El líder del PSOE se ha comprometido a mantener los presupuestos del PP para ganar el apoyo del PNV a la moción de censura. Llegar al gobierno para que nada cambie.
Jueves 31 de mayo de 2018
El debate parlamentario sobre la moción de censura a Mariano Rajoy se ha iniciado este jueves con las exposiciones de Pedro Sánchez y las réplicas y contrarréplicas de Mariano Rajoy.
Cinco diputados del PNV tienen la llave para la caída de Rajoy y la investidura de Pedro Sánchez. El Partido Nacionalista Vasco se vende al mejor postor. Después de haber aprobado los presupuestos del PP hace tan solo una semana -que incluyen el “premio” de 550 millones de Euros para el País Vasco-, ahora recibe con agrado la misma oferta por parte del PSOE. Desde el PNV se inclinan ahora por apoyar la moción de censura, lo que definiría las cartas a favor de Sánchez.
El PSOE votó en contra de estos presupuestos hace una semana diciendo que eran “continuistas” y “low cost”, pero ahora promete mantener la “estabilidad presupuestaria” para llegar al gobierno. Este compromiso con el PNV demuestra -si faltaran pruebas al respecto- que el PSOE no busca cambiar nada sustancial de las políticas austeritarias aplicadas por el PP en los últimos años.
Sánchez ha anunciado que va a cumplir con los “compromisos europeos”, con los “compromisos de déficit presupuestario” y con los “compromisos presupuestarios”, exponiendo el carácter conservador que tendrá el nuevo gobierno. Sus promesas de implementar “medidas sociales” no es más que demagogia, porque con estos números y cumpliendo los “compromisos” con la UE no se podrán llevar adelante ni siquiera modestas reformas.
Los presupuestos que Sánchez se compromete a mantener aumentan el gasto para Defensa, Policía y Guardia Civil, mientras que para los pensionistas solo hacen una pequeña subida que ha sido definida como “ridícula” e “insuficiente” por organizaciones de Pensionistas. Se mantienen en cambio los recortes que se han aplicado estos años a los presupuestos de educación, de sanidad, o de vivienda.
¿Qué propuso Sánchez para terminar con la precariedad laboral, para soluciar los padecimientos de cientos de miles de familias que perdieron sus casas en desahucios, de los salarios bajos, para terminar con el paro de millones de jóvenes? Absolutamente nada. Sus referencias sobre "algunos cambios" a la Ley Mordaza no tampoco garantizan justicia para los presos políticos ni para los miles de encausados por participar de manifestaciones.
¿Qué va a hacer Sánchez con los presos políticos catalanes?
Esta pregunta se la ha planteado Rajoy a Sánchez, para intentar meter la cuña entre el PSOE y los partidos catalanes dispuestos a votar a favor de la moción de censura. El PSOE ha sido un acérrimo defensor del artículo 155 que disolvió el govern catalán y promovió el encarcelamiento de los políticos independentistas. A las preguntas concretas de Rajoy sobre los detenidos ha optado por no responder, contestando en cambio que va a “abrir el diálogo” con todos los gobiernos autonómicos, incluido el govern catalán, algo que pareciera ser suficiente por el momento para garantizarle los votos de ERC y del PDeCat.
Rajoy ha intentado hacer volar por los aires la aritmética parlamentaria que lo puede hacer caer, polarizando con la cuestión de Cataluña, para mostrar la duplicidad del PSOE. No parece que Rajoy pueda mantenerse, aun con esta argucia.
El PSOE pretende gobernar apoyado en un discurso de “regeneración democrática”, buscando tender la mano hacia el Govern catalán y esbozando un más que tibio programa de medidas sociales. De fondo, este partido “de Estado” y comprometido con la “estabilidad constitucional”, es uno de los pilares del régimen del 78 desde sus comienzos, por lo que busca gobernar para que nada cambie.
Los principales referentes de Podemos -como ya venían anunciando-, han confirmado que apoyarán esta moción de censura y la conformación de un gobierno del PSOE, sin ningún tipo de condiciones.
Desde sus orígenes hace cuatro años, Podemos ha pasado de cuestionar “la casta política” y el “régimen del 78”, a moderar rápidamente su discurso y su programa, dando el paso de gobernar en alianza con el PSOE en algunas localidades, para terminar apoyando un gobierno del PSOE a nivel estatal “sin condiciones”. Con esta lógica de celebrar el “mal menor” culmina un ciclo político para Podemos: una adaptación completa a los mecanismos del régimen del 78 que ha encontrado la manera de “salvar” al viejo bipartidismo.
Todo indica, por el momento, que la moción de censura presentada por el PSOE puede ganar en la votación del viernes: terminaría así el gobierno de Rajoy y se iniciaría un nuevo gobierno del PSOE, con la propuesta de convocar elecciones anticipadas pero sin concretar el plazo. La inestabilidad política del régimen español está lejos de terminar.