Desde primeras horas del martes 10 de septiembre inició la Huelga Nacional de los trabajadores mineros. Jorge Juárez, presidente de la Federación de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos, afirmó que los más de 45 mil trabajadores afiliados a esta central obrera vienen acatando la huelga en las diferentes minas del país.
Miércoles 11 de septiembre de 2019
El martes 10 de septiembre inició la Huelga Nacional de los trabajadores mineros, quienes se encuentran organizados en torno a la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú (FNTMMSP), la cual es presidida por Jorge Juárez, quien afirmó que los más de 45 mil trabajadores afiliados a esta central obrera vienen acatando la huelga en las diferentes minas del país. En horas de la tarde, cientos de trabajadores se movilizaron por las calles de Lima y realizaron un mitin en la plaza San Martín donde anunciaron que seguirán en la lucha.
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Esta huelga, es la primera manifestación de fuerza de carácter nacional organizada por un sector importante de la clase trabajadora peruana contra la política de ajuste implementada por el Gobierno de Martín Vizcarra a través del Plan Nacional de Competitividad y Productividad, el mismo que fue promulgado por el ejecutivo el pasado 28 de julio, horas antes de que el presidente anuncie su iniciativa de adelanto de elecciones. Como se recuerda, el 31 de diciembre del 2018 el Gobierno hizo público los lineamientos generales de esta política anti laboral y pro empresarial, basada en precarizar más el trabajo y otorgar mayores concesiones a los capitalistas para que inviertan en el país a costa de que las consecuencias de la desaceleración económica las terminemos pagando los trabajadores y el pueblo pobre.
Por su condición de país capitalista dependiente, la actividad minera es muy importante para la economía nacional, ya que el Perú es uno de los mayores productores mundiales de cobre, oro, plata, estaño, plomo y zinc. Por esa razón, la minería representa el 60% de las exportaciones, lo cual ha llevado a que se termine asumiendo la definición de que somos un país “primario exportador”. Ello condiciona la dinámica económica nacional a los vaivenes del mercado mundial de materias primas. Por eso, en un momento donde el mundo se encuentra a puertas de una nueva recesión y donde la demanda de materias primas en países como China se ha reducido significativamente, nuestra economía ha ingresado - desde el año 2013 - en un lento pero inexorable proceso de desaceleración que los gobierno derechistas, como el de Vizcarra, pretenden revertir recurriendo a mas privatizaciones, más precarización laboral y más beneficios para los empresarios.
Esto ha generado últimamente la respuesta de sectores campesinos y populares como los de Tambo e Islay que se oponen al proyecto de megaminería Tía María y sectores obreros como los mineros y otros, quienes, a raíz de los beneficios que el ejecutivo otorga a los empresarios nacionales y extranjeros, ven como cada día se recortan más sus derechos laborales, como el de la negociación colectiva por ejemplo.
Por esa razón, la presente coyuntura social está marcada por un embrional pero importante asenso de masas contra el Gobierno y el gran capital, lo cual ha llevado a que el ejecutivo responda con mucha brutalidad a los sectores que con la movilización y la lucha se oponen a sus políticas de ajuste. Ha ello se debe la brutal represión que padecen todos los días los pobladores de Islay que ya llevan luchando más de 50 días por la cancelación definitiva de Tía María, así mismo, la criminalización de la protesta social expresada en la sentencia y posterior encarcelamiento del líder del aimarazo Walter Aduviri en Puno, la declaratoria de la ilegalidad de la huelga minera y el cercamiento policial del local de la Federación de Trabajadores Mineros un día antes del inicio de su huelga nacional, con lo cual se buscaba intimidar a los dirigentes. Ha ello se suma la campaña mediática que impulsa el gremio de empresarios mineros que pretende descalificar y minimizar la justa lucha de sus trabajadores.
Por eso y por el papel estratégico que cumplen los trabajadores mineros, es muy importante rodear su lucha de la más amplia solidaridad, buscando que esta se vincule a la lucha de los campesinos del valle de Tambo y del pueblo de Arequipa. Para ello sería importante armar comités de solidaridad en nuestros centros de estudio y lugares de trabajo que se encarguen de difundir las razones de la lucha de los trabajadores mineros y del pueblo de Tambo. Solo de esa manera podremos empezar a romper el cerco mediático y la política de distracción que el Gobierno y los empresarios vienen implementando para acallar las demandas del pueblo y de las y los trabajadores.