El ex líder sindical Romero Deschamps, conocido principalmente por acusaciones de corrupción en su contra, así como por tener una vida de excesos a costa de las cuotas sindicales, seguirá recibiendo su jugoso salario hasta el 2024.
Martes 2 de marzo de 2021
Carlos Romero Deschamps, ex líder sindical, se negó a jubilarse, rechazando abandonar el liderazgo del sindicato de petróleos, por lo que logró un acuerdo en Pemex para seguir cobrando su salario hasta 2024, incluyendo todas las prestaciones, debido a que le autorizaron las vacaciones que supuestamente no habría tomado en 27 años.
Tras 25 años al frente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), ha sido denunciado varias veces por desvío de fondos. Romero Deschamps acumula diversas investigaciones y expedientes; por corrupción, lavado de dinero, evasión fiscal, enriquecimiento ilícito y violaciones a la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, entre algunos más.
Renuncia el charro Deschamps tras denuncia por enriquecimiento ilícito
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Romero Deschamps fue reelegido en 4 ocasiones; 2017 la más reciente, cuyo cargo terminaría en 2024. Además, ha sido senador de la República y diputado federal en varias ocasiones. En 2001 destacó el llamado "Pemexgate", en donde 500 millones de pesos habrían sido desviados para financiar la campaña de Francisco Labastida, quien perdió las elecciones presidenciales del 2000.
Millonarias prebendas se entregaron cada año de parte de la Dirección General de la Petróleos Mexicanos (Pemex), al sindicato petrolero, igualmente se le recuerda por la traición a su exjefe Joaquín Hernández Galicia, la Quina.
Con el “Quinazo” Salinas de Gortari sojuzgó a los sindicatos
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Separado de la dirigencia sindical y hasta de la propia empresa del Estado, lo cierto es que el líder charro sigue mandando al interior del gremio petrolero. No podemos dejar de lado que están en puerta: la negociación del contrato colectivo de trabajo, la renovación de la dirigencia nacional del sindicato, el aniversario de la Expropiación Petrolera el 18 de marzo y la contienda electoral.
Como bien explica nuestro compañero Alex Osorio columnista de La Izquierda Diario: “Pemex es categórico para que los trabajadores veamos que el fin del gobierno federal mediante la injerencia directa del Estado en la vida interna de los sindicatos no es democratizarlos para que estén al servicio de la base trabajadora, sino para que le garanticen estabilidad al gobierno entrante. Más que democracia, se busca un apriete en las direcciones sindicales estratégicas para evitar cualquier brote de lucha obrera”.
Con las próximas elecciones en puerta y a unos días de la celebración del aniversario de la expropiación petrolera, del 18 de marzo, los abusos, despidos injustificados, contratación de trabajadores de confianza, bloqueo de plazas sindicalizadas y otros incumplimientos al Contrato Colectivo, siguen a la orden de día.
El gobierno de la 4T busca entonces afianzar a la clase obrera vía sus direcciones sindicales, no importando si se pintan de democráticas como ejemplo, la Confederación Internacional de Trabajadores, dirigida por el senador de Morena, Napoleón Gómez Urrutia, de igual manera que si se quedará el viejo aparato priista, siempre y cuando se garantice la estabilidad del nuevo gobierno.
La mejora de las condiciones de trabajo, la lucha contra la precarización y los recortes presupuestales, que sólo significan desempleo para las y los trabajadores más desvalidos, implica la inmediata reorganización de las clases trabajadoras para recuperar los sindicatos, desplazando a sus castas burocráticas, lo mismo que a sus direcciones del tipo Romero Deschamps y ponerlos a disposición de las bases sindicales.