El pasado agosto Felipe VI mantuvo una conversación con el príncipe heredero de Abu Dabi. Una llamada que la Casa Real ocultó justo en unas fechas donde se destapan más casos de corrupción sobre el Rey emérito, que lleva en Abu Dabi desde agosto del 2020.
Miércoles 15 de diciembre de 2021
Foto: EFE
El pasado agosto Felipe VI mantuvo una llamada con Mohamed bin Zayed Al Nahyan, príncipe heredero de Abu Dabi y hombre fuerte de los Emiratos Árabes Unidos. Aunque la llamada fue recogida por los servicios oficiales del régimen emiratí, la Casa Real española prefirió guardar silencio.
Según ha trascendido ahora, en la conversación se trataron asuntos de “regionales e internacionales de interés”, buscando “consolidar los lazos de amistad y cooperación entre los Emiratos Árabes Unidos y España”.
Algo que podría parecer normal dentro de la agenda de Felipe VI pero que en este caso se optó por ocultar. Y tal vez los motivos no sean baladíes. El Rey emérito lleva desde agosto del 2020 en Abu Dabi, y además en febrero de este mismo año se hizo pública una foto del propio emérito junto a Mohamed bin Zayed Al Nahyan.
De hecho, la amistad entre ambas familias viene de lejos, y al parecer, una muy buena amistad. En 2011 este representante de la Casa Real emiratí “obsequió” con dos coches de lujo valorados en más de 700.000 al entonces Rey Juan Carlos.
Sumado a esto, ese mismo mes de agosto de este año, diferentes medios publicaron nuevas informaciones sobre las actividades de corrupción del rey emérito, entre otras, que el Juan Carlos había utilizado Patrimonio Nacional para pagar a sus amantes, gastos de palacio, yates y viajes.
Un nuevo ejemplo de la opacidad e impunidad con la que actúa la Casa Real para tapar cualquier atisbo de corrupción que cada día más, deja a todo el mundo claro el verdadero papel de esta institución, que no es otra que enriquecerse a costa del pueblo trabajador.