Durante su gestión, Rosaura Ruiz ha solapado acoso sexual en la Facultad de Ciencias y ha impulsado el cierre de espacios estudiantiles. Propuso la colocación de más cámaras en los planteles, reformar planes de estudios, quitándoles el carácter crítico. Fue de quienes en 1999 llamó a la entrada de la Policía Federal para romper la huelga en la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM (acción por la que fue recompensada con un cargo en la Universidad) y en últimas fechas, declaró tener relación con Enrique Peña Nieto.
Sábado 31 de octubre de 2015
Rosaura Ruiz Gutiérrez, de 65 años, actual directora de la Facultad de Ciencias (FC), busca por segunda ocasión la rectoría de la UNAM. Lo intentó en 2007 y en este proceso ha manifestado su intención de ser la primera mujer en sentarse en la silla en el sexto piso de la torre de Rectoría.
Conocida por su activismo de “izquierda”, dijo: “soy una activista de tiempo completo, para mejorar la educación, la ciencia y la tecnología, las condiciones de las mujeres, de los jóvenes.” Sin embargo, es conocido el papel que ha jugado para arrebatar espacios a estudiantes organizados y en la omisión de las constantes denuncias de acoso y abuso sexual, haciéndose partícipe de la reproducción de la misoginia y el machismo en instalaciones universitarias.
¿Una “rectora de izquierda”?
Bajo el discurso de activista y defensora de los derechos de la mujer y comunidad sexo diversa, mencionó que es necesario colocar cámaras y contratar más vigilantes como única vía para resolver el tema de la inseguridad en la FC. Asimismo, Ruiz se ha manifestado de acuerdo con la Reforma a los Bachilleratos, es decir, con la tecnificación de planes de estudio quitando materias críticas.
En recientes entrevistas comentó sobre los fraudes educativos basados en regalar calificaciones a los estudiantes de escasos recursos, sobre lo cual mencionó: “Cuando él vaya a ejercer su trabajo como físico, ¿cómo va a poder si no recibió el nivel académico porque era pobre o porque no tenía libros? No podemos considerar que porque un alumno no tuvo las condiciones suficientes para subir del nivel se le da un título; eso sería engañar a los jóvenes y engañar al país”.
Es de esta forma en que Ruiz justifica aún más la elitización de la UNAM y el enorme negocio del examen único CENEVAL para ingresar a la universidad, donde no sólo diseñan y aplican un examen creado para reprobarse, sino que también implementan un examen socioeconómico que opera también como filtro.
Negociación segura
Respecto a la relación que tiene con el Gobierno Federal y como será si queda elegida por la Junta de Gobierno en la rectoría, declaró desde su “trinchera de izquierda”: “tengo buena relación con Enrique Peña Nieto y tuvimos eventos conjuntos. Hicimos trabajo conjunto, yo he seguido trabajando con el gobierno del Estado de México, ya con el licenciado Eruviel”.
El rector o rectora es designado por 15 notables, razón por la cual la comunidad universitaria ha cuestionad las atribuciones y representatividad de estos 15 personajes para elegir a quien llevará la administración de la Universidad en el siguiente periodo. Ante esto, Rosaura Ruiz mencionó en entrevistas que la Junta de Gobierno debe seguir respetándose y que si se eligiera el rector de otra manera, la comunidad no se pondría de acuerdo, negando la capacidad de auto organización de alumnos, académicos y trabajadores y desechando cualquier propuesta de elección que fuera democrática dentro de la universidad.
Integrantes del Movimiento de Trabajadores Socialistas en conjunto con estudiantes organizados independiente e integrantes de Red de Redes, realizaron una encuesta en diversas facultades, en la cual académicos, trabajadores y alumnos pudieron participar.
Este primer ejercicio, en donde el 77% de la comunidad consultada mostró su inconformidad con que sea la Junta de Gobierno quien elija al rector y el 71% está de acuerdo en que el rector sea electo por medio del voto universal, es una muestra de la inquietud de la comunidad universitaria por no solamente participar en el proceso de elección de su rector, sino por participar de forma activa en el gobierno de la universidad al lado de trabajadores y académicos, pues son ellos quienes día con día dan vida a la universidad.