Este martes, Camila Rojas, diputada por el Frente Amplio, asume la presidencia de la comisión de educación de la cámara, y apunta sus dardos contra la ministra Cubillos por la gratuidad

Juan Andres Vega Estudiante de Derecho de la Universidad de Chile. Militante de Vencer
Miércoles 3 de abril de 2019
La herencia del 2011: "la madre de todas las batallas"
Ya van a cumplirse ocho años del aquel mítico 2011 con millones de personas en las universidades, liceos y en las calles exigiendo que la educación superior fuese gratuita y de calidad. Demanda tan mínima que rápidamente ganó un gran apoyo popular.
Tal como hoy, Sebastián Piñera se encontraba a la cabeza del gobierno y sorprendió su intransigencia en un tema tan sensible: dos años más duró su gobierno y dos años más continuó sin tregua la lucha por la gratuidad.
Hoy, ha inicios del 2019, Sebastián Piñera se enfoca en hacer legislar su plan de reformas -Tributaria, Laboral y Previsional- para "aumentar el crecimiento", es decir, el crecimiento de las ganancias de las grandes empresas, no de los salarios o pensiones. No obstante se abre un problema potencialmente grave: 27 mil estudiantes perdieron la gratuidad y las universidades se encuentran en crisis de financiamiento por dicha beca.
De esta manera han salido los rectores agrupados en el CRUCh ha exigir al gobierno que extienda la beca dos semestres más para resolver la crisis. Sin embargo el gobierno, a través de la ministra de educación, Marcela Cubillos, respondió tajantemente que NO, argumentando que "la educación inicial es prioritaria".
Lo que no dice la ministra es que si la educación inicial es prioritaria ¿por qué más del 40% del presupuesto educativo se destina a pagar deudas bancarias y no a la educación? No, la educación inicial no es prioritaria, el lucro empresarial sí.
El Partido Comunista, el Frente Amplio y la Gratuidad
Como se señalaba anteriormente, el primer gobierno de Sebastián Piñera fue el mayor enemigo de la educación entendida como un derecho -Joaquín Lavín, entonces ministro educación llegó a señalar que la educación era un bien de consumo (las movilizaciones solo se agravaron por lo cual perdió el cargo).
Fue así que en el 2013 el Partido Comunista, que había ganado apoyo por ponerse a la cabeza de la lucha educativa, anunció su adhesión junto a la vieja Concertación en la Nueva Mayoría, que con Bachelet a la cabeza, prometían gratuidad al 70% -ni hablar de universalidad-.
Sin embargo, las movilizaciones continuaron. Habiéndose sumado el Partido Comunista al gobierno, el espacio que ocupaban a la cabeza del CONFECh en los salones ministeriales "tenía" que ser ocupado por alguien ¿Qué sucedió? Las organizaciones que hoy conforman el núcleo central del Frente Amplio -RD, Comunes y Convergencia- ocuparon gustosamente ese puesto de negociadores. Asegurando a las y los miles de estudiantes que lucharon por la gratuidad en la educación que si dialogaban, rebajando las exigencias, pronto conseguirían "ganadas concretas" ¿El resultado? Una beca que solo llega al 30% de los estudiantes -¿¡No era 70%!?-, crisis financiera en las universidades pequeñas y regionales y 27000 estudiantes sin gratuidad.
En este marco, la diputada Camila Flores -ex presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh)- se ubica junto al CRUCh exigiendo una extensión en el financiamiento de la gratuidad, pero también apunta sus dardos contra la maniobra del gobierno de enfrentar cínicamente educación inicial vs educación superior, cuando, en palabras de Roja, "ambos se engloban en el gran derecho a la educación".
Sin embargo, sin dudar de las buenas intenciones de la diputada, cabe preguntarse ¿Cómo espera el Frente Amplio garantizar el gran derecho a la educación? ¿Qué tenemos que hacer las y los estudiantes que nos quedamos sin gratuidad? ¿Solo nos queda esperar y confiar en el FA como algunas/os confiaron en el Partido Comunista antes que nosotros/as? Parece que ninguna de estas cosas merecen atención por parte de la diputada.
Por una nueva alternativa
Ante esta situación crítica es que las y los estudiantes de Vencer rechazamos el argumento hipócrita de la derecha que mientras dice que la prioridad es la educación inicial, pero desvía una gran cantidad de recursos públicos a pagar la deuda ilegítima y fraudulenta del CAE, intentando hacer un versus de derechos. Decimos claramente que es el Estado quien tiene que hacerse cargo de la educación como un derecho, financiándola directamente en todos sus niveles vía aportes basales y no con subsidios a la demanda como la actual gratuidad, asegurando su libre acceso y gratuito universalmente para todos y todas quienes quieran estudiar. Además que siendo Chile uno de los principales exportadores de cobre, si hoy se estatizan bajo gestión de sus trabajadores los recursos naturales, podría financiarse la educación.
Por ello hacemos un llamado a las y los estudiantes a confiar en sus propias fuerzas, a aprender de los errores pasados y levantar a asambleas en los lugares de estudios para poder levantar una vía distinta a la que nos han impuesto las dirigencias del Frente Amplio