A la ex funcionaria de Peña Nieto, presa en Santa Martha Acatitla, le siguen sumando cargos.
Viernes 6 de noviembre de 2020
La justicia federal añadió a los cargos ya existentes contra Rosario Robles, los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
La orden de captura contra la ex funcionaria del gobierno de Enrique Peña Nieto fue girada mientras se encuentra encarcelada en el centro femenil de Santa Martha Acatitla. Allí es procesada por ejercicio indebido de la función pública; por lo mismo, próximamente será notificada durante su actual reclusión.
Robles, protagonista de la llamada “estafa maestra”, es uno de los casos más sonados de corrupción durante el anterior sexenio, y además un ícono del arribismo político.
La ex secretaria de estado supo tener, en las décadas previas, una larga carrera política en el PRD, y en el 2004 estuvo vinculada al escándalo de Carlos Ahumada. Éste apareció en videos entregando bolsas cargadas de dólares a René Bejarano, integrante del equipo de Andrés Manuel López Obrador. Bejarano finalmente fue absuelto, y Robles, después de estar con bajo perfil durante varios años, saltó como chapulín del PRD al PRI y se convirtió en titular de SEDESOL a las órdenes de Peña Nieto.
Sin duda su situación judicial actual está más que complicada. Estas nuevas órdenes de captura entierran aún más a la ex perredista. Es evidente que Robles, ex funcionaria de uno de los gobiernos más neoliberales de la historia, busca ser convertida en un caso ejemplar de la lucha anticorrupción por parte de la Cuarta Transformación, que también señala a Peña Nieto.
Sin embargo, es sabido que todos los partidos que defienden los intereses de los empresarios, están salpicados de escándalos de corrupción. Es el caso del PRI, del PAN y del PRD, pero también del Morena.
Allí hay muchos que vienen de los partidos del Pacto por México y que tienen “cola que le pisen”, como Mario Delgado, ahora presidente del oficialismo, quien estuvo involucrado en los escándalos de la construcción de la Linea 12 del metro.
Por eso, no se trata de una o dos “manzanas podridas”; el sistema capitalista fomenta la corrupción y los negocios entre políticos del régimen y empresarios amigos.
Rosario Robles, como Emilio Lozoya, son la punta de iceberg donde la corrupción está íntimamente vinculada a la defensa de los intereses de los grandes capitalistas.
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Pablo Oprinari
Sociólogo y latinoamericanista (UNAM), coordinador de México en Llamas. Interpretaciones marxistas de la revolución y coautor de Juventud en las calles. Coordinador de Ideas de Izquierda México, columnista en La Izquierda Diario Mx e integrante del Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas.