Militarización. SEDENA, la gran ganadora del Tren Maya

El 25 de abril de este año, el Senado de la República aprobó reformas a la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario y a la Ley de las Entidades Paraestatales para que las operaciones del Tren Maya puedan ser gestionadas en su totalidad por la SEDENA (Secretaria de la Defensa Nacional). La propuesta fue criticada por sus opositores, en principio porque se presentó de manera sorpresiva y saltándose todos los trámites necesarios en estos casos.

Este martes se concretó la movida, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) entregó a la empresa estatal mayoritaria Tren Maya S.A. de C.V., que está bajo el mando de la SEDENA, la asignación total del ferrocarril.

En el Diario Oficial de la Federación se especifica que será la empresa militar la encargada de construir, operar y explotar el ferrocarril. Además de encargarse también del servicio de pasajeros y transporte de carga.

Esto significa que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) dejará de ser encargado del presupuesto del mega proyecto. También se autorizó por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que sea la empresa militar la que gestione y obtenga los beneficios de las ganancias que genere el Tren Maya.

Esto significa que no habrá ningún beneficio económico para el erario público. Todo el dinero se irá a las arcas de los militares.

Rogelio Pons, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, celebró la decisión argumentando que esta medida garantiza que el mega proyecto no se privatice en el futuro, pues al estar bajo mando militar el dinero está “asegurado”. Poco problematiza sobre el hecho de que el Tren Maya, que desde el inicio fue duramente criticado por el terrible impacto a la flora y fauna del lugar, así como a las comunidades indígenas que habitan en las zonas por donde pasará, además de todo, no vaya a generar ningún tipo de ingreso económico y que todo, absolutamente todo esté destinado a una de las mayores fuerzas represivas del país. Agregó además que la medida tiene un fuerte carácter de seguridad nacional, pues el Tren Maya recorrerá zonas de conflicto como son Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Chiapas y Tabasco.

Aumento de poder a las fuerzas armadas

La militarización del país ha sido una de las grandes apuestas del gobierno de AMLO. De la mano del discurso donde se plantea unas renovadas fuerzas militares, le ha “lavado la cara” a este sector represivo, dejando de lado su colusión con el narcotráfico y responsabilidad de tragedias impunes como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

¿Por qué un sector que debería ser ampliamente repudiado ha logrado instalarse de una manera tan cotidiana en el país? La presencia de militares de la Guardia Nacional solamente ha aumentado. Desde su uso durante las campañas de vacunación, hasta su implementación en el Metro de la CDMX, se acostumbra a la población a su presencia en lugares en los que no tiene nada que hacer. Sabemos que su función no es cuidarnos, abundan las pruebas que demuestran que su única función es amedrentar y violentar a la población. Su relación con el crimen organizado es parte de la avasalladora ola de violencia que hay en el país. Y sin embargo la 4T insiste en hacernos creer que ahora, solo con un cambio de nombre y uniforme, están de nuestro lado.

Su presencia cotidiana no es inocente y el mensaje es claro. En cualquier momento y bajo cualquier circunstancia se hará uso de los militares para mantener el control.

Ahora se ha llevado un paso más allá las facilidades que tienen al otorgarles los beneficios totales del Tren Maya, lo que representa un aumento más al de por sí millonario presupuesto que tienen.

Nosotros, los trabajadores, las mujeres y los jóvenes lo tenemos claro. No necesitamos a los militares en las calles, sino la desmilitarización del país y la disolución de la Guardia Nacional. Que el gran presupuesto que se invierte en los milicos se utilice para educación y salud. No necesitamos más cuarteles, sino más hospitales y escuelas.

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