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Red Internacional
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Crisis. Río Paraná: ya es la peor bajante en 77 años y afecta el servicio de agua potable

La situación afecta a siete provincias. Es por la falta de lluvias en cuencas brasileñas. En algunas ciudades afecta la presión de agua aunque todavía no habría cortes del servicio.

Lunes 19 de julio de 2021 14:13

El río Paraná sigue bajando su caudal a niveles históricos. La bajante actual es la más importante en los últimos 77 años. En 1944 había llegado a esta altura.

Esto tiene consecuencias directas e indirectas sobre la población y el ambiente en las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y Misiones.

Desde el abastecimiento y calidad del agua potable, hasta la navegación y operaciones de puerto, el ecosistema, la fauna y la generación de energía hidroeléctrica.

Por eso el tema ha generado preocupación primero en las poblaciones cercanas al río, así como en las autoridades, que ahora se decidieron a actuar.

Desde el Gobierno nacional, tras una serie de reuniones con gobernadores, anunciaron un fondo de $1000 millones para la asistencia de las provincias y localidades afectadas. Serían destinados a trabajos en las tomas de agua sobre el río Paraná y arroyos interiores, adquisición de bombas y dragados para tomas de agua, adecuación de canales y otras obras.

La situación no mejoraría en las próximas semanas. Según el Instituto Nacional del Agua (INA) prevalece una tendencia descendente en todas las secciones del río Paraná. Además, agregó que estas condiciones continuarán predominando los próximos tres meses. O sea que hasta septiembre no habría grandes cambios.
En muchas provincias ya empezó a afectar el servicio de aguas. Si bien todavía no hay cortes, sí hay problemas de presión. En el caso de Santa Fe, el directorio de Aguas de Santa Fe dijo que “el escenario eventual, como hipótesis, puede ser de una merma en las presiones, pero no de ausencia de servicio”.

Si bien las causas más directas son la falta de lluvias en las cuencas del Paraná e Iguazú, en territorio brasileño, esa situación tiene sus explicaciones. Las sequías son uno de los efectos del calentamiento global y la destrucción del medio ambiente en este caso en el noreste de nuestro país, Paraguay y el sur de Brasil. La deforestación indiscriminada, el monocultivo de soja y los incendios intencionales causados por los agronegocios, son parte de los responsables de estos “desastres naturales” que terminan afectando a millones.