El precandidato colorado planteó algunas propuestas en su disertación en la Asociación de Dirigentes de Empresas (ADM). Críticas a las políticas sociales, ataques a los gremios de la educación, reforma previsional y más recortes fueron algunas de sus propuestas.
Jueves 28 de marzo de 2019
Foto: EFE
En su disertación en ADM el precandidato colorado Julio María Sanguinetti planteó los ejes de sus propuestas programáticas para el próximo periodo de gobierno.
El expresidente, artífice de la impunidad para los militares de la dictadura durante su primer gobierno, reclamó ajustes y recortes dirigidos a atacar las condiciones de vida de los trabajadores y el pueblo.
En relación a las políticas sociales, apuntó contra el “pequeño monstruo” del Ministerio de Desarrollo Social, señalando que tiene un “curanderismo social peligroso”.
En épocas de crisis internacionales y una situación económica frágil, este portavoz de la burguesía sale a reclamar recortes en lo que se destina a los sectores más pobres.
Cabe recordar que el Frente Amplio en estos años diseño un conjunto de políticas, absolutamente frágiles e insuficientes para limar los aspectos más críticos de décadas de ataques (dictadura militar y luego los gobiernos de los partidos tradicionales) a las condiciones de vida de los sectores populares.
Estas políticas sociales, que no tienen nada de izquierdistas ya que incluso son alentadas por los organismos multinacionales como el FMI o el Banco Mundial, solo intentan generar un colchón que amortigüe los efectos de políticas neoliberales de achicamiento del Estado (salud, educación), privatizaciones y de reconversión del mercado de trabajo en clave precarizadora y de mayor explotación de la mano de obra, que se dieron en los 90 y culminaron en la catástrofe económico social del 2002.
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Cuando en el horizonte económico se observan señales de agotamiento del modelo y es necesario achicar “gastos”, Sanguinetti apunta a las políticas sociales como una de las áreas en las que no hay que “despilfarrar”.
Las críticas a las políticas sociales se acompañaron de un llamado a “mirar el mundo”, es decir mayor apertura comercial (que no es otra cosa que generar condiciones para mayor penetración de las multinacionales) y su planteo de reforma jubilatoria y de la educación.
En cuanto a la reforma previsional, Sanguinetti señaló que hay una crisis y respaldó explícitamente a Mujica, quien pocos días atrás propuso que “los uruguayos tendrán que trabajar 5 años más”.
Es llamativa la convergencia entre estos dos dirigentes políticos, que muestra como más allá de matices y pequeñas diferencias todo el régimen político (blancos, colorados y Frente Amplio) intentan generar acuerdos para ajustar y atacar las condiciones de vida de los trabajadores.
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Completando su presentación en ADM, Sanguinetti pidió más mano dura diciendo que la liberación de presos durante el primer gobierno del FA fue la causante del aumento de rapiñas y criticó la “parálisis” de la educación por parte de gremios que se oponen al cambio. Lo que no dijo por supuesto es que estos cambios son en clave privatizadora y en línea con lo que proponen los organismos internacionales que responden al imperialismo.
En plena campaña electoral todos los candidatos de los principales partidos buscan un consenso en un “programa mínimo” en función de las necesidades de los empresarios y las multinacionales: ajustes y recortes en el gasto social, reforma jubilatoria, más seguridad son algunos de los puntos en que todos coinciden.
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Solo los trabajadores pueden enfrentar el ataque que se anuncia desde todas las tiendas políticas, organizándose de manera independiente y sin ninguna confianza en la clase política. Los sindicatos y el PIT-CNT tienen que hacer oír desde ahora su oposición a manifestaciones y declaraciones como las de Mujica y Sanguinetti en estos días.