Para mantener un espacio político propio, el precandidato de Fuerza Republicana busca derechizar la discusión política.
Jueves 27 de julio de 2017
Con la necesidad de asegurarse un piso en su espacio político, el bussismo intenta correr a derecha el debate electoral. Ricardo Bussi, precandidato a diputado nacional, inició una recorrida mediática buscando instalar su propuesta para que el Ejército patrulle las calles ante "la crisis en materia de seguridad".
El portavoz de Fuerza Republicana aseguró en el programa A las 7 que hay "energía desperdiciada del Estado" con "cincuenta mil hombres" que podrían patrullar el país, imitando a Brasil y México. Además, sostuvo que la conocida como "ley de defensa de la democracia", que impide que las Fuerzas Armadas se involucren en la seguridad interna, es "ideológica" y que hay que reformarla. Para rematar, el hijo del genocida Antonio Bussi valoró "el esfuerzo del presidente para atraer inversiones" pero planteó que "en estas condiciones no viene nadie".
Viniendo de un defensor de la dictadura militar, de alguien que apoya a los genocidas juzgados por crímenes de lesa humanidad, la "propuesta" es doblemente reaccionaria. El reforzamiento del aparato represivo tarde o temprano es utilizado para controlar y reprimir el descontento de los sectores populares. En el proceso, las fuerzas de seguridad se involucran en el narcotráfico y otros negociados. Esto ocurre en Brasil y México, los países que son puestos como ejemplos.
El partido que fundó el represor Antonio Bussi debe superar el piso del 1,5% que establecen las PASO para no perder la personería en el ámbito federal. Además, el liderazgo de Ricardo Bussi fue cuestionado por el legislador Claudio Viña, quien armó una corriente interna. Teniendo en cuenta que antiguos cuadros se fueron al alperovichismo o a la estructura de Cambiemos, el bussismo apuesta a reflotar ideas derechistas para asegurarse un núcleo duro de votantes que le permita una sobrevida.