Varios sindicatos, asociaciones y colectivos de trabajadores y usuarios llaman a movilizarse este domingo 13 de noviembre en Madrid en defensa de la sanidad pública.
Viernes 11 de noviembre de 2022 11:14
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La lucha por la defensa de la sanidad pública lleva varias semanas tomando las calles de Madrid: a las movilizaciones semanales en los barrios se han sumado estas pasadas semanas movilizaciones de Marea Blanca, la huelga de sanitarios de los de los nuevos PAC (Puntos de Atención Continua) y la próxima huelga indefinida de médicos de atención primaria y de pediatría que se iniciará el próximo 21 de noviembre. Ahora sindicatos, colectivos de trabajadores y usuarios preparan una movilización el domingo 13 a las 12h en la que se movilizarán varias columnas para confluir en Cibeles.
Esta defensa por la sanidad pública en Madrid ha sido una constante en los últimos años como respuesta paralela a un proceso privatizador que no es nuevo, sin embargo los últimos ataques vividos como el despido de 6.000 profesionales en abril de 2022, la catástrofe del plan de urgencias ideado por el Gobierno de Ayuso con el que se reabrían centros de urgencias extrahospitalarias hace unas semanas sin personal suficiente, y las últimas subidas de tono de Isabel Díaz Ayuso cargando contra los sanitarios como privilegiados e interesados, han animado a profesionales y usuarios para dar un paso más en su lucha con la convocatoria de huelgas y movilizaciones como la del domingo.
La situación en la sanidad madrileña es dramática, tratar de conseguir una cita de atención primaria puede suponer misión imposible en muchos de los barrios de Madrid. Cuando la consigues y llegas al centro de salud rápidamente se percibe el nivel de saturación que soportan médicos, enfermeros y celadores. Un reciente estudio del Observatorio de Salud Mental del Colegio de Médicos de Madrid (Icomem) no deja espacio a la interpretación: casi el 92% de los facultativos indican haber sufrido o sufrir agotamiento emocional y el 86% el síndrome de despersonalización, esto es, cuando se empieza a perder la empatía por compañeros y pacientes. Esto es algo que ocurre cuando la atención sanitaria empieza a parecerse a una cadena de montaje lo que afecta a la calidad del servicio y tratándose de la salud las consecuencias pueden ser dramáticas.
De acuerdo con el octavo informe sobre privatización de la sanidad elaborado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) la Comunidad de Madrid encabeza el ranking de la privatización sanitaria de todo el Estado. Madrid (31 puntos) es la comunidad con mayor grado de privatización sanitaria, por delante de Catalunya (29), Baleares (25) y Canarias (25). Sin embargo Madrid muestra de manera exponencial una tendencia generalizada en todo el Estado. Aunque con distintos ritmos, el avance de las políticas neoliberales que buscan desmantelar y degradar los servicios públicos en favor del desarrollo del sector privado es una constante en todo el Estado, bien sean comunidades gobernadas por el PP, o por otros gobiernos incluidos los del PSOE con apoyo de Unidas Podemos.
Pero este deterioro no avanza sin respuesta de las y los trabajadores sanitarios y los usuarios que se organizan en sus barrios para enfrentar las políticas privatizadoras. A las respuestas vecinales y de usuarios que venían dándose desde el fin de la pandemia se han sumado dos recientes convocatorias de huelga: la huelga de los sanitarios de los servicios de urgencias extrahospitalarias que tuvo lugar el pasado fin de semana y la próxima convocatoria de huelga indefinida de médicos de atención primaria y padiatría que comenzará el próximo 21 de noviembre.
Las convocatorias de huelga y protestas han sido llamadas por sindicatos como SUMMAT (Asamblea de Trabajadores del Summa 112), MATS (Movimiento Asambleario de trabajadores de la Sanidad) y CSIF junto a plataformas como Plataforma SAR (Servicio de Atención Rural), la Asociación Madrileña de Enfermería (AME) y la Asociación de Facultativos Especialistas (AFEM) quienes fueron los convocantes de la pasada huelga en los PAC. Ahora AMYTS convoca la próxima huelga de médicos y pediatras. El Bloque Obrero y Combativo donde participan distintos sindicatos también se suma a la convocatoria de la movilización del domingo. Por su parte CCOO y UGT no se han sumado a ninguna de estas convocatorias y hoy se reúnen con la Consejería de Sanidad.
La situación de atención primaria y de las urgencias extrahospitalarias es solo la punta del iceberg que muestra la situación crítica de la sanidad pública. Algo que en Madrid se muestra de manera más acelerada pero que no es exclusivo de esta Comunidad.
Muestra del poco interés por la pública del Gobierno “progresista” son los Presupuestos Generales del Estado para 2023. Unos presupuestos en los que se multiplica enormemente el presupuesto dirigido al gasto militar y rearme imperialista al mismo tiempo que se sigue empobreciendo a la sanidad. Por ejemplo solo el ministerio de Defensa aumenta su partida un 26%, hasta los 12.827 millones. Pero esto no refleja la totalidad del gasto militar, a esto hay que sumar otros 14.790 millones repartidos en otros ministerios ascendiendo el gasto total a unos 27.617 millones. por otro lado, el gasto en atención primaria presupuestado para todo el estado no puede consultarse, al faltar los resultados de varias comunidades. Pero, por ejemplo sabemos que la Atención Primaria madrileña recibirá un presupuesto de 1.086 millones de euros para 2023, es decir, es un presupuesto militar 25,43 veces mayor que el que recibirá la Atención Primaria madrileña.
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Además, el relato de de que hay un aumento en las partidas sociales no es cierto si tenemos encuenta el contexto actual, en el que la inflación no baja ningún mes del 7% interanual. En este contexto, el aumento del gasto en sanidad ha sido tan solo del 1,4%, por lo que siendo estrictos no hay un aumento en el presupuesto, más bien hay una rebaja.
En este contexto de degradación absoluta de lo público es importante pelear en contra de los presupuestos militaristas al mismo tiempo que plantear medidas de fondo para revertir una situación consecuencia de años de ataque a lo público: la nacionalización de todos los recursos sanitarios que se han privatizado para ponerlos al servicio de la salud de todos, poniendo el conjunto del sistema sanitario bajo control de trabajadores y usuarios para evitar cualquier recorte o privatización o chapuzas como las de las urgencias madrileñas.