El músico británico se presentará por primera vez en nuestro país a fines de octubre, durante la primera jornada del Personal Fest 2016.
Lunes 18 de julio de 2016
El próximo 22 de octubre se presentará por primera vez en Argentina Richard Ashcroft, ex cantante, líder, frontman y todo aquello que quieran atribuirle para definir su rol de amo y señor en The Verve, banda con la que se catapultó hacia un estrellato intermitente. La visita de Ashcroft se dará en el marco de la primera jornada del Personal Fest 2016, fecha que compartirá con Andrés Calamaro y Cypress Hill, entre otros. Se le podrán reprochar muchas cosas al que armó el Line Up, menos su diversidad.
Es una incógnita la acogida que tendrá Ashcroft en nuestro país: se hizo conocido aquí a partir del éxito que alcanzó The Verve con su Hit Bitter sweet symphony, hacia fines del año 1997. La pegadiza melodía, cuya autoría fue central en un litigio entre el fallecido manager de los Rolling Stones -Allen Klein-, Mick Jagger, Keith Richards y otros mediadores, se propagó entre 1997 y 1998 principalmente por las radios FM, claro está, sin embargo también ayudó su divulgación en The Box Channel, un canal de cable interactivo que se postulaba como "el canal que tú controlas". Fruto de ese control uno podía ver cada quince minutos el video de Bitter Sweet Symphony. O el video de "Laura no está" (!). Otro factor que afianzó la familiaridad del público con la canción fue que ésta se utilizó como cortina musical de un programa cuyos conductores eran el entonces jovencito de la belleza exótica, hoy neo-libro-gordo de Petete, Ivan de Pineda; el reciente candidato a la intendencia de Quilmes por el Pro, y otrora modelo de ropa interior, Tommy Dunster; la inefable Jimena Cyrulnik y la cara de Valeria Mazza: Versus, un programa de tira semanal que bien podría encajar en la grilla actual, bastaría con adecuar el noventoso fashion a la revolución de la alegría actual. La frivolidad no sabe del paso del tiempo. La historia de Versus se diluyó y el programa tomó nuevas formas, pero esa es otra historia. En relación a Bitter Sweet Symphony, no faltará el snob que asevere haber escuchado la canción antes, en su círculo vanguardista o en un repentino ataque de curiosidad britpop, pero el grueso de los habitantes de este país se familiarizó con la canción a través de esos factores mencionados, sumados a otro del 2000: la utilización de la canción como soundtrack de "Juegos Sexuales", un peliculón adolescente, con todo lo que ello acarrea.
Mucho más acá en el tiempo, el carismático Chris Martin presentó a un descalzo Richard Ashcroft durante la actuación de Coldplay en el Live 8 sentenciando que Bitter Sweet Symphony es la mejor canción jamás escrita y que el colega Ashcroft es el mejor cantante el mundo. Bueno...
Hecha la presentación del caso, y reconociendo que tener la posibilidad de escuchar Bitter sweet symphony en vivo y en directo, a pocos metros, y rodeado de gente que también sentirá esa conexión con una melodía que marcó una época vale la pena, queda la incógnita de saber con qué llenará Ashcroft su presentación. Material no le falta, sería un error encasillar a Richard Ashcroft bajo el epíteto One-hit-wonder: además de su trabajo lanzado durante este año, These People, su carrera solista arrojó discos más que decentes: Human Conditions, alone with everbody, Keys to the world. The Verve, por su parte, tuvo sus hits más allá de Bitter sweet symponhy: Sonnet, Drugs Dont Work, Lucky man, Velvet Morning (todas estas del imprescindible álbum Urban hymns) y otros temas de su época inicial, en la que se asomaban con ciertas dudas a la psicodelia y cuyos mayores éxitos no representan esa tendencia: On your own, this is music.
No suele haber mucho misterio en las presentaciones de artistas que nos visitan algunos minutos después de haber pasado su cuarto de hora: Un setlist re-adecuado en un grandes éxitos que repasa lo más destacado de su carrera, sazonado con canciones actuales y de una acogida incierta. Hace unos meses Paul McCartney (para quien no corre la regla de los quince minutos) castigó a su auditorio durante varios minutos, aún más que el frío, con la inclusión de una buena cantidad de canciones recientes y prescindibles. Esperemos que Richard Ashcroft no se obstine en mostrarnos su nueva música sin antes repasar canciones que hace más de quince años esperan ser escuchadas en vivo.
Un pequeño aporte, este playlist, para escuchar canciones representativas del músico que viene marchando.