Trabajadores administrativos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, iniciaron su huelga frente a la negativa de la rectoría a cumplir sus demandas salariales, ya que no aceptan el 3.5% que impuso el rector sin tomar en cuenta la difícil situación económica que atraviesan los trabajadores.
Jueves 17 de febrero de 2022
Este 15 de febrero, las y los afiliados al Sindicato de Trabajadores Administrativos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (STAUAEM) estallaron una huelga para exigir un aumento salarial del 10%, ya que el 3.5% ofrecido por el rector Gustavo Urquiza Beltrán, resulta insuficiente en medio de la crisis económica actual.
La medida fue determinada por 574 votos a favor en el pleno de la asamblea sindical, y precedida por una marcha que las y los trabajadores realizaron por la Avenida Universidad y culminó en el centro de Cuernavaca.
La respuesta del rector frente a las demandas de los trabajadores, fue un llamado a la “toma de conciencia”, apelando a la grave crisis económica que enfrenta la Universidad, y apeló al chantaje diciendo que la UAEM fue “solidaria” en mantener el pago íntegro de sus salarios durante la pandemia.
Cabe aclarar que, los salarios no se dan en pago de favores ni es un apoyo solidario de un rector con buenas intenciones, sino que se trata de la retribución salarial legal que les corresponde a las y los trabajadores por su desempeño laboral.
Contexto general
Esta huelga tiene la importancia de ser la primera que surge contradiciendo el tope salarial impuesto por el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), encabezado por Agustín Rodríguez, que, generalmente, lo fija en un magro 3.5%, algo que cada vez es más insuficiente y va en contra del poder adquisitivo de los agremiados ante el importante aumento de la inflación.
También hay que decir que este conflicto no es un hecho aislado, ya que estuvo precedido por una serie de movilizaciones, huelgas y luchas en el sector universitario, como, por ejemplo, las acciones de la Asamblea de Profesores de la UACM surgida a finales del 2019; la huelga del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma Chapingo (STUACh) en marzo del 2020, apoyado por el Sindicato de Trabajadores Académicos de la UACh (STAUACh).
En marzo del 2021, profesores de asignatura de la UNAM iniciaron un movimiento (#UNAMNoPaga) denunciando la falta de pago en la Facultad de Ciencias, al que, se les unieron 17 facultades por la misma causa, recibiendo la solidaridad de muchos de sus alumnos y alumnas, por lo que salió a relucir que más de 36 mil maestros y maestras del nivel superior también padecen de inestabilidad laboral y total precarización.
En agosto del mismo año, docentes y trabajadores de las Universidades del Bienestar Benito Juárez (UBBJ) fueron presa de despidos masivos por parte del gobierno de la 4T, con lo que inició un incipiente proceso de organización de trabajadores, profesores y estudiantes.
En octubre de aquel año, el Sindicato Independiente de Trabajadoras y Trabajadores de Investigación de Cátedras del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Siintracatedras), le exigió al Conacyt derechos laborales para los jóvenes investigadores.
En enero de este 2022 se inició un ataque contra la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) al someterlos a la precarización total de sus condiciones de estudio y trabajo, por lo que se unieron trabajadores, estudiantes y trabajadores, al día de hoy siguen en lucha.
Este breve recuento de luchas y movilizaciones muestran que el gobierno de la 4 ha dado continuidad a viejas prácticas políticas contra las y los trabajadores como la precarización laboral y los bajos salarios, mismas que fueron implementadas por el PRI y el PAN en gobiernos anteriores, y lo siguen haciendo a partir de controlar las rectorías y juntas de gobierno como la UAEM.
Y es que, estos avances reaccionarios son contra la educación de conjunto, y los podemos encontrar en legislaciones como la repudiada Ley General de Educación Superior (LGES), por ejemplo, en el tránsito del apartado A al apartado B para organismos descentralizados, que se traduce en la pérdida de derecho laborales para los trabajadores de los centros de investigación; y en los cambios que recientemente ha impulsado el Conacyt, en donde continúa con el productivismo y pone la ciencia al servicio de megaproyectos y funcionarios gubernamentales.
Necesidad urgente de unidad
En la UAEM hay dos sindicatos, el STAUAEM, hoy en huelga, que organiza a las y los trabajadores administrativos y manuales, y el Sindicato Independiente de Trabajadores Académicos de la UAEM (SITAUAEM), de los académicos (profesores e investigadores). En este último, la dirección charra alineada con la rectoría, reprime y persigue a quienes se atrevan a alzar la voz, por lo que, frente a esta huelga, no solo no llamaron a asamblea para consultar a las y los académicos si estaban de acuerdo con apoyar a sus compañeros administrativos, sino que ni les consultó si tenían acuerdo con su propio aumento salarial.
Ante este difícil panorama, creemos que se requiere de la más amplia unidad de los trabajadores para hacer respetar la huelga. Sería un gran paso si las y los trabajadores administrativos le hicieran un llamado al sector académico, a que se unan y rompan con la política de su dirección sindical de mantenerse al margen y dejarlos aislados, ya que la victoria del STAUAEM les dejaría en mejores condiciones para recuperar sus conquistas y combatir a la dirección charra.
Los académicos de la UAEM pueden tomar los ejemplos antes descritos y llamar a sus estudiantes a que se sumen en apoyo a la lucha del sector manual y administrativo, pero, a la vez, comenzar a organizarse en defensa de la educación superior y sus propios futuros.
Pero también, para que los conflictos dejen de ser aislados, se necesita la movilización en todo el país de los grandes sindicatos y federaciones que se reclaman democráticas, como la CNSUECIC, la NCT, la UNT. Es necesario que estas luchas triunfen no sólo para defender los derechos laborales, sino para defender de conjunto la educación pública superior que vemos en riesgo.
Llamamos a rodear de solidaridad la huelga de las y los trabajadoras de la UAEM y nos ponemos al servicio de su triunfo.