al Palacio de las Tullerías (1792), que afianza el poder de los sans-culottes, y luego el regicidio de Luis XVI en enero del siguiente año, el viejo mundo feudal ya no volvería a ser el mismo y el orden burgués ganaba su lugar en la historia.

Toma del palacio de las Tullerías en 1792.
Ejecución del rey Luis XVI.

Revolución americana

Conocida como Revolución americana, iniciada en 1765, declaró la independencia de las trece colonias británicas en Norteamérica, conquistada definitivamente en 1783, comenzó después de que los miembros de la sociedad colonial se negaran a someterse a la autoridad del Rey y el Parlamento de Gran Bretaña. Las trece colonias rechazaban la decisión del Parlamento de imponer impuestos, convocando a movilizaciones y actos de protesta que radicalizaron el conflicto con los representantes imperiales. Uno de estos enfrentamientos fue el conocido “Motín del té”, a partir del cual se extendió la rebelión a todas las colonias. En 1774 se realizó el Primer Congreso Continental y en 1775 estalló la guerra abierta. George Washington encabezó como comandante en Jefe del Ejército Continental revolucionario. La declaración de independencia se produjo el 4 de julio de 1776, en el marco del Segundo Congreso Continental en Filadelfia. La guerra atrajo a otras potencias, incluidas Francia, España y los holandeses.

"Declaración de Independencia", cuadro de John Trumbull (1819). Muestra a los cinco miembros del comité encargado de redactar la Declaración, presentando su trabajo al Segundo Congreso Continental en Filadelfia (4 de julio de 1776).
"Washington cruzando el Delaware", cuadro de Emanuel Gottlieb Leutze (1851). Muestra un hecho ocurrido el 25 de diciembre de 1776.

Revolución Rusa

La gran Revolución Rusa comprendió dos grandes momentos. El primero, también conocido como “Revolución de febrero”, se centró en la entonces capital rusa, Petrogrado, provocando la caída del emperador Nicolás II y el colapso del régimen zarista, el establecimiento de un gobierno provisional y la reemergencia de los soviets o consejos, organismos de doble poder, compuestos por delegados obreros, campesinos y soldados que habían aparecido durante la Revolución de 1905. La revolución se extendió a Moscú y al resto de Rusia. En el contexto de la Primera Guerra Mundial y el agravamiento de las penurias en el frente y en el antiguo Imperio, se desarrolla la segunda fase de la revolución conocida como “Revolución de octubre” que culminó con la toma del poder por parte de los soviets, dirigidos por Lenin y el Partido Bolchevique, conquistando el primer Estado obrero de la historia, proponiéndose avanzar hacia una sociedad socialista, donde se fuera extinguiendo el Estado y las relaciones sociales capitalistas. Y cuyo norte estratégico era la revolución mundial.

Consejo de obreros de la fábrica Putílov, que empleaba a más de 35 000 personas y que constituyó uno de los principales núcleos revolucionarios de Petrogrado, actual San Petersburgo.
Asamblea del Soviet de Petrogrado en 1917.

Revolución China

El 1 de octubre de 1949, Mao Zedong, líder del Partido Comunista Chino (PCCh), proclamó la creación de la República Popular China. La declaración puso fin a la guerra civil entre el PCCh y el Kuomintang, que comenzó después de la Segunda Guerra Mundial. El nuevo gobierno legalizó la reforma agraria que de hecho habían realizado los campesinos pobres y frente a la guerra de Corea lanzada por Estados Unidos, como forma de asegurar su autodefensa, avanzó en la expropiación de la burguesía nacional china que se había pasado al campo del imperialismo y la contrarrevolución.

Soldados del Ejército Popular de Liberación ocupan el Palacio Presidencial en Nankín, 22 de abril de 1949.
El Ejército Popular de Liberación entra en Pekín el 22 de enero de 1949.

Revolución Iraní

La Revolución Iraní (conocida también como Revolución islámica) abarca todo un período en el que la mayoría de la población llevó a cabo numerosas protestas y manifestaciones contra la dinastía Pahlavi, respaldada por Estados Unidos, que culminaron en el derrocamiento del Sha Reza Palhavi. La revolución se inició en 1978, en un contexto de agravamiento social y económico, de persecuciones, censura y represión a sectores estudiantiles, intelectuales y trabajadores que enfrentaban al gobierno del Sha. Este proceso se profundizó (con acciones como la del “Viernes Negro”, en el que miles de manifestantes al grito de “¡Muerte al Sha!” y “Fuera EEUU” fueron acribillados). Hacia finales de ese mismo año se produjo una huelga general insurreccional que paralizó todo el país. El Sha fue derrocado y una vez desarticuladas la lucha y las organizaciones obreras y populares, se reafirmó la República islámica y su régimen teocrático liderado por el ayatollah Khomeini.

Viernes negro, 7 de septiembre de 1978.

Revolución cubana

A comienzos de la década de 1950 Cuba, una nación insular, bajo la dictadura de Fulgencio Batista atravesaba una grave situación económica y social y la injerencia de EEUU. A partir del asalto al cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953 gana proyección la figura de Fidel Castro, que conformó el Movimiento 26 de Julio, contra el gobierno de Batista. La revolución atravesó distintos momentos, combinando procesos huelguísticos y acciones armadas, y el 1° de enero de 1959 las fuerzas del Ejército Rebelde ingresan victoriosas en Santiago de Cuba y el dictador huye hacia EE.UU, dando inicio a la única revolución triunfante en América Latina. Fidel Castro se esforzaba por contener a la burguesía dentro del gobierno, negando cualquier intención socialista. Pero la revolución había liquidado al ejército burgués dejando su lugar a las milicias del Ejército Rebelde integradas por peones rurales, obreros y campesinos. El imperialismo comienza a boicotear al nuevo gobierno. En 1961, luego de Bahía de los Cochinos, se proclama el carácter socialista de la revolución. La Revolución cubana se convirtió, en todo el continente, en un símbolo contra la dominación imperialista.

El 25 de noviembre de 1956 en Veracruz, México, zarpaba el yate Granma llevando a 82 guerrilleros del Movimiento 26 de Julio para iniciar la Revolución cubana.
El 1 de enero de 1959 el dictador Fulgencio Batista huyó de Cuba.

Revolución portuguesa

En abril de 1974 estalla la Revolución portuguesa, conocida también como Revolución de los Claveles. Las guerras de liberación en sus colonias africanas habían impactado en la metrópolis, y provoca que un sector de oficiales y suboficiales del ejército decida derrocar al gobierno del dictador Caetano, el “régimen del Estado Nuevo”. El golpe destituye a Caetano pero lejos de los objetivos iniciales de sus promotores, despertó un gran proceso de movilización en todo el país en el que los trabajadores se organizan, ocupan empresas, se forman comités de vecinos y después de soldados. La reacción busca contragolpear y el 11 de marzo de 1975 el intento de un golpe derechista es desbaratado. Los trabajadores pasan a la ofensiva, surgen organismos de doble poder en las fábricas y en los barrios que finalmente se integrarán y subordinarán al Estado, desviando la revolución hacia la convocatoria de nuevas elecciones por política del Partido Socialista y el Partido Comunista.

La población celebra el golpe sobre un carro de combate en las calles de Lisboa.
Manifestantes colocan claveles en los fusiles de los soldados en las calles de Lisboa.

Enfoque Rojo

Agrupación de fotógrafas y fotógrafos integrado por militantes del PTS e independientes. En tiempos donde unos pocos son los dueños de todas las cosas, donde los grandes poderosos también se apropiaron de la “verdad” haciendo de la noticia una mercancía más... Nosotros hacemos periodismo militante, informando con rigurosidad periodística, aportando ideas para tomar partido y para cambiar de raíz la realidad. Porque aquella pretendida imparcialidad no es tal, cuando de un lado existe una minoría amparada por todo el aparato del Estado, y del otro, una inmensa mayoría que día a día pelea (...)