En medio de un periodo de crisis política, el PRD despide trabajadores en resistencia: integrantes del Sindicato Único de Trabajadores del Partido de la Revolución Democrática en lucha por sus derechos laborales.
Miércoles 7 de octubre de 2020
En mayo de este año el PRD cumplió 31 años de existencia. En medio de una enorme crisis partidaria, actualmente mantiene únicamente la gubernatura de Michoacán, 3 senadurias y 11 diputaciones federales. En varios estados ha perdido registro y el panorama para las elecciones federales del 2021 es igual de catastrófico.
La crisis del partido del sol azteca se abrió principalmente por su implicación en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Ante estas crisis, decidieron hacer alianzas oportunistas con partidos de derecha. Dejando claro que no es y nunca fue un partido de izquierda y que nunca representó realmente al pueblo trabajador.
A esta profunda crisis se suma la constante pérdida de sus principales referentes políticos, como Alejandra Barrales y Juan Zepeda.
En un intento por ponerse de nuevo al frente en el escenario político, desde el año pasado ha impulsado que el tema del aborto se retome como uno de los elementos principales de discusión en la agenda política y de paso intenta plantarse de nuevo como un referente de “izquierda”.
Trabajadores en resistencia
Ante todo esto, los verdaderos afectados de la crisis del PRD no son los políticos representantes del partido, que seguramente buscarán ocupar algún curul en otro partido, sino los trabajadores a quienes se les ha hecho asumir las consecuencias de esta situación. Trabajadores que, creyendo en el discurso progresista con el que se presentó el PRD, vieron en este partido una alternativa política ante el priato y decidieron formar parte de sus filas.
Las elecciones del 2015 y principalmente las de 2018 terminaron por agudizar esta situación de crisis que dio paso, en un principio, a contrataciones por outsourcing en su plantilla laboral, para posteriormente avanzar en el despido de muchos de sus trabajadores, recontratando a algunos pero con condiciones laborales precarias y bajo la condición de renunciar a pertenecer al sindicato. Dejando en claro su línea cada vez más dura contra las y los trabajadores.
Ante estos ataques, un sector de trabajadores decidió organizarse creando el Sindicato Único de Trabajadores del Partido de la Revolución Democrática (SUTPRD) para hacer frente a estos atropellos. Desde ese momento los trabajadores se enfrentaron a represalias que incluían maniobras por parte del partido para que aceptaran una baja voluntaria que los dejaba sin la oportunidad de exigir las prestaciones que por ley les correspondían. El PRD, al ver que la posición de los trabajadores afectados era permanecer firmes ante sus justas demandas, donde el principal sector eran mujeres trabajadoras, jefas y madres de familia, optó por correrlos.
La mayoría de los trabajadores despedidos tenían una larga antigüedad en el partido, en algunos casos de más de 30 años de servicio, por lo que son personas de edad avanzada que difícilmente podrán encontrar un empleo actualmente, quedando en un completo estado de indefensión en medio de la crisis sanitaria que se prevé durará un par de años más.
Dentro de los despedidos, como se mencionaba más arriba, la mayoría son mujeres que ahora se ven sin la posibilidad de seguir manteniendo a sus familias. Se encuentran también dos compañeras con cáncer, a las que el partido, sin ningún tipo de miramiento, deja no solo sin sustento económico, sino también sin atención médica para poder hacerle frente a la enfermedad.
Que la crisis la paguen ellos
El PRD, como buen partido burócrata y burgués no tiene reparo en cargar, a la primera oportunidad, sobre los hombros de los trabajadores los costos de sus errores políticos, sin importar que se trate de una base de empleados que hayan dedicado los mejores años de su vida a la militancia de lo que pensaban era una alternativa política para la mayoría de los trabajadores.
Es necesario levantar un verdadero partido obrero que se encargue de llevar adelante la lucha por las demandas de clase obrera, que están peleadas con los intereses de los partidos de régimen, por lo que crear una alternativa totalmente independiente de la burguesía es clave para la conquista de nuestros derechos.