El pasado fin de semana, los hermanos Rodríguez Saá inauguraron el mega Complejo “La Pedrera” en la Ciudad de Villa Mercedes con la presencia de los famosos futbolistas Fernando Cavenaghi y Martín Palermo. Otra millonaria obra “faraónica” construida a costa de la educación, la salud, el trabajo y el salario de miles de trabajadores.
Lunes 10 de julio de 2017 12:15
“Dejen de boicotear La Pedrera”, expresó días atrás el Senador Nacional Adolfo Rodríguez Saá, clásico referente de la casta política puntana y del PJ, beneficiado con una jubilación de privilegio que roza los $160.000 mensuales por haber sido Presidente de la Nación tan sólo por una semana. “Pueden poner una mesita con mantel y vender pan casero, bizcochitos, café, etc., porque La Pedrera da trabajo”, aconsejaba.
Sin embargo, lejos del relato oficial, los $853 millones destinados a la construcción del complejo no cambiaron la realidad del 30% de trabajadores que viven con ingresos por debajo de la línea de pobreza, según los últimos índices dados por el Indec. De hecho, las carencias de los sectores populares de San Luis no sólo se ven reflejadas en los bajos ingresos sino también en la falta de trabajo genuino y estable, haciendo que la gran mayoría de los jóvenes de entre 18 y 30 años de edad se vean obligados a dejar sus estudios para conseguir algo de dinero y solventar algunas de sus necesidades.
En sectores como la educación y la salud, la situación también es preocupante: escuelas a las que se les caen los techos y salarios docentes que no cubren la canasta familiar. Hospitales en deplorables condiciones edilicias e higiénicas, pésimas condiciones de trabajo, faltante de profesionales y vaciamiento de áreas médicas especiales.
Mientras tanto, el gobierno busca tapar esta situación acudiendo a clásicas herramientas políticas de tinte demagógico. Con obra pública innecesaria como las réplicas del Cabildo y la Casita de Tucumán y, ahora, el Complejo “La Pedrera”, con el clásico slogan de que San Luis es “otro país”, otorgando un limitado cupo de becas a contraprestación de escasos $7.500 y diciendo que va a volver la promoción industrial. Pero, ni una cosa ni la otra son soluciones a los problemas estructurales que tiene la provincia en materia social y laboral. Al contrario, son medidas y propagandas de campaña para volver a ganar en las elecciones legislativas de este año, a costa del voto cautivo de miles de mujeres, trabajadores y jóvenes. Hace 34 años que lo vienen haciendo con la complicidad de toda la casta política opositora, incluido Claudio Poggi, hijo político y ex gobernador provincial de los hermanos Rodríguez Saá, devenido ahora en su principal “opositor”.
Por eso, el aparato del PJ provincial intenta construir su propio relato electoral, diciendo que “lo que se elije en las PASO del 13 de agosto es San Luis o Macri”. Sin embargo, lo cierto es que la realidad del trabajo, los sueldos, las escuelas y los hospitales en la provincia indica que “el Adolfo” y “el Alberto” gobiernan para los mismos sectores que han sido ultra beneficiados por las políticas de Macri: los grandes empresarios y terratenientes, es decir, para los ricos.
En la otra vereda está el Frente de Izquierda que, en las elecciones legislativas de este año, se presenta como la mejor alternativa política para miles de mujeres, trabajadores y jóvenes de la provincia. Siendo el único espacio político que tanto en el Congreso Nacional, las legislaturas provinciales y concejalías municipales como en las calles, viene oponiéndose y enfrentando a las leyes y medidas de ajuste y represión que los empresarios y sus políticos le quieren imponer al pueblo trabajador, sigue proponiéndose forjar una fuerza social que gane los centros de estudiantes, recupere los sindicatos de las manos de la burocracia sindical y le haga pagar la crisis a los capitalistas.
Como bien dice Johana Gómez, precandidata a Diputada Nacional de San Luis por el Frente de Izquierda, “en estas elecciones, queremos seguir construyendo una alternativa política de las mujeres, los trabajadores y la juventud completamente independiente de los empresarios, sus políticos y partidos. Nos proponemos acercarle a miles de personas nuestras ideas y desarrollar una gran fuerza militante. Nuestro impulso está en el programa por el que luchamos y en la fuerza social para hacerlo posible”.