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Red Internacional
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Copa Libertadores. River hace historia: nuevamente finalista, ante un Boca que ganó y dejó mejor imagen

El equipo de Gallardo alcanzó una nueva final de Libertadores: jugará el 23 de noviembre ante el ganador de Gremio-Flamengo. El xeneize ganó 1-0 (Hurtado) y se fue con la frente en alto

Augusto Dorado

Augusto Dorado @AugustoDorado

Miércoles 23 de octubre de 2019 00:30

Era el partido que fue a ver la gente de Boca, que colmó la Bombonera: por fin, un Boca protagonista que buscó el partido del primer minuto al último. Puro empuje, con dosis de imprecisión. No le alcanzó para llegar a la final; mucho menos para superar la sensación de derrota histórica frente al rival de toda la vida en aquella final de diciembre 2018 en Madrid. Pero dejó un mensaje de esperanza: un equipo que empezó a recuperar algo de identidad.

Por el lado de River, la sensación también es buena: los de Gallardo se agrandan en las difíciles, saben aguantar. Con el 2-0 logrado en la ida en el Monumental, River apostó a ceder la pelota y jugar con la desesperación y el cansancio de los de azul y oro. Sabía el Muñeco que esa apuesta podía darle resultados si los de Alfaro se desequilibraban atrás; una gran tarea de Izquierdoz despejó esa posibilidad, pese a exhibir algunas flaquezas en el fondo local.

El River de Gallardo es un fenómeno: no es un equipo en racha, es un equipo que todavía está en un momento histórico y marca época, como alguna vez lo hicieron el Independiente de los ´70 y el Boca de Carlos Bianchi. River es un gran peso pesado del panorama actual del fútbol sudamericano y alcanza una final consecutiva con grandes chances de obtener su quinta Copa Libertadores. Dependerá de lo que suceda esta noche en el Maracaná, cuando Flamengo reciba a Gremio de Porto Alegre. En la ida quedaron a mano, 1-1 (aunque ese gol de visitante deja mejor posicionado al equipo carioca).

Hubo un partido: el dominador fue Boca, por tenencia de la pelota y búsqueda, con más empuje que fútbol. La jugada del gol fue una metáfora concentrada del partido: pelota aérea, pifie de Zárate, empujón de atrás de Hurtado para asegurar. Sin embargo River nunca perdió la calma y trató de bajarle los decibeles hasta diluir los minutos. Armani, pese a inquietar a su público con muchas salidas fallidas desde el fondo, es una garantía bajo los 3 palos (los reflejos que tuvo ante el pifie de Enzo Pérez que casi convierte en contra) y fue una de las claves, aunque no haya tenido demasiado trabajo.

River es otra vez protagonista de América. Jugará una nueva final, esta vez en el nuevo formato de partido único. Debería jugarse en Santiago de Chile, aunque la convulsionada situación política y social del país hermano todavía ofrece lugar a dudas respecto a la sede de esa final. Lo seguro, será el 23 de noviembre a las 17.30 hs. Y “la banda roja” que atraviesa la Argentina se ilusiona con sumar otra estrella al firmamento de títulos internacionales. Habrá que esperar todo un mes.