La banda oriunda de San Fernando apunta con humor las letras machistas de boleros clásicos. Entrevistamos a Agustín, uno de sus músicos.
Miércoles 14 de septiembre de 2016
Noche de sábado en San Fernando y en Bardearte, uno de los pocos espacios culturales independientes que todavía resisten la presión de la Municipalidad a ser cerrados, toca SO.PA.PO. El grupo de músicos hace boleros con un repertorio muy popular, y lo hace muy bien.
Algo más que sólo boleros
No todo es bolero, lo que llegó como una sorpresa para sus propios integrantes, según cuentan, es que mediante el humor los SO.PA.PO le “pegan” al machismo y a muchos estereotipos. Además, sin ser explícitas en el escenario, hay ciertas críticas y referencias al capitalismo en el espectáculo.
Entre canción y canción se ven deslizar otros cuestionamientos, a las “tendencias” de la moda y a una visión consumista en la que se “mezclan cuestiones del amor y la familia”, afirman. A pocas semanas de un nuevo Encuentro Nacional de Mujeres, que esta vez será en Rosario los días 8, 9 y 10 de octubre.
Hablamos con Agustín, voz principal del grupo, acerca del espectáculo que hacen y del mensaje que, buscando o no hacerlo, dejan.
¿Por qué eligen el bolero como forma de expresión artística?
Elegimos el bolero porque musicalmente es lindo, estéticamente las mismas melodías nos gustan. El bolero, además, es muy sencillo y esa sencillez lo hace agradable. Teníamos también, idea de hacer serenatas.
El bolero tiene un costado machista en sus letras y ustedes lo trabajan con ironía…
Sí, te diría de una forma bizarra (ríe). En realidad, somos varones criados en un contexto bastante poco cuestionador. Somos todos de la generación de los ‘80, incluso no tenemos muy elaborado nuestro propio vínculo con el machismo ni muy claro cuál es nuestro rol, pero sí sabemos que hay conceptos que queremos rever porque para nosotros son bastante ridículos. Pero ya que vos veas esto -en referencia al propio tema de la entrevista- y nos hagas esta pregunta, con que quede sonando un poco en la cabeza y se genere un cuestionamiento desde lo que hacemos, podemos decir ´bajamos nuestra línea´.
¿Cómo se llevan con ese “golpe de efecto” que producen en el público las letras de los boleros al ser trabajadas desde el humor y la crítica?
Creemos que la gente que nos escucha lo entiende, o sea, capta el humor. No somos actores y entonces nos sorprende cuando vemos a la gente riéndose (…). Está bueno, y suele ser bastante positiva la atención porque es algo que no se espera, que está sucediendo ahí adelante, con esos galanes recontra venidos a menos (sonríe) que se la dan de “latin lover” y están pendientes de la madre.
Nunca fue la propuesta “hagamos algo para cuestionar el machismo”. Lo que pasó es que agarramos el bolero y nos dijimos “estas letras son incantables”, es impresentable lo que dicen estos tipos del amor, no podemos tomarlo en serio. Entonces, tratamos de profundizar en lo que nos hacía ruido. Durante muchos años se hicieron letras donde la gente creía que el amor era así y donde nadie se preguntaba si eso estaba bien o mal.
Poniéndonos serios: el caso de Belén, que estuvo presa dos años por un aborto espontáneo y el altísimo índice de femicidios ¿Qué opiniones tienen ante esta situación?
Somos conscientes de la problemática y lo sentimos como un agujero importante, no sólo en nuestra sociedad o realidad, va más allá (…). Creemos que si nuestra expresión artística genera por lo menos una atención sirve. Capaz que hay personas que escuchan boleros y todavía les pasa desapercibido todo ese machismo y misoginia que tienen las letras, y si al menos con el espectáculo se lo cuestionan para nosotros es más que suficiente. Es un disparador para aportar aunque sea un granito de arena. Aunque no sabemos cuál es el camino, estamos laburando nuestro machismo a la par, lo cual es difícil. Para nosotros esta forma que hacemos es sana; no sólo para nosotros mismos sino también para despertar conciencia.
Luego de ver el espectáculo, el nombre del grupo tiende a pensarse como un sarcasmo o ironía ¿Qué quieren decir esas siglas?
Es un juego del ridículo y a la vez nuestra posición en el escenario como antihéroes (risas). Así, nos burlamos de nuestra calidad de músicos varones, y de otros músicos que sólo tocan con un objetivo (...). Nosotros no solemos hacer muchas declaraciones en serio porque no tenemos un horizonte muy específico en el arte y porque creemos que la cosa se va dando. Uno, a veces, tiene una idea de algo y esa idea va mutando. No tenemos cosas claras sobre qué decir contra el machismo, pero sí tenemos claro que también lo padecemos.
Sale disco
Sabemos que hay un disco por salir. ¿Sigue siendo de boleros?¿ Y cuándo harán un nuevo espectáculo?
Sí, está por salir un disco en el que seguimos experimentando el bolero, pero ahora yendo más al límite, como dejando todo más en evidencia, lugares comunes como el “si no te tengo me muero” y sobre la posesión. Algunas canciones nombran al tipo que lo dejó la mujer y que tiene toda la casa desordenada (…). En estos días hemos tocado en una varieté en Victoria y venimos de grabar un video. Por lo general, si no salen fechas fijas, vamos a la calle.
Por último, sabemos que el espectáculo no sólo es nocturno, digamos que tiene otro público, y que por ejemplo tocaron en la puerta de una verdulería…
Sí, esto comenzó con la formación de ahora y fue idea de Iván (otro integrante). Con esta nueva formación venimos hace cinco meses. Ya antes habíamos tocado en el bar (en referencia a Bardearte) un par de veces con otros músicos, y después cada uno hizo su camino. Es que nos parece que tocar en la calle o a plena luz del día va con la estética del grupo. La nuestra es una especie de estética no del todo formal. Además, como el formato de la banda no requiere de mucho equipamiento técnico para tocar, tocamos sin sonido y muchas veces en la calle.