En su testimonio ante una comisión del Congreso, Jeff Sessions, se contradice con su declaración anterior en la que había dicho que no conocía contactos entre la campaña de Trump y funcionarios rusos.
Martes 14 de noviembre de 2017
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, dijo este martes que ahora recuerda una reunión de marzo de 2016 entre un exasesor de la campaña del presidente Donald Trump y funcionarios rusos. El encuentro es investigado por el procurador especial Robert Mueller, que debe decir si la campaña presidencial Trump se coludió con Rusia.
En su testimonio ante la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Sessions admitió que asistió a una reunión en la que George Papadopoulos, un exasesor de campaña de Trump que el mes pasado se declaró culpable de mentir al FBI, mantuvo un encuentro con funcionarios rusos.
El repentino recuerdo de Sessions contradice lo que había dicho previamente cuando había testificado antes en el Congreso, donde dijo que no sabía de comunicaciones entre la campaña de Trump y funcionarios rusos.
Según documentos judiciales Papadopoulos dijo en la reunión que podría usar sus contactos en Rusia para programar una reunión entre el entonces candidato Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin. Papadopoulos se ha vuelto colaborador en la investigación abierta por el fiscal especial Robert Mueller.
"Ahora recuerdo la reunión de marzo de 2016 en el Hotel Trump a la que asistió el señor Papadopoulos", dijo Sessions y agregó que "Después de leer sus declaraciones y, hasta donde yo recuerdo, creo que le dejé claro que él (Papadopoulos) no estaba autorizado para representar a la campaña ante el Gobierno ruso o ante cualquier otro Gobierno extranjero. Rechacé su sugerencia, porque pensé que era incorrecta".
NEW: AG Jeff Sessions says he now recalls meeting with George Papadopoulos, "but I have no clear recollection of the details of what he said." https://t.co/h4TdQmV4fG pic.twitter.com/zDhMXTj9yh
— ABC News (@ABC) 14 de noviembre de 2017
Como para rematar la situación, el fiscal, aseguró que no hubo mala intención cuando ocultó, en marzo, al Congreso de EEUU los contactos entre miembros de la campaña de Trump e individuos ligados al Kremlin y que, simplemente, estaba muy ocupado en la campaña de Trump y, por eso, no recuerda con claridad algunos detalles. Y se excusó en su omisión diciendo debido al trajín de la campaña que "Era brillante, de muchas maneras. Pero también era un gran caos desde el día uno.”.
Sessions ha estado desde hace tiempo en una posición incómoda. El fiscal que había negado tener contacto con los rusos durante la campaña presidencial, debió dejar la investigación del caso sobre las elecciones de noviembre de 2016, al hacerse público que se había reunido dos veces con Sergei Kislyak, embajador ruso en Washington.
El llamado “Rusiagate” se ha transformado en un generador de tensiones en el gobierno de Trump. Sessions fue cuestionado duramente por el presidente estadounidense que públicamente dijo que estaba molesto con su Fiscal General por apartarse de la investigación. Pero Session también ha sido hasta ahora uno de los puntos de apoyo del presidente estadounidense para desplegar su política de criminalización de los migrantes.