El organismo, a cargo de Laura Alonso, ha demostrado una fuerte parcialidad a favor de los funcionarios oficiales. El escándalo desatado por el audio de Triaca sigue escalando.
Viernes 19 de enero de 2018 15:50
La crisis política abierta por la denuncia de Sandra Heredia contra el ministro de Trabajo Jorge Triaca no cesa de crecer.
Esta mañana, en declaraciones a Radio Mitre, el jefe de Gabinete de la nación salió en defensa del titular de la cartera de Trabajo. Lo hizo afirmando que lo actuado “había sido un error” pero que eso “no podía costarle el cargo”.
Sin embargo, el golpe político es evidente. Así, en la tarde de este viernes se conoció que la Oficina Anticorrupción (OA) “investigaría” la forma en que fue contratada Sandra Heredia en el SOMU.
La decisión solo pone de manifiesto la fuerte crisis desatado por la actuación completamente ilegal por parte de Triaca.
Te puede interesar: Triaca, ¿un ministro en la cuerda floja?
Sin embargo, la intervención de la OA no garantiza absolutamente nada. El organismo dirigido por Laura Alonso ha demostrado, en los dos años de gestión de Cambiemos, una completa parcialidad. Siempre en beneficio de los funcionarios nacionales.
Su intervención en los llamados "conflictos de intereses" no ha pasado, en la enorme mayoría de los casos, de algún "llamado de atención" hacia los CEO o empresarios que se benefician por el lugar que ocupan en el Estado.
Te puede interesar: Investigarán a la Oficina Anticorrupción por presuntas intervenciones selectivas
