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Red Internacional
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Salud Pública. Río Gallegos: huelga de hambre de un enfermero y la indiferencia de Alicia Kirchner

Se va a cumplir una semana, desde el inicio de la huelga de hambre, del enfermero autoconvocado Manuel Piris y resulta indignante la indiferencia del gobierno provincial de Alicia Kirchner. Él y sus compañeres acampan desde hace más de dos semanas frente a la casa de gobierno de Santa Cruz.

Sábado 8 de mayo de 2021 00:04

La lucha de las y los enfermeros autoconvocados del Hospital Regional de Río Gallegos, lleva más de dos meses de movilizaciones, ocupaciones del Ministerio de Salud y del Departamento de Enfermería del nosocomio. Los reclamos de las y los trabajadores de la salud pública son sistemáticamente ocultados por las autoridades del Ministerio de Salud, como Claudio García y la Gobernadora Alicia Kirchner. Hay que agregar el lamentable papel que están jugando los gremios que deberían respaldar la lucha de los diferentes sectores que están en la primera línea. Actualmente los gremios estuvieron reunidos en paritarias con el gobierno provincial y pactaron un vergonzoso acuerdo, del cuál ni siquiera tuvieron la oportunidad de debatirlo en asamblea de manera democrática. Esos gremios son UPCN, ATSA, APROSA y ATE. Sus conducciones traicionaron afirman sus propios afiliados.

Es por esta razón que decidieron autoconvocarse y lo hicieron notar mucho más, ni bien comenzó la pandemia el año pasado. ATE principalmente los dejó abandonados a su suerte, sufriendo la desinversión de la salud pública y con un equipamiento insuficiente en el Hospital Regional. Así suelen denunciar constantemente en cada cacerolazo o movilización que realizan las y los enfermeros autoconvocados.

El acampe que está emplazado frente a la casa de gobierno lleva 17 días y casi una semana desde que comenzó la huelga de hambre de su principal referente Manuel Piris. Pero la gobernadora aún así no le importa, que tengan que llegar a un estado tal de desesperación. Mucho menos se acercaron los gremios.

Durante la semana que termina hubo dos cacerolazos en apoyo a la lucha de la salud, que fueron ruidosos y con un importante respaldo de la comunidad y entre ellos hubo personas que fueron salvadas de la muerte por ellas y ellos, los que están atendiendo hasta el límite de sus fuerzas en todos los sectores del nosocomio. Hay quienes acercan al acampe, comida, madera o leña para el frío que ya azota en Río Gallegos.

Junto al acampe de enfermería, se fueron acercando varios reclamos que describen de manera frontal, la crisis económica y social que sufre parte de la población. El viernes 30 de abril se habían sumado cerca de cincuenta mujeres desocupadas, que acamparon varios días exigiendo trabajo digno. También se habían sumado estudiantes que exigían la entrega de sus títulos analíticos del secundario. Por último se sumaron vecinos de los barrios periféricos de la ciudad, para pedir que se les instale los servicios básicos. Todos estos sectores se solidarizaron con la lucha de las y los enfermeros.

Pero aún así, no hay respuestas y mucho menos soluciones del gobierno provincial. Sí hubo cuatro enfermeras sumariadas y dos camilleros sancionados por reclamar lo que corresponde, como el fin de la precarización salarial, las horas de guardias adeudadas, un salario acorde a la canasta familiar y que no se modifique el convenio colectivo de trabajo.

Uno de los enfermeros dijo en el cacerolazo realizado el viernes 7 de mayo, que ya no tienen miedo a nada, porque han enfrentado a la muerte todos estos días que pasaron desde el inicio de la lucha contra el COVID-19. Más de 720 personas murieron y el plan de vacunación es lento agregó el enfermero.

Quien pase por el acampe de las y los enfermeros, puede causarle indignación la postal que puede llegar a ver. Porque quienes son los verdaderos héroes, esos que el gobierno nacional y provincial les dice esenciales, pero en la realidad los tratan como descartables. Nada más terrible que escuchar por lo que están padeciendo.

Es necesario todo el acompañamiento de la comunidad de Río Gallegos y Santa Cruz, en cada localidad donde haya reclamos. Los gremios que también sufren el ajuste del gobierno provincial como ADOSAC, Judiciales, ADIUNPA, SOEM, junto a los jubilados de la administración pública deberían poner todos sus recursos para que la lucha de las y los enfermeros no sea derrotada. Se debe tratar de organizar un comité de solidaridad con enfermería, exigiendo incluso, que se liberen las patentes para que avance rápidamente un plan organizado de vacunación, como el Frente de Izquierda Unidad viene planteando. Hay que tomar el ejemplo de la lucha que llevaron con toda sus fuerzas las y los elefantes de la salud neuquina, apoyados por la comunidad mapuche, docentes, estudiantes, obreros ceramistas, petroleros etc.

Es la única manera de romper con el desprecio del gobierno de Alicia Kirchner y la escandalosa ausencia de las conducciones gremiales de la salud pública. Las y los trabajadores de la salud merecen todo lo que reclaman.