Catalunya. Salt: Recolectores de residuos en huelga denuncian la contratación de esquiroles

En un comunicado publicado por Comisiones Obreras (CCOO), el Comité de Huelga de FCC Medio Ambiente de Salt denuncia que la multinacional y el Ajuntament de Salt vulneran el derecho fundamental a la huelga contratando esquiroles de fuera de la provincia para hacer el trabajo de la empresa.

Como explicamos en un artículo anterior, la carencia de personal e infraestructura, el uso continuado y fraudulento de contratos eventuales, la pérdida sostenida de poder adquisitivo (hace cuatro años que tienen el salario congelado) junto a la negativa de la patronal de firmar un nuevo convenio, los contenedores sin limpieza interna (cuestión que ocasiona nidos de ratas), y las malas condiciones laborales, llevó a los trabajadores de la empresa a entrar en huelga el pasado 24 de diciembre, tras la negativa de la empresa de escuchar sus demandas.

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El viernes pasado, luego de dos semanas de huelga, se reunieron el Comité de Huelga con la patronal, y luego de más de 10 horas de reunión, la multinacional decidió mantener su posición de ignorar los reclamos de sus trabajadores, por lo que éstos decidieron continuar con la huelga.

Mientras tanto, el Ajuntament de Salt se sigue posicionando como un simple cliente, responsabilizando a FCC de las demandas de los trabajadores y, además, sostiene que los trabajadores no cumplen con los servicios mínimos pactados.

En palabras del Comité de Huelga: “Desde el Ajuntament el único movimiento es decir que no se cumplen los servicios mínimos, lo que consideramos una falsedad absoluta. Como es sabido, si un trabajador incumple los servicios mínimos, puede ser sancionado, incluso con el despido, con una falta muy grave. Desde el inicio de la huelga, los trabajadores no han recibido ninguna sanción o amonestación escrita o verbal, esto se debe a que se han cumplido escrupulosamente los servicios mínimos, e incluso de forma voluntaria, teniendo en cuenta las fechas que eran, se han realizado servicios por encima de los mínimos.”

Como bien dicen los trabajadores en el comunicado, si realmente éstos no estuviesen cumpliendo con los servicios mínimos, el Ajuntament, muy probablemente, ya los hubiese sancionado de todas las formas posibles, y eso no ocurrió.

Lo que probablemente el Ajuntament intenta hacer con este discurso es, por un lado, generar hostilidad por parte de los ciudadanos para presionar a los huelguistas; y por otro, limpiarse las manos para no asumir ninguna responsabilidad y desviar la atención del mal servicio y las malas condiciones laborales que provee la empresa. Pero, además, este es un discurso que sirve muy bien para dejar el terreno listo para la contratación de esquiroles que hagan el trabajo de la empresa.

Según un artículo de Diari de Girona publicado el sábado, el alcalde de Salt, Jordi Viñas (ERC), se expresó diciendo que “los salteños hemos dicho suficiente”, refiriéndose al supuesto incumplimiento de los servicios mínimos, resaltando que contrarían a otra empresa si FCC no ponía más medios y personal para hacerlo. A su vez, en dicho artículo se menciona que Viñas recordó que hay un informe de trabajo en el que se confirma este supuesto incumplimiento. A esto último, el Comité de Huelga en su comunicado responde:

“En ningún caso la empresa, el Ajuntament o el Departamento de Trabajo nos han hecho llegar ningún informe sobre los supuestos incumplimientos de los servicios mínimos.”

Acto seguido, el día sábado, la empresa contrató varios trabajadores de centros de fuera de la provincia para llevar a cabo el trabajo de recolección de basura, según denuncian los trabajadores en el comunicado, a lo que agregan:

“Entendemos que se ha traspasado una línea roja y que tanto la empresa como el Ajuntament han cometido un delito grave de vulneración de derechos fundamentales. Sus acciones nos llevan a donde no queríamos ir, a la judicialización del conflicto y lo que ello conlleva.”

La basura sin recoger puede ocasionar molestias, pero la vulneración de derechos laborales es aún mucho más dañina. Si se permite que una empresa multinacional como es FCC Medio Ambiente, vulnere los derechos de sus trabajadores, muchas otras empresas más pequeñas tendrán el camino libre para hacer lo mismo. La lucha de los recolectores de residuos de Salt tiene que ser la lucha de toda la clase trabajadora.