La aventura presidencial del ahora ex ministro de hacienda Ignacio Briones, se da en el marco de importantes fricciones al interior de la derecha, quienes aún no consiguen definir con claridad sus figuras, de cara a las próximas elecciones.
Miércoles 27 de enero de 2021
Tal como se venía vaticinando, el ahora ex ministro de hacienda, Ignacio Briones, dejó su cargo para entrar en la carrera por la candidatura presidencial en la derecha, una verdadera batalla al interior de Chile Vamos, coalición que parece estar lejos de resolver sus diferencias de cara a las próximas elecciones.
Y en reemplazo de Briones quedó Rodrigo Cerda, ex director de Presupuestos de la administración de Piñera, y economista formado en la Escuela de Chicago, cuna del pensamiento neoliberal, una tradición que detentan varios militantes de la derecha chilena.
La carrera presidencial de Briones, y su sello antiobrero, y antipopular
Durante la jornada de ayer, podíamos ver como desde el gobierno como de sectores de la derecha como Evópoli, despedían con bombos y platillos al ex ministro de hacienda, desde el mismo presidente Piñera, quien señaló “Durante este periodo alcanzó importantes logros y profundas huellas”, y en el caso del partido político vía redes sociales con un “Estamos orgullosos de ti”.
Sin embargo, no podemos olvidar que Briones se consolidó durante su periodo en el gobierno, como uno de los artífices de las principales medidas antiobreras y antipopulares durante la pandemia del COVID19, y en los periodos más críticos para las decenas de familias a nivel nacional que sufrieron los estragos de las crisis sanitaria.
La ley de “protección” del empleo orquestadas junto a la actual ministra del trabajo, María José Zaldívar, en la cual se permitía a empleadores suspender de las funciones a trabajadores y trabajadoras, mientras estos debían utilizar sus propios fondos pertenecientes al seguro de cesantía. Una medida que le cayó como anillo al dedo a cientos de empresa que buscaron suscribirse a esta triquiñuela para prescindir de decenas de trabajadores, sin ver mayormente afectadas sus ganancias.
Sin embargo, no sólo le basto con esta idea mortífera contra la clase trabajadora, sino también fue uno de los acérrimos defensores de la mantención irrisoria del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) en 65.000 pesos, una medida totalmente miserable para miles de personas que habían perdidos sus trabajos, o visto afectados sus salarios.
Aunque la máxima expresión de su desafección e insensibilidad hacia el pueblo trabajador, fue la permanente resistencia tanto hacia el primer como al segundo retiro del 10% de los fondos de pensiones de las AFP, aludiendo a “pan para hoy, hambre para mañana”, pero bastante bien que meses antes condenaba a trabajadoras y trabajadores a utilizar su fondo de cesantía para palear la crisis económica en curso.
Las pugnas al interior de la derecha y el mantenimiento del modelo
Está más que claro que las diferencias al interior de la derecha, están lejos de ser resuelta frente a las próximas elecciones, habiendo todo espectro de partidos desde Evópoli, hasta el Partido Republicano. En el caso de la UDI, la opción de Joaquín Lavín ya parece cristalizada, por lo que en el sector más de “centro” parecieran existir problemas más profundos.
Tal es el caso del ex ministro de defensa Mario Desbordes, que genera crispaciones incluso al interior de su propio partido, donde la figura de Sebastián Sichel, sale a flote como una negativa por parte de militantes de Renovación Nacional (RN).
Ese es el contexto en que se aventura Briones como carta presidencial, dejando una estela de hipocresía en que desde un sector de la derecha buscan consagrarlo como una prominente figura de cambio, cuando lo que mostró durante toda su gestión es el mantenimiento del podrido modelo neoliberal que salvaguarda a empresarios y magnates, a costa del sufrimiento y precariedad de la gran mayoría asalariada que constituye el pueblo trabajador.