El martes 4 de mayo, hubo un importante cacerolazo, en respaldo a la lucha de las y los enfermeros autoconvocados del Hospital Regional de Río Gallegos. Uno de los enfermeros inició una huelga de hambre el 1 de mayo. Hasta ahora no hubo ninguna respuesta del gobierno de Alicia Kirchner a los reclamos del sector de enfermería y otros sectores de la salud pública en Santa Cruz.
Martes 4 de mayo de 2021 22:16
Llevan más de dos meses de movilizaciones, manifestaciones y ocupaciones pacíficas en áreas claves del Hospital Regional de Río Gallegos y del Ministerio de Salud de Santa Cruz. Sin embargo, no tuvieron ninguna solución por parte del gobierno provincial, mientras los gremios que deberían tomar todas las denuncias de las y los trabajadores de la salud, están ausentes.
Desde hace dos semanas, están acampando frente a la casa de gobierno, esperando desesperadamente a que se solucionen todos los padecimientos que están sufriendo en un hospital que ya está con ocupación total de camas de terapia intensiva. La segunda ola llegó a la ciudad capital de la provincia y quienes están en la primera línea, acusan de abandono al gobierno de Alicia Kirchner.
El 1 de mayo, se realizó el acto por el día internacional de la clase obrera en el acampe de las y los enfermeros. Ése mismo día, inició una huelga de hambre Manuel Piris, el principal referente de las enfermeras y enfermeros autoconvocados. Su esposa Rosario Gómez, convocó a un cacerolazo en apoyo a la lucha de su esposo y de sus compañeros.
Hubo una importante participación de la comunidad, que se acercó con cacerolas y realizaron una importante manifestación, exigiendo soluciones para los trabajadores de la salud pública.
Es completamente indignante la ausencia de los gremios como ATE, UPCN, ATSA y APROSA, quienes están permitiendo la precarización y la depredación del poder adquisitivo de quienes desempeñan sus tareas en la salud pública. Así lo denunciaron las y los trabajadores del nosocomio.
Es necesario solidarizarse activamente con la lucha de enfermería y otros sectores del Hospital Regional de Río Gallegos. No permitir que sean avasallados por las traiciones de la burocracia sindical. Los gremios combativos como ADOSAC, Judiciales, jubilados, centros de estudiantes, organizaciones barriales y organismos de derechos humanos deben salir a respaldarlos e impedir que sean derrotados.
