Desde el viernes el boleto de colectivo subió un 10%, decretado por el intendente "Chuli" Jorge, no conformes con ello, los empresarios de transporte, despiden trabajadores y amenazan: si le quitan el subsidio nacional llevaran el boleto a $40. Hace falta una respuesta a la altura de la crisis del transporte urbano.
Andrea Gutiérrez Concejala (MC) del PTS-FIT en San Salvador de Jujuy
Miércoles 10 de octubre de 2018 10:48
A los tarifazos de gas, agua y electricidad, se suma la devaluación de nuestro salario, las familias trabajadoras no llegamos a fin de mes.
Los empresarios dueños del transporte urbano, beneficiados con una paritaria tarifaria del 50% por este año, no quieren quedarse atrás y aprovechan la crisis económica para extorsionar al pueblo trabajador, "si se caen los subsidios nacionales, el precio del boleto se va a ir a $40", amenazaron por los medios de comunicación. Detrás de estas declaraciones, delegados sindicales de los choferes denuncian despidos persecutorios.
El llanto de los empresarios del transporte
Los empresarios están unidos, hace algunas semanas las seis empresas más importantes de colectivos, Santa Ana S.R.L., Unión Bus, San Jorge S.A., El Urbano S.R.L., Xibi Xibi (T.A. Colon S.R.L) y Pal Bus, presentaron una nota en el Concejo Deliberante, donde lastimeramente dicen "Es flagrante: el valor de tarifa actual, violenta el concepto ecuación económico financiera, afectando en forma directa la subsistencia de las empresas prestatarias y de sus trabajadores, porque no se pueden asumir compromisos emergentes, debido a la falta de recursos económicos suficientes”.
Lo único que resulta flagrante es el cinismo de su discurso, y es que para los empresarios las familias trabajadoras son poco más que esclavos; sino ¿cómo se entiende un nuevo aumento en una de las tres provincias más pobres del país? donde además por las políticas del gobierno hay familias que tienen que triplicar sus viajes porque desde el ministerio de educación reubicaron a sus hijos en escuelas distintas, como en la escuela Santa Rosa de Lima o el Colegio N° 2 "Armada Nacional"; o docentes que llevan 7 meses sin cobrar y que tienen que viajar en colectivo urbano para llegar a sus trabajos?
¿O acaso la juventud precarizada que no conoce de las paritarias puede enfrentar esta nueva suba? En una ciudad donde todavía hay municipales que cobran $6.000 por mes, este "reclamo" muestra la rapiñes de los empresarios del transporte, que no quieren perder un centavo de sus ganancias.
El concejo, una escribanía al servicio de los empresarios
Durante la última sesión del Concejo Deliberante, los ediles radicales, con Lisandro Aguiar a la cabeza, convalidaron el aumento decretado por el intendente Raúl "Chuli" Jorge que ya habían votado el año pasado: una verdadera escribanía al servicio de los empresarios.
Desde las bancas de la izquierda en el Concejo, no sólo votamos contra este nuevo ataque al bolsillo de las familias trabajadoras, sino que llevamos al recinto un nuevo proyecto, para que se anulen este y todos los tarifazos, sumado al amparo judicial que ya habían presentado contra este ataque al bolsillo del pueblo trabajador, que se encuentra durmiendo en el Superior Tribunal de Justicia.
Los empresarios que parasitan un negocio redondo como el transporte urbano, viven del sudor de los trabajadores, no están dispuestos a poner un peso de su bolsillo en el servicio, vivieron durante décadas de subsidios, y ahora que peligran, pretenden descargar todo el peso del costo en los trabajadores. ¿Cuándo van a mostrar sus libros de contabilidad para que todos sepamos cuantas ganancias tienen realmente?
No están dispuestos a que se vean afectadas sus millonarias ganancias, se preparan para el momento que se vote el presupuesto 2019, ya que saben que va a haber un recorte de los subsidios que giran de nación a las provincias para pagar los intereses de la deuda externa y cumplir con el FMI.
La oposición peronista se divide entre los que abiertamente acompañan las medidas de Cambiemos y aquellos que cacarean, pero plantean esperar al 2019 sosteniendo que hay que mantener la política de subsidios como durante los años kirchneristas, sin cuestionar la privatización de los servicios públicos esenciales.
No podemos descartar que entre las medidas de ajuste que exigen los empresarios, el radicalismo esté dispuesto a eliminar el BEGU, son ellos o nosotros, los trabajadores, las mujeres y la juventud no podemos aceptar que, para cuidar los intereses de los empresarios, paguen todo el costo los trabajadores. Debemos seguir el ejemplo de las mujeres y los estudiantes que dieron grandes peleas por sus derechos, y llenaron las calles y plazas del país y la provincia, por el derecho a estudiar, y la marea verde contra el aborto clandestino.
Esta fuerza hay expresarla con movilizaciones en todas las plazas del país cuando intenten votar el presupuesto de ajuste del 2019. Tiene que ser el inicio de la lucha que se proponga derrotar el plan de ajuste del FMI, los empresarios y sus políticos a sueldo con la perspectiva que gobernemos los y las que generamos la riqueza, los y las trabajadores.