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DEUDA ARGENTINA. Sánchez da su apoyo a Alberto Fernández en su “renegociación” con el FMI para pagar la deuda argentina

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido este martes al presidente argentino, Alberto Fernández, y le ha trasladado la solidaridad del Gobierno español "para superar la difícil situación económica y social" que vive el país, así como su "respaldo en el proceso de renegociación de la deuda" con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Fernández también mantuvo un encuentro con Felipe VI. El mandatario argentino se encuentra de gira por Europa en busca de apoyo de las potencias imperialistas del continente para negociar con el FMI.

Martes 4 de febrero de 2020 18:11

Así lo ha transmitido el Gobierno después del almuerzo que ambos mantuvieron en el Palacio de la Moncloa, su primer encuentro bilateral después de la formación de sus respectivos gobiernos, y así lo ha dicho también el propio Fernández.

"Me ofreció su sincero apoyo para que la Argentina pueda salir adelante y ponerse de pie", ha dicho el presidente argentino en su cuenta de Twitter.

Fernández, que ya se reunió con Sánchez en Madrid en septiembre, cuando aún era candidato presidencial, ha definido a Sánchez como un "gran amigo" al que aprecia mucho. "Siempre es grato oírlo y ver que compartimos visiones del mundo", ha añadido.

Tras almorzar en Moncloa, Fernández ha sido recibido también por Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela, en un encuentro al que ha asistido la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya.

Según ha informado el Ejecutivo español, los dos mandatarios han acordado dar "un importante impulso a las relaciones bilaterales", un eufemismo para decir que el Gobierno “progresista” seguirá velando por los intereses del imperialismo español en Argentina, donde es el segundo inversor extranjero y ha tenido históricamente una inmensa inserción.

En Argentina operan actualmente más de 300 empresas españolas y es el tercer destino para las exportaciones españolas a Latinoamérica, además del hogar de la mayor colonia española en el exterior, con cerca de 500.000 residentes.

Una gira para buscar el apoyo del imperialismo europeo

Los encuentros con las autoridades españolas se producen en el marco de la gira del jefe de Estado argentino por Europa, en la que busca el apoyo de las principales potencias imperialistas del viejo continente en la renegociación de la deuda argentina con el Fondo Monetario Internacional.

Todas las últimas giras internacionales de Alberto Fernández tuvieron el objetivo (y no faltaron varios gestos) de obtener el apoyo de las potencias mundiales en la negociación con el FMI.

Su reciente viaje a Israel, con su correlativa reunión con Benjamin Netanyahu -donde prometió al premier israelí mantener la calificación de Hezbolla como "organización terrorista", donde además mantuvo un silencio ensordecedor sobre el exterminio palestino a manos del Estado sionista, es una muestra de cómo Fernández quiere congraciarse con EE.UU.

Otra muestra fueron los comunicados de la cancillería argentina respecto a la política agresiva de Trump cuando asesinó a Soleimani tras los bombardeos a Irán y se alineó discursivamente con Estados Unidos. Luego, el gobierno argentino reforzó la seguridad para proteger a empresas y a la embajada norteamericana.

Esta gira europea no ha sido una excepción en la agenda del presidente argentino. Fernández se entrevistó el 31 de enero con el papa Francisco en el Estado del Vaticano -que través de su oficina de prensa ya comenzó a operar contra un eventual tratamiento del tema del aborto legal en la Argentina-, y después con el primer ministro italiano Giuseppe Conte y con el presidente de Italia, Sergio Mattarella.

En su paso por Alemania, Alberto Fernández se reunió con representantes de multinacionales alemanas que tienen filiales en Argentina, como Volkswagen y Mercedes Benz. El 3 de febrero también compartió una cena en la sede del Ejecutivo alemán con la canciller Angela Merkel, a quién pidió respaldo para negociar con el FMI.

Según consignaron varios medios, los empresarios germanos le plantearon a Fernández reparos sobre la política monetaria del presidente argentino, preocupados por sus utilidades.

Otro posible contrapunto, según las mismas versiones periodísticas, es el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea. Recordemos que este acuerdo firmado el año pasado tras décadas de negociación, representa un nuevo salto en la semicolonización de América Latina a manos de las potencias europeas.

Por ahora la "solidaridad" está siendo a favor de las potencias mundiales y los empresarios extranjeros, incluidos los bonistas que rapiñan con la riqueza nacional, comandados por el FMI.

Tras su paso por Madrid, Fernández se trasladará el 5 de febrero a París, donde se reunirá con el presidente francés, Emmanuel Macron, antes de regresar a Buenos Aires. Cuando el presidente argentino pise suelo francés ya se estarán cumpliendo 60 días de huelga del transporte contra la reforma del sistema de pensiones de Macron.

La máxima prioridad de Fernández es honrar la deuda “odiosa” con el FMI

Argentina vive una situación delicada con los acreedores. La tercera economía de América Latina está en recesión, su inflación en 2019 fue del 53,8% y la pobreza se sitúa en torno al 40%. La deuda total de Argentina asciende a 311.251 millones de dólares, lo que equivale al 91,6% de su PIB, según datos del Ministerio de Economía al cierre de septiembre de 2019.

Sólo este año el Estado argentino tiene compromisos de pago de deuda pública en moneda extranjera para de 21.000 millones de dólares. El próximo año suma 19.000 millones. En 2022 los pagos subirían a 31.700 millones y a 31.700 millones de dólares en 2023.

A casi dos meses de haber asumido la presidencia de Argentina, Alberto Fernández espera que sus encuentros con los jefes de Gobierno europeos le den apoyo para que el FMI acepte renegociar la deuda en los términos que plantea el Gobierno argentino, que se reducen a una postergación de los pagos hasta 2024 para ganar tiempo y “normalizar la economía”.

Aunque el relato oficial del gobierno argentino presente esto como un intento de “ajustar” lo que se le va a pagar a los fondos de inversión y los organismos internacionales, nada más lejos de la realidad.

Como sostiene Fernando Rosso en un editorial de La Izquierda Diario, el Gobierno se propone pagar la “odiosa” deuda argentina -en términos reales y en términos jurídicos- sin objetarla en absoluto. Aun cuando “existe toda una jurisprudencia internacional que sentencia que se puede cuestionar una duda si tanto los prestamistas como los deudores llevaron adelante la operación con la plena conciencia de que perjudicaba al país. Esto sucedió con la deuda argentina en general y con la tomada por Macri en particular. Ahora se propone ir a negociar para pagarla sin siquiera, de mínima, investigarla”.

En el paquete de leyes enviadas por el Ejecutivo argentino al Congreso Nacional para habilitar la negociación con el FMI, los bancos y el capital financiero no fueron afectados en lo más mínimo.

Los dos diputados de la izquierda (Nicolás del Caño y Romina del Plá) fueron los únicos que votaron en contra de ir a negociar en las condiciones que propuso la ley. Muchos medios de prensa en Argentina caricaturizaron las posiciones de la izquierda diciendo que “es lo que siempre plantean” y están a favor del “default”.

Pero, como sostiene Rosso, “el planteo legítimo (y hasta con algún fundamento legal) de no pagar la deuda no es una militancia en pro de un default anárquico que está en el horizonte de posibilidades y que si se produce será responsabilidad de quienes tomaron la deuda irresponsablemente, presionan para beneficiarse apostando contra el país y de quienes avalan esos procedimientos. El no pago de la deuda es necesario y básico, pero dentro de un plan integral en favor de las grandes mayorías que incluya la recuperación de los recursos estratégicos o los servicios públicos, la nacionalización de la banca y el comercio exterior, la investigación de la deuda externa, entre muchas otras medidas”.